El mundo está cambiando radicalmente con las llamadas tecnologías de frontera, que son las que aprovechan la digitalización y la conectividad con bajas emisiones de carbono para generar nuevas áreas de negocio, además de avances en todos los ámbitos de la sociedad, desde económicos, sociales, científicos, de salud y educativos, por citar algunos.
Se trata del desarrollo de 17 tecnologías estratégicas: Inteligencia Artificial, internet de las cosas, big data, blockchain, nanotecnología, 5G, impresión 3D, robótica, drones, edición de genes, nanotecnología, energía solar, eólica, movilidad eléctrica, hidrógeno verde, biocombustible, y biomasa.
Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y Desarrollo (Unctad) estas tecnologías tienen el potencial de crear un mercado valorado en 9.5 millones de millones de dólares (trillones en inglés) para el año 2030, es decir, que en menos de una década, serán la base de un nuevo ecosistema, y son pocos los países que están creando y manejando la mayor proporción de patentes e invenciones alrededor de ellas y por su puesto aplicándolas en su cotidianidad.
Solo en el caso de las tecnologías de vehículos eléctricos, energía eólica, solar y de hidrógeno verde, la Unctad estima un mercado que llegará a los 2.1 millones de millones de dólares para 2030, cuadruplicando el valor actual.
Quienes desarrollen manufactura de autos eléctricos formarán parte de ventas que pasaran de 163 mil millones de dólares, que es el valor actual de mercado, a 824 mil millones de dólares dentro de apenas siete años.
¿Qué tan preparado está Panamá?
En el Informe sobre Tecnología e Innovación 2023 publicado recientemente por la Unctad, se clasifica a 166 países en un índice que mide qué tan preparados están para aprovechar esas nuevas tecnologías, desarrollarlas y usarlas, según la capacidad que tienen en investigación y desarrollo, conectividad, madurez de la industrialización o manufactura, acceso a financiamiento y habilidades del recurso humano.
En la clasificación, los países de América Latina, el Caribe y el África subsahariana son los menos preparados para aprovechar las tecnologías de vanguardia y corren el riesgo de perder las oportunidades tecnológicas actuales, advierte el organismo.
En específico, Panamá aparece en el puesto 71 de 166 naciones. El país retrocedió 4 escalones desde la medición del año 2021, y muestra debilidades en el indicador de investigación de desarrollo (puesto 102), donde falta más inversión y en el de habilidades (puesto 89).
Mientras que en la medición de acceso al financiamiento, Panamá sale bien evaluada al ubicarse en el rango 27. En temas de industrialización, está en el puesto 40, y en acceso a tecnologías de la información y comunicación que mide por ejemplo la conectividad a internet, entre otros, está en el rango 66.
El índice arrojó que economías como las de Estados Unidos, Suecia y Singapur reciben las puntuaciones más altas en 2022 en una escala de 0 a 1. En ese rango, Panamá aparece con un puntaje de 0.54, clasificada como un nivel medio alto y con muchas opciones para mejorar.
En específico, el informe ubica a Panamá como parte de los países que pueden lograr diversificarse y obtener mejores resultados con el impulso de nuevos productos y tecnologías verdes. La Unctad refiere que incluso países como Senegal, Panamá y los Emiratos Árabes, pueden atraer a emprendedores a desarrollar productos verdes que tengan gran demanda para la exportación.
El presidente de la Cámara Panameña de Tecnologías de Información, Innovación y Telecomunicaciones (Capatec), José Cuervo, considera que hay oportunidades para lograr que Panamá sea un hub de negocios digitales, pero es necesario que se articulen las acciones tanto de entidades públicas como privadas para impulsar más el uso de esas herramientas.
“Veo a muchas universidades e instituciones capacitando a estudiantes, así como las empresas privadas invirtiendo en su recurso humano, entonces creo que sí tenemos el capital humano que se requiere para manejar las nuevas tecnologías, pero falta mayor articulación”, sostuvo Cuervo.
Indica que hay esfuerzos en la Universidad Tecnológica de Panamá trabajando con robótica, generando oportunidades para crear patentes, igual en la Fundación Ciudad del Saber. “Hace falta es una ruta como país para que todos los actores sumen sus iniciativas y se cristalice el tan deseado hub digital de nuevos negocios”, agregó el presidente de Capatec.
Alejandro Carbonell, director del centro de innovación de la Fundación Ciudad del Saber, indica que aunque hay iniciativas de desarrollo con nuevas tecnologías como big data, blockchain, inteligencia artificial y robótica, efectivamente hace falta hacer más. “El estudio de la Unctad efectivamente dice que hace falta más capacidad de recurso humano y lo que vemos es que actualmente las universidades panameñas no están graduando suficiente personal capacitado en estas áreas. Los pocos que salen graduados se van a empresas internacionales en otros países o continúan sus estudios en el exterior”, menciona Carbonell.
