Panamá es un país clasificado como de alto ingreso económico, pero registra indicadores de desigualdad social y económicos preocupantes. Así lo planteó la representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Panamá, María del Carmen Sacasa, al hablar de oportunidades para mejorar la inclusión social y financiera, en un foro organizado por Banistmo.
“El tema de la desigualdad se exacerbó con la pandemia Ya sabíamos que teníamos desigualdades importantes en diferentes ámbitos, particularmente para las mujeres, las niñas y los jóvenes, pero el retraso ahora se incrementó en 18 años principalmente para el empoderamiento económico de la mujer”, sostuvo Sacasa, al conversar con La Prensa
La representante del PNUD advierte que Panamá ya tenía un índice de desigualdad alto, y luego de la crisis sanitaria ocupa el tercer lugar como el país más desigual de la región y el duodécimo a nivel global.
Explica que la causa de este aumento en la desigualdad es múltiple, asociada en parte a la crisis sanitaria, pero también a la afectación que ha habido en la dinámica del mercado laboral, también a los impactos con la crisis climática entre otros sucesos ocurridos en los últimos años.
“Panamá es un ejemplo de esa diversidad cultural, pero también de las desigualdades que también se pueden encontrar en el resto de los países de América Latina , si aquí se logra superar este reto, puede ayudar a la región como referencia”.
“Estamos perdiendo [el potencial] de la mitad de nuestra población por esa desigualdad, en lugar de estar generando más bienestar económico y social para todos y todas, y además que logremos incluir a las mujeres de forma efectiva en la sociedad”, apunta Sacasa, al recalcar que una cosa es el avance y desarrollo que se percibe en ciudad de Panamá y el contraste con las necesidades y deficiencias que reflejan las poblaciones en el interior del país, y cita como ejemplo en provincias como Darién y Bocas del Toro.
La representante del PNUD precisa que para reducir esa desigualdad es importante que las políticas públicas que se diseñen tomen en cuenta la heterogeneidad que tiene el país.
“No se pueden aplicar e implementar de la misma manera en todo el país las políticas públicas”.
Otra recomendación que hace es fomentar más la inclusión financiera tanto de los jóvenes como de las mujeres.
“Muchas mujeres tienen negocios pero no logran el anclaje necesario para tener una cadena de valor que les permita incluso exportar sus productos y tener productos de mejor calidad, es importante enseñarles a manejar mejor sus finanzas”.
Además de que aprendan a tener el poder de negociación financiera.
Inclusion laboral
49%
Del total de la población económicamente activa en Panamá, 49% son mujeres, 26.3 puntos porcentuales inferior a la participación de los hombres. En América Latina la participación laboral femenina alcanza el 52%, 23 puntos porcentuales inferior a los hombres.
23.8%
La tasa de desocupación entre los jóvenes de 15 a 24 años en Panamá es de 23.8%, siendo más profunda enre las mujeres.
Más habilidades tecnológicas
Otro reto que menciona es que la inserción de las mujeres en igualdad de oportunidades en el mercado laboral.
Indica que uno de los desafíos es contar con las habilidades que necesitan en materia de tecnología y digitalización de los procesos.
Sostiene Sacasa que 75% de los empleos del futuro en el mundo hacia el año 2050, requerirán habilidades digitales y hoy en día la brecha que existe es muy alta entre quienes cuentan con estos conocimientos y herramientas y quienes no cuentan con esas capacidades.
“No es tener internet solamente, ni tener un teléfono, es saber usar la tecnología para sacarle mayor provecho y generar oportunidades de inclusión y de negocios”.
Refiere que la realidad es que apenas 3 de cada 10 mujeres saben manejar las herramientas digitales. Pero además es fundamental que tengan la capacidad analítica y de comprensión para usar la tecnología.
La representante del PNUD se cuestiona si actualmente el sistema educativo está capacitando a los jóvenes en las herramientas que el mercado laboral requiere.
Precisa que hay que entender el cambio que demandan los jóvenes.
“El lenguaje hoy en día es distinto, entonces necesitamos poder llegar a esa juventud con información adecuada que les permite realmente capturar su atención y querer insertarse dentro de esta nueva forma y mercado laboral”.
En Panamá las mujeres ocupan el 24.36% de los empleos vinculados a tecnología y comunicación, y hay una gran oportunidad por fomentar más habilidades en este área, al igual que en las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemática entre otras).
De 14 países en Latinoamérica y el Caribe, Panamá ocupa el lugar 11 en acceso a internet para las mujeres, pero solo 50% de ellas están conectadas aprovechando esas herramientas para potenciar y agregar valor a sus negocios.
“Yo creo que ahora hay que buscar aceleradores, es decir, mecanismos que nos permitan dar saltos cualitativos en un corto período de tiempo para avanzar, porque de lo contrario nos va a tomar muchísimo tiempo y creo que hay aliados estratégicos en este ecosistema dispuestos a ayudar para crear una mayor inclusión social”, sostuvo.
Recalcó que las desigualdades estructurales repercuten más en las mujeres, de allí que es importante que Panamá avance en superar estos problemas y sea referencia en la región de los logros que se puedan obtener.