Panamá es uno de los países de América Latina y el Caribe con más bajo porcentaje de recaudación de impuestos, frente al tamaño de la economía.
La caída de los ingresos es notable, al punto que este año se espera un déficit fiscal mayor al 4% del producto interno bruto, lo que equivaldría a $3,475.4 millones, tomando en cuenta que la proyección del PIB para este año, apunta a que cerrará en $86,885 millones.
El ministro de Economía y Finanzas, Felipe Chapman, ha dicho que tiene varias hipótesis sobre la reducción de los ingresos que están tratando de corroborar en el despacho, debido a que ha disminuido pese a que la economía ha crecido. Pero mientras tanto, deben hacer frente con la contención del gasto.
Uno de los planteamientos que han hecho los analistas internacionales y las agencias, es que las estimaciones de ingresos en el presupuesto no han sido realistas, a lo que el ministro contestó: “estoy de acuerdo”.
“Cuando se mira lo que se había presupuestado en ingresos sí hay una diferencia importante, por ende para hacerle frente a esta situación los gastos se tienen que ajustar, y es lo que hemos estado haciendo cuando anunciamos la contención del gasto de $1,387 millones”, dijo Chapman a inicios de agosto.
Datos de la Dirección General de Ingresos (DGI) detallan que al cierre del mes de julio los ingresos corrientes reflejan un total de $440.9 millones. De esos ingresos, $300.5 millones corresponden a la recaudación de ingresos tributarios, $138.5 millones no tributarios y $1.9 millones a otros ingresos corrientes.
El organismo tributario señala que la totalidad de los ingresos corrientes refleja un déficit de $111 millones con respecto a lo presupuestado de $551.9 millones. En porcentajes, los ingresos están 20.1% por debajo de lo estimado.
Refiere además el reporte de la DGI, que los ingresos corrientes acumulados a julio 2024 totalizaron $3,892.4 millones, reflejando un faltante de $632.8 millones, comparados con lo establecido en el presupuesto del año fiscal 2024. Se había presupuestado recaudar hasta julio $4,525.1 millones, pero la cifra está 14% por debajo de ese monto.
No obstante, la DGI, revela que con respecto al mismo período del año anterior, los ingresos corrientes reflejan un aumento de $105.6 millones.
¿Qué se debe hacer para tener más ingresos?
Consultando varios economistas sobre qué debe hacer Panamá para elevar los ingresos, coinciden en que más que elevar impuestos o colocar nuevas tasas impositivas, es necesario hacer más eficiente el sistema de recaudación, revisar las exenciones y ampliar la base impositiva, es decir la cantidad de personas naturales y jurídicas que paguen impuestos.
En un análisis reciente, Juan José Barrios, economista País del Banco Interamericano de Desarrollo, indicó que Panamá es el país con menores ingresos impositivos de la región. “Es el único país donde los ingresos tributarios han caído desde principios de los años noventa”.
Mientras en América Latina el ingreso tributario como porcentaje del producto interno bruto entre los años 2014 al 2021 promedia el 16%, en Panamá apenas es del 8.5% en ese período.
Según el panorama fiscal de la Cepal, Panamá tiene la tasa de IVA que particularmente se denomina ITBMS (Impuesto de Transferencia de Bienes Muebles y Servicios) más baja de la región y sin embargo reporta 40% de evasión.
Se estima que en Panamá hay más de 30 leyes que otorgan incentivos tributarios a empresas, para promover la inversión y el empleo, pero a expensas de la recaudación.
El economista Eric Molino Ferrer, considera que aumentar la recaudación, no significa aumentar la tasa impositiva de los impuestos. “Un aumento a los impuestos causaría daño porque reduciría el poder adquisitivo de los panameños y desincentivaría la inversión si hacemos un cambio en la tasa del impuesto sobre la renta”, sostuvo.
Recalca que al mes de julio la recaudación de Impuesto Sobre la Renta registra una desviación de 26.4% por debajo de lo presupuestado para el caso de personas jurídicas y de 24% para las naturales. “Esto es un reflejo que la actividad económica no se ha recuperado”.
Además, indica que es clave incrementar la base tributaria, es decir, que más personas paguen impuestos, y una vía es que se reduzca la informalidad y puedan incorporarse al mercado formal.
“Tenemos 765,000 informales que no pagan impuesto sobre la renta y que tampoco pagan seguro social (...) Si bajamos la informalidad del 47% en que está a una tasa de 27% significa que 150,000 personas pasarían a la formalidad y pagarían impuesto sobre la renta y cotizar en el seguro social, eso ayudaría a elevar la recaudación”.
El otro paso es revisar todas las exoneraciones vigentes en el país.
Las agencias de calificación como Moody´s y Standard & Poor’s (S&P) han advertido que es necesario que el país aumente los ingresos y tenga mayor disciplina fiscal, para reducir la incertidumbre y por ende que no se afecte la percepción del país. Se espera que Moody’s revise la calificación del país en octubre de este año, y S&P en noviembre.
El economista Fernando Aramburú Porras, agrega que para mantener una disciplina fiscal y no perder el grado de inversión, además de enviar señales de seguridad jurídica, estabilidad y confianza a los mercados e inversionistas, se debe atacar tanto el tema de la caída de los ingresos para mejorarlos, como reducir los gastos.
“Los inversionistas están viendo las finanzas públicas, y cómo se maneja el gobierno en temas de transparencia y gobernabilidad”, dijo Aramburú Porras.
En el caso de las finanzas públicas, indicó que se debe reducir la evasión fiscal y que los ingresos tributarios que están en el 8% en cuanto al porcentaje del producto interno bruto y deberían estar en 12%. Mientras que el ingreso total del gobierno está en 17% y debería estar en 22% para poder sostener el aparato público y las inversiones.
“Hay que revisar los ingresos, reducir los gastos, los subsidios y acabar con el despilfarro que se ha detectado con planillas brujas, descentralización paralela y otras irregularidades. Además de reducir el tamaño del Estado”, insistió.
A juicio del economista Luis Morán, es vital también diversificar la economía promoviendo la actividad industrial, agrícola y el turismo que en la medida que crecen pueden a su vez generar más ingresos tributarios.
“En la parte tributaria se deben mejorar los procesos para que más empresas recauden y que se reduzca el desempleo y la informalidad. Con altos niveles de informalidad es imposible recaudar más recursos”, expresó.
Tanto Morán, como Molino y Aramburú coinciden en que en lugar de elevar los impuestos, hay que hacer más eficiente la recaudación.