Hasta el mes de agosto de este año el país había exportado $30.8 millones en desperdicio y desechos de chatarra de fundición.
Las estadísticas oficiales de la Oficina de Inteligencia Comercial (Intelcom) reflejan el comportamiento de una actividad que se está abriendo camino a través de los altavoces instalados en autos, desde los que se grita la icónica consigna: “Hierro viejo, se compra. Lavadora, secadora, aire acondicionado, se le compra”.
La mayoría de la materia prima se compra como chatarra, para luego fundirla y enviarla fuera de Panamá. En el caso del hierro, desde Panamá se exportan aproximadamente 15,000 toneladas mensuales, de acuerdo con cifras de la Autoridad Nacional de Aduanas.
El material se envía a países como Tailandia, Bangladesh y Colombia, que son los principales receptores de hierro reciclado procedente del país.
“El hierro es uno de los metales más utilizados en la industria automotriz, la construcción y en la fabricación de electrodomésticos y línea blanca. Puede reciclarse ilimitadamente, sin perder ninguna de sus propiedades originales”, indicó Cindy Riascos, subgerente de Recimetal Panamá.
Las empresas recicladoras locales compran el hierro a precios que oscilan entre cinco y nueve centavos por libra, dependiendo de la época del año y la demanda internacional.
El material se funde en hornos industriales para producir nuevamente hierro o para aleaciones como el acero, utilizados en la fabricación de estructuras para construcciones, vehículos y maquinaria.
A juicio de Riascos, el hierro promueve el reciclaje de otros metales como el aluminio, el cobre y el bronce.
Aunque el aluminio se encuentra comúnmente en latas de bebidas, cuando se reciclan estructuras como artefactos de línea blanca, partes de autos o algunos residuos para la construcción, también es fácil segregar de ese hierro partes de aluminio.
En tanto, el cobre se obtiene en motores y artefactos eléctricos. Por lo tanto, al tiempo que se recicla hierro o chatarra también se pueden gestionar y recuperar otros metales con potencial para ser reciclados.
El valor por libra del aluminio oscila entre 25 y 60 centavos, mientras que el cobre oscila entre $2.40 y $2.60 por libra, precios que pueden variar a lo largo del año.