Considera que es un reto que Panamá como país, pueda atraer a más empresas que quieran poner sus negocios de estas tecnologías de conectividad en el mercado panameño. “Tenemos que ser competitivos tanto para el talento, como para atraer a inversionistas de esas tecnologías que requieren grandes sumas de dinero para montar por ejemplo plantas de hidrógeno verde, pero que también se creen oportunidades de capacitación y empleo para el capital humano local”, sostuvo Carbonell.
En el caso del desarrollo de energías limpias y verdes, expertos en el tema ven más claridad de acción coordinada en Panamá para aprovechar la transición energética y las nuevas energías como el hidrógeno verde, solar, la movilidad eléctrica y los combustibles alternativos, además con una visión no solo de país sino de bloque centroamericano, indicó Massimo de Luca, jefe de sección comercial de la Unión Europea en la región.
“Panamá está entre los 10 países de la región donde hay más energía renovable, por que abre muchas oportunidades para desarrollar hidrógeno verde a partir de esas energías limpias”, apuntó al indicar que la Unión Europea busca apoyar que se acelere la transición energética regional desde las instituciones públicas y también fomentando la inversión para la generación, transmisión y distribución de estas energías alternativas que además incluye combustible limpio para el transporte marítimo, terrestre y aéreo.
Para la industria logística panameña las nuevas tecnologías descritas por la Unctad abren un mundo de nuevas oportunidades para el país como hub de servicios marítimos y de transporte de carga. Alberto López Tom, expresidente del Consejo Empresarial Logístico, indica que la cadena logística está incorporando tecnología de punta como en análisis de big data, además de blockchain para la trazabilidad de la carga y ahora la inteligencia artificial que plantea nuevos desafíos y retos para la industria.
“Panamá como hub logístico líder en la región tiene el deber y la obligación de mantenerse a la vanguardia en la incorporación y adopción de nuevas tecnologías para mejorar no sólo la eficiencia de los procesos locales, sino asegurar la integridad y seguridad de la cadena logística, integrando nuestros sistemas locales a sistemas regionales de puertos, navieras y empresas involucradas en el sector”, indica López Tom.
¿Cómo está el resto de la región?
En la región, según el índice de la Unctad, Brasil destaca al ocupar el lugar 40 en el índice con un puntaje de 0.71 y un nivel alto para aprovechar todas las inversiones y el desarrollo de las nuevas tecnologías de frontera, principalmente para inversiones y desarrollo de biocombustible.
Chile tiene un puntaje de 0.65 puntos, y clasifica en el puesto 48 de 166 con un nivel medio alto. En habilidades cuenta con una clasificación de 46, en investigación y desarrollo 40 y en financiamiento de 19, pero en el rango de industrialización está en el 103.
Costa Rica sobresale con 0.61 puntos en el puesto 57 del índice, México está en el puesto 61 con 0.58 puntos y destaca por su alto nivel de manufactura que lo lleva al rango 31 en ese indicador, mientras que en el financiero esta en el 96, en habilidades en el 73 y en investigación y desarrollo en el 45.
Otros países por encima de Panamá son Uruguay (puesto 63) y Argentina (65). Colombia está a un escalón por debajo de Panamá en el puesto 72 con un puntaje igual de 0.54, pero supera a nuestro país en niveles de investigación y desarrollo, y en habilidades del recurso humano, mientras que muestra deficiencias en temas de financiamiento, industrialización y conectividad en comparación con el istmo.
¿Qué deben hacer los países?
El organismo para el comercio y el desarrollo precisa que para lograr aprovechar el beneficio de esta nueva revolución de la tecnología verde, es necesario que los países cuenten con políticas industriales, de innovación y energéticas que sean proactivas y atraigan inversión. Shamika N. Sirimanne, directora de la división de tecnología y logística de la Unctad indica que principalmente los países en desarrollo tienen que actuar con decisión y urgencia para encontrar las respuestas en políticas públicas correctas.
“A medida que los países en desarrollo responden a las urgentes e interconectadas crisis actuales, también deben tomar medidas estratégicas a largo plazo para desarrollar capacidades tecnológicas y de innovación que estimulen el crecimiento económico sostenible y aumenten su resiliencia ante futuras crisis”, destaca Sirimanne en el informe de la Unctad.
Una de las tareas, es invertir más en tecnología verde, concientizar sobre el consumo de esos bienes y servicios verdes, elevar la inversión en investigación y desarrollo, y además reforzar urgentemente las habilidades técnicas de los trabajadores.
Precisa que es vital abordar invertir más en infraestructura de tecnologías de la información y las comunicaciones para reducir las brechas de conectividad que existen entre pequeñas y grandes empresas y entre zonas urbanas y rurales para que el acceso sea en igualdad de condiciones.
“Esta nueva oleada de cambio tecnológico tendrá fuertes efectos sobre la economía mundial. Los países en desarrollo deben quedarse con una parte mayor del valor generado en esta revolución tecnológica para que sus economías crezcan”, plantea la secretaria general de la Unctad, Rebeca Grynspan.
Advierte que dejar escapar esta oleada tecnológica, tendría consecuencias negativas para los países, por lo que insiste en que se debe destinar mayor inversión y crear incentivos para atraer el capital para el impulso de las tecnologías verdes.