Los representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) llegaron a la junta directiva de la Caja de Seguro Social (CSS) con una sustentación escueta. Tras un año de haber entregado un informe y una crisis de pensiones que podría desangrar al país, presentaron dos filminas en formato Power Point.
Era de esperarse, dijeron a La Prensa representantes de la junta directiva, quienes al igual que los actuarios, economistas y funcionarios reconocen el problema estructural y la falta de fondos que enfrenta el subsistema exclusivamente de beneficio definido.
No había mucho más que decir, cuando hace un año la OIT entregó un reporte en el que se advertía que las reservas del subsistema exclusivamente de beneficio definido se agotarán en 2024.
Pero cuando el Gobierno recibió dicho documento, en vez de anunciar una urgencia para encontrar una solución al problema, ideó un nuevo paso, que fue pedirle a la OIT la sustentación o explicación del reporte de 181 páginas, que ya tenía antecedentes legales, económicos y cálculos financieros,
En la reunión de la OIT con la junta directiva de la CSS también participó su director, Enrique Lau.
En el encuentro hubo dos ideas rescatables. Que fusionar los dos programas públicos de pensiones (el mixto y el exclusivamente de beneficio definido) crearía un colchón hasta 2028 para hacerle frente al pago a los jubilados. Pero esto sólo sería una salida temporal para después experimentar un incremento en el déficit que arrastraría a los cotizantes del sistema mixto y a los del subsistema definido.
Además, entre paréntesis y con signos de interrogación escribieron: ¿Medidas paramétricas? No dijeron que esto es lo que debe hacer Panamá, bajo la premisa de que se trata de un tema muy sensible, lo de aumentar los años de cotización o la edad de jubilación.
$1,000 millones
podría ser el déficit de del IVM en 2024. La cifra más conservadora sería de $600 millones.
Pero sí indicaron que se deben hacer corridas o simulaciones de escenarios en base a hechos ciertos y racionales.
Los representantes del sector empleador no dijeron nada respecto a lo expresado por la OIT, mientras que los trabajadores sindicalizados concentraron parte de su discurso en las evasiones de las cuotas obrero patronal. Lau, por su lado, guardó silencio. Solo escuchó lo que ya sabía.
El informe de la OIT precisa que la reducción progresiva de los cotizantes activos, y por tanto de los ingresos por contribuciones, además del agotamiento en el 2024 de la reserva total del subsistema exclusivamente de beneficio definido y el incremento acelerado en la cantidad de nuevas pensiones, creará una fuerte presión en el financiamiento del creciente gasto del programa.
“El déficit operativo anual del subsistema exclusivamente de beneficio definido proyectado en términos nominales crecerá y alcanzará un tope máximo anual en 2050 cercano a los $7,500 millones”, precisan los cálculos del organismo.
$2,688 millones
gastos corrientes del IVM el próximo año, de acuerdo con estudios actuariales y cálculos financieros.
El desafío fiscal asociado es de gran magnitud y requiere “intervenciones urgentes de corto plazo, y soluciones duraderas y contundentes para el largo plazo”.
Se conoció que un día antes del encuentro entre la OIT y la CSS, el pasado miércoles, la directiva de la CSS aprobó la reestructuración del diálogo por la CSS.
Se habría aprobado reestructurar el esquema de conversaciones para que sea un diálogo tripartito, en el que sólo participen con voz y voto los representantes del Gobierno, empleadores y trabajadores. Además, se decidió reemplazar a Joaquín Villar García como moderador.
Cada una de las tres partes estará representada por 7 personas, con un respectivo suplemente y con el derecho de ser asesorado por un equipo técnico.
Se decidió tener observadores, entre los que recomendaron al Consejo de Rectores, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y al Consejo Ecuménico, además del acompañamiento de la OIT.
Estas reformas al diálogo llegarían después de un año y ocho meses de parálisis de las conversaciones de las que debían salir las propuestas de reformas para la CSS y el sistema de pensiones.
El año pasado, actuarios, empresarios y consultores independientes advirtieron de que el Estado tendrá que hacer aportes para evitar la quiebra del subsistema de pensiones, al tiempo que los cotizantes y empleadores deberían asumir mayores aportes. Ninguna de las dos medidas surtirá efecto por separado.