Panamá está entre los países que más pasivos (deuda) ha acumulado este año en la región, de acuerdo con el más reciente Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2024, publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El documento coloca al país detrás de Brasil, México, Chile y Perú como las economías que más deuda han colocado en los mercados internacionales para obtener financiamiento.
Además, el documento, en el que la Cepal disminuyó nuevamente las proyecciones de crecimiento de Panamá a un 2.6%, desde un 3% a inicios de año, indica que Panamá está entre los tres países de Latinoamérica con el mayor porcentaje de su deuda colocada en el mercado extranjero, lo que hace que el país sea vulnerable, como Nicaragua y Paraguay, a las altas tasas de interés.
El informe de la Dirección de Financiamiento Público del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), correspondiente al mes de noviembre, indica que la deuda total de Panamá aumentó en 64 millones de dólares, hasta los 53,873 millones de dólares, en comparación con el saldo registrado al 31 de octubre pasado.
En noviembre, el Gobierno recibió fondos por 180.8 millones de dólares, de los cuales 68 millones de dólares corresponden a un desembolso realizado por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), institución ligada al Banco Mundial, para seguir financiando el Programa de Políticas de Desarrollo sobre la Gestión del Riesgo de Desastres en Panamá.
También ingresaron otros 9.3 millones de dólares de fuentes externas, como el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y el propio BIRF, para financiar diversos proyectos, entre los cuales se incluyen la Respuesta Inmediata de Salud Pública para Contener y Controlar el Coronavirus y Mitigar sus Efectos en los Servicios, la Renovación de la Facultad de Ciencias Naturales, Exactas y Tecnología de la Universidad de Panamá, el Apoyo al Proyecto del Plan Nacional de Desarrollo de los Pueblos Indígenas y el Fortalecimiento del Sistema de Protección e Inclusión Social.
En cuanto al mercado interno, en noviembre el Gobierno recibió fondos por 84.8 millones de dólares por la subasta de Letras del Tesoro y 18.7 millones de dólares por la colocación de Notas del Tesoro.
Para evitar la exposición a las altas tasas del mercado internacional, el ministro del MEF, Felipe Chapman, recibió el aval del Consejo de Gabinete para obtener el financiamiento necesario para fondear el presupuesto de este y los próximos años en el mercado interno, con la colocación de deuda por 6 mil millones de dólares, y otros 3 mil millones de dólares en el mercado externo, pero a través de financiamiento bancario.
El reporte de Financiamiento Público indica que en noviembre se pagaron a capital 125.5 millones de dólares a entidades multilaterales, mientras que en intereses se cancelaron 26.2 millones de dólares relacionados con bonos y 57.7 millones de dólares a organismos como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la CAF, entre otros.
Del saldo total de la deuda hasta el 30 de noviembre, el 81% estaba colocado en el mercado extranjero, de los cuales 32,835 millones de dólares corresponden a emisiones de bonos, 9,533 millones de dólares a entidades multilaterales y 9,723 millones de dólares a financiamiento obtenido en el mercado interno.
También hay otros 1,062 millones de dólares otorgados por bancos privados, como el préstamo aprobado por JPMorgan por mil millones de dólares, y otros fondos aportados por gobiernos y organismos bilaterales.
Panamá comenzó este año con una deuda de 46,894 millones de dólares, lo que significa que, en 11 meses, el saldo se incrementó en 6,979 millones de dólares, de los cuales la mayoría se registró durante los últimos seis meses de la administración del presidente Laurentino Cortizo.
En el pasado quinquenio, el saldo de la deuda se aceleró velozmente al pasar de 25,200 millones de dólares en julio de 2019 a más de 52 mil millones de dólares hasta junio pasado, con un aumento superior al 94 %.
En su último reporte sobre el estado de las finanzas de Panamá, Fitch Ratings indicó que la estabilidad macrofinanciera, sustentada en la dolarización, así como las sólidas perspectivas de crecimiento a mediano plazo de Panamá, centradas en las actividades logísticas y el activo estratégico del Canal de Panamá, se ven contrarrestadas por “debilidades en la gobernanza y las finanzas públicas, incluyendo una base de ingresos gubernamentales estrecha y en erosión, una deuda gubernamental y cargas de intereses elevadas y en aumento, y una fuerte dependencia de los mercados externos para obtener financiamiento”.
Con el informe de noviembre, la deuda representa el 61.1 % del Producto Interno Bruto, y Fitch calcula que cerrará el año en 63.5 %, advirtiendo que esta tendencia alcista se mantendrá en el corto plazo. Un punto que preocupa a las calificadoras es la relación del tamaño de la deuda con los ingresos tributarios, que, en el caso de Panamá, se mantienen en franca caída y, al mes de noviembre, registran un déficit de 1,771 millones de dólares.
“Se proyecta que la relación intereses/ingresos alcance el 19.1 % en 2024, un marcado aumento desde el 10.2 % en 2019, dado el bajo rendimiento de los ingresos y la acumulación de nueva deuda a tasas más altas. Las autoridades han recurrido a préstamos bancarios para retrasar el regreso a los mercados de bonos globales, pero tienen un margen limitado para un mayor endeudamiento en el pequeño mercado local”, indica Fitch.
Al igual que la Cepal, Fitch considera como altamente vulnerable la dependencia de Panamá al mercado externo, ya que estima que, para finales de año, el saldo de la deuda colocada fuera del país representará el 52% del PIB, siendo este uno de los porcentajes más altos entre los países que tienen una calificación BB+, según la calificadora.
Para entender el peso de la deuda sobre las finanzas del Estado, hasta noviembre se habían pagado solo intereses, 2,376 millones de dólares, cifra cercana a los 2,740 millones de dólares que esta semana el Canal de Panamá entregó al Gobierno en concepto de los excedentes y otros cargos registrados durante su año fiscal 2023-2024 finalizado el pasado 30.
Hasta noviembre, el saldo de la deuda externa del país ya representaba el 50.4% del PIB estimado para este año por el MEF.