Panamá se salva, Moody’s Ratings mantuvo el grado de inversión en la calificación del país, pero cambió de estable a negativa la perspectiva. El pasado martes 26 de noviembre la calificadora Standard & Poor’s rebajó la calificación crediticia dejando al país a un escalón de perder el grado de inversión.
Moody’s en cambio mantuvo al país en terreno de inversión, pero a un escalón de perderlo y con perspectiva negativa.
La agencia afirmó las calificaciones de emisor y deuda sénior no garantizada a largo plazo en Baa3, así como las calificaciones a largo plazo del programa de deuda sénior no garantizada en (P)Baa3.
Además, señaló en su informe que la perspectiva negativa refleja el deterioro mayor al esperado en el balance fiscal de 2024 que registran las finanzas públicas del país y los obstáculos significativos para lograr una rápida consolidación fiscal, lo que señala riesgos de que los indicadores de deuda se debiliten considerablemente.
Con la calificación de Moody’s Panamá está a un escalón de perder el grado de inversión, al igual que en el caso de S&P, mientras que con Fitch el país quedó sin grado de inversión desde marzo de este año.
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“A pesar de la disposición del nuevo gobierno para abordar los desafíos fiscales estructurales, como lo demuestra la discusión en curso sobre la reforma de pensiones, las rigideces presupuestarias subyacentes podrían limitar la capacidad de las autoridades para reducir materialmente los déficits fiscales y estabilizar los indicadores de deuda”, advierte Moody’s.
El saldo total de la deuda de Panamá, alcanzó los $53,809 millones al 31 de octubre, lo que representa el 61.6% del producto interno bruto nominal proyectado por el MEF, estimado en $87,347 millones para 2024. Mientras que el déficit fiscal esperado para este año será superior al 4.5% y para el año 2025 en 4%.
Moody’s anticipa que el déficit fiscal de este año excederá el 6% del PIB, en comparación con un límite de déficit del 2% del PIB establecido originalmente por la regla fiscal. Mientras que estima que la relación deuda/PIB se acercará al 61%, superando la mediana de 56%, y la asequibilidad de la deuda se debilitará significativamente, con una relación intereses/ingresos proyectada en 19%, frente al 14% en 2023, muy por encima de la mediana de 10%.
Además, indica que este escenario que vive el país afectaría la credibilidad de la política fiscal, incrementando los costos de endeudamiento del soberano y deteriorando aún más el acceso de la deuda. “Otros riesgos crediticios provienen de pasivos contingentes relacionados con la Caja de Seguro Social (CSS) y de litigios asociados a la mina Cobre Panamá”.
En el informe la agencia Moody’s expresa que la afirmación de la calificación de Baa3 refleja la opinión de que la fortaleza económica de Panamá sigue respaldando su perfil crediticio soberano, y esperan que el crecimiento económico se mantenga sólido en comparación con otras economías similares.
“También destacamos una mayor disposición del gobierno para implementar políticas que aborden las presiones fiscales, en contraste con administraciones anteriores”.
En un comunicado el ministro de economía y finanzas, Felipe Chapman, dijo que se ha reafirmado el compromiso del gobierno con la disciplina financiera, enfatizando que el deterioro fiscal, al que hacen alusión ambas calificadoras tanto Moody´s como S&P, afecta a todos; de ahí la importancia de tener marcos regulatorios responsables que aseguren la estabilidad económica y el bienestar de la población.
“Estas advertencias de la calificadora son una alerta adicional a la que expuso esta semana Standard & Poor’s (S&P), que revisó la calificación soberana de Panamá de BBB a BBB-, enfatizando en su informe acciones que fortalezcan la recaudación fiscal. Los cambios de calificación fueron uno de los riesgos anticipados por el Ministro de Economía y Finanzas, Felipe Chapman, desde antes de asumir el cargo”, indicó el MEF en un comunicado.