Tristan Pascall, CEO de First Quantum Minerals, se reunió con los proveedores de su filial Minera Panamá para actualizarlos sobre el estatus de la operación que tienen en el país, en medio de la paralización de los embarques del concentrado de cobre desde el puerto de Punta Rincón, en Donoso.
Este diario pudo conocer que en el encuentro del pasado miércoles 8 de febrero se le informó a los proveedores que a la empresa se le está acabando el tiempo para seguir en la actual condición, de no poder embarcar el producto de exportación.
Pascall les habría dicho que debido a la falta de espacio para almacenar el material procesado tendrían hasta el 20 de febrero para seguir guardando el concentrado de cobre en sus depósitos.
Esto implica que se podría dar el apagón de las plantas en 10 días, contados a partir de hoy, en caso de que no se levante la orden de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP).
Ayer jueves, la empresa no confirmó tal información, pero previamente había indicado que su capacidad de almacenamiento se sobrepasaría a mediados de febrero.
Las operaciones de carga de concentrado de cobre en el puerto de Punta Rincón fueron suspendidas tras la emisión de una resolución de la AMP desde el 26 de enero.
La medida está vinculada a la certificación de las básculas utilizadas en el proceso de embarque y exportación de Minera Panamá.
Dicha decisión, según la empresa, ejemplifica las presiones ejercidas por el Gobierno, que el 19 de diciembre de 2022 instruyó a Minera Panamá a presentar un plan de “cuido y mantenimiento”, que implicaría el cierre de las operaciones comerciales, al no acordarse un nuevo contrato de concesión.
El Gobierno, por su parte, asegura que no ha ejercido presión a Minera Panamá para firmar un nuevo contrato de concesión y que se mantiene en conversaciones sin llegar a un acuerdo.
Sobre las supuestas presiones que ejerce el Gobierno, el ministro de Comercio e Industrias, Federico Alfaro dijo a los medios que “bajo ninguna circunstancia”.
Indicó que siempre han actuado en defensa “de los mejores intereses de Panamá”, razón por la que pasaron más de 11 meses negociando un nuevo contrato, “actuando en buena fe”.
A su juicio, lo más importante para la empresa debe ser asegurar que se firme un contrato.
A través de sus redes, Minera Panamá dijo que “nuestro objetivo sigue siendo encontrar un acuerdo con el Gobierno que resguarde los más de 40,000 puestos de trabajo formales [directos e indirectos] y proteger nuestra inversión”.
Aunque coinciden en la necesidad de alcanzar un acuerdo, todavía hay diferencias entre las partes como las condiciones para lo que se conoce como el agotamiento de la mina.