Panamá apoya a Costa Rica en el movimiento de mercancía tras el colapso del Puerto Caldera, la terminal portuaria más importante del país ubicada en el lado Pacífico, que ha llevado a numerosos barcos con carga navideña a desviar su ruta hacia los puertos panameños. En Panamá operan cinco puerto de contenedores -tres en el Atlántico y dos en el Pacífico- donde llega la carga y es transportada por la carretera interamericana hasta llegar a Paso Canoas.
El problema principal del Puerto Caldera en estos momentos es su capacidad de operación insuficiente para manejar el volumen de carga actual. La terminal está funcionando al 90% de su capacidad, lo que ha generado congestión y colapso en las operaciones.

De acuerdo con las autoridades, esto se debe a la falta de infraestructura adecuada para gestionar la creciente demanda, lo que resulta en largos tiempos de espera para los barcos que llegan a descargar y cargar mercancías.
Frente a esta situación, Panamá mantiene un sistema logístico robusto, capaz de apoyar las contingencias de otros países. dijo Max Florez, director general de Puertos e Industrias Marítimas Auxiliares de la Autoridad Marítima de Panamá. “Nuestra infraestructura ha demostrado ser un pilar fundamental para la región, gestionando con éxito las necesidades de otros países en situaciones coyunturales”, comentó Florez.

Ante la falta de capacidad del Puerto Caldera, los importadores costarricenses están trasladando sus productos vía terrestre a través de Paso Canoas, en Chiriquí, lo que representa un costo adicional de entre $1,000 y $1,500 por contenedor. Esta opción ha resultado más rápida que esperar a que los barcos puedan desembarcar en Caldera, que enfrenta una alta congestión, especialmente en la temporada de alta demanda comercial.

Utilizar la vía terrestre es más rápido que esperar a que los barcos puedan desembarcar en Caldera, en Puntarenas, debido a la poca capacidad del puerto. según señaló el presidente de la Cámara de Comercio de Costa Rica, Arturo Rosales, citado por El Observador.
Recientemente, Costa Rica anunció el inicio de la licitación internacional para contratar una nueva empresa que opere la terminal a partir de 2026, cuando vence el contrato con la Sociedad Portuaria de Caldera (SPC). Mientras tanto, el puerto requiere una inversión inmediata de $30 millones para mejorar su capacidad, mientras se construye una nueva terminal en Puntarenas.
Se calcula que la construcción del nuevo puerto, tendrá un costo de $600 millones con facilidades para contenedores, mercancía granelera y de carga general.

