La agencia de calificación de riesgo Moody’s advirtió este viernes 2 de agosto, en un informe sobre el sistema bancario panameño, que el índice de morosidad de los créditos registró un aumento al cierre de mayo.
En específico, se detalla que el saldo de los créditos vencidos y morosos en el sistema bancario fue del 4.35% del total de la cartera al 31 de mayo, con una ligera tendencia hacia el alza respecto a otros meses.
Según Moody’s, este aumento se debe al deterioro en la calidad crediticia de los clientes de sectores como el hipotecario y la construcción desde diciembre de 2023.
El informe de Moody’s advierte también que la cobertura de la cartera vencida con provisiones se encuentra en su nivel más bajo en los últimos cuatro años, incluso inferior al registrado al cierre de 2019 (102.35%).
”En un escenario de estrés en la calidad del crédito, derivado del menor desempeño económico previsto para este año y la alta tasa de desempleo, se podría requerir una mayor constitución de provisiones. Este desafío para el sistema bancario podría afectar las métricas de rentabilidad de 2024″, señala.
El director de Estabilidad Financiera de la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP), Javier Motta, explicó que, efectivamente, era de esperarse que en el año 2024 se registrara un marcado incremento de la mora producto de los eventos acaecidos en el último semestre del año pasado, por la cantidad de personas y empresas afectadas que dejaron de pagar sus obligaciones y posteriormente hicieron arreglos para ponerse al día.
”En la SBP preveíamos este comportamiento. Sin embargo, ya vemos, a junio, que la mora disminuyó levemente, lo que también era de esperarse al ver que los pagos atrasados han empezado a activarse”, dijo Motta.
Explicó que, históricamente, la mora en los créditos hipotecarios ha sido alta, no así en la construcción.
El director de Estabilidad Financiera del regulador bancario indicó que en el Sistema Bancario Nacional el índice de saldos morosos se encuentra en un promedio de 1.75% y el índice de saldos vencidos en 2.50%, para un promedio de morosidad total de 4.25%, levemente menor al de mayo, que estaba en 4.35%.
Un crédito moroso puede tener entre 30 y 60 días de impago, mientras que los vencidos llegan hasta 90 días o más.
Menos créditos para la construcción
Moody’s también señala que ha disminuido la participación de los créditos que otorgan los bancos para el sector de la construcción, pese a que esta actividad registró cierta expansión en los primeros meses del año.
”A pesar de la expansión del sector construcción, la participación de los créditos de construcción sobre el total de los créditos del sistema bancario nacional disminuyó a 7.90%, la cifra más baja dentro de los últimos 5 años”.
En diciembre de 2020, del 100% de los créditos del sistema bancario, para el sector de la construcción se destinó el 10.7%.
En tanto, al cierre de mayo de 2024, esta cartera se ubicó en una proporción de 7.90%, frente a otros sectores como el de hipotecas, que tiene el 34% del total de los créditos, consumo personal con el 22%, y el sector comercial, que absorbe el 20%.
“La tendencia contractiva en los créditos otorgados a este sector continúa acentuándose hasta que se reactiven las obras públicas a realizar en el actual gobierno”, menciona el análisis de Moody’s.
Impacto en el recorte de gastos
El ministro de Economía y Finanzas, Felipe Chapman, anunció esta semana un plan de contención del gasto público para este segundo semestre por $1,387 millones, a la vez que informó que estarían pagando antes de que finalice este año $877 millones en deudas pendientes a proveedores del Estado.
En ese contexto, Moody’s advierte que una potencial reducción del gasto y de la participación del Estado en el mercado laboral, que emplea aproximadamente al 17% de la población ocupada, puede representar un riesgo sobre la morosidad, debido a que se esperan despidos de personal en empresas e instituciones estatales.
”De materializarse la medida antes indicada, también significaría un potencial perjuicio en los ingresos de una parte importante de la población ocupada en Panamá y podría perjudicar la capacidad de pago de los trabajadores estatales, exponiendo a una mayor morosidad a las carteras de créditos”, dijo Moody’s.