Panamá lidera altos precios en medicinas

Panamá lidera altos precios en medicinas
El estudio de Indesa determinó que los países que tienen medicamentos privados más baratos es porque el Estado es supremamente más eficiente que en Panamá. Y esa disponibilidad de medicamentos en el ala gubernamental hace que descienda el precio en las farmacias. Archivo


Panamá tiene los medicamentos más costosos, si se compara con cinco países de América Latina y el Caribe. Y si se mide con Paraguay, Chile y Uruguay, también se observa una tendencia de altos precios que no favorece a los consumidores y pacientes en el país.

La firma Indesa, conocida por sus investigaciones y análisis económicos, hizo un estudio durante los últimos 12 meses sobre el complejo mercado de los medicamentos, considerando por lo menos 8 países de la región y aspectos relevantes de Canadá y algunas naciones europeas.

El análisis se hizo comparando los precios de venta en el sector privado de medicamentos, pero inevitablemente se incluyeron algunos aspectos del mercado público, que inciden en el comportamiento de toda la industria.

Se evaluó el precio de 75 moléculas, entre innovadores, genéricos 100% intercambiables y genéricos similares.

Indesa se fue a Nicaragua, El Salvador, Colombia, República Dominicana y Costa Rica, y quedó validada la hipótesis: los medicamentos en Panamá sí son más caros, dijo Felipe Chapman, socio de la firma. En el país, el precio está 27.8% por encima del punto medio.

Esto no quiere decir que todos los medicamentos evaluados tienen un precio más alto. Pero sí se pudo corroborar que Panamá resultó ser un mercado más costoso en el 80% de la muestra.

Hay algunos productos cuyo precio es exageradamente más alto, mientras que otros son ligeramente más costosos. Y en muy pocos casos, el precio puede resultar más bajo.

Panamá lidera altos precios en medicinas

A través de una presentación vía Zoom, Chapman afirmó que hay una multiplicidad de factores a los que se le pueda atribuir el alto costo de los medicamentos y también insistió en que ningún mercado es igual al otro.

No obstante, empezó por detallar que el diagnóstico reveló que los costos de importación para Panamá son altísimos.

Por ejemplo, se observa que un fabricante puede vender al mercado panameño una tableta en 10 centavos, esto sin incluir el margen de ganancia del distribuidor o la farmacia; mientras que en Medellín, Bogotá o Cartagena, en Colombia, el consumidor encuentra el mismo medicamento a un centavo.

Habrían varias razones detrás de esto. Primero, el tamaño del mercado. “No es lo mismo 4 millones de habitantes que 50 millones de habitantes”, dijo el economista.

Pero aunque esto suele tener un peso en la ecuación, hay otros elementos que están definiendo con más presión el comportamiento de los precios.

A lo interno de Colombia, al igual que otros países como Uruguay, hay una robusta industria local que produce medicamentos genéricos de alta calidad, lo cual empuja los precios de toda la industria a su terreno.

Del total del mercado colombiano, más de la mitad está en manos de los genéricos fabricados en su territorio porque el mercado está familiarizado con ellos, confían en el producto y se ha desarrollado una preferencia debido a su costo- beneficio.

Uruguay, con menos población que Panamá, tiene una importante fabricación local y el Estado prioriza sus genéricos de alta calidad en la compra de medicamentos.

En Panamá, sin embargo, los médicos prescriben mayormente productos innovadores, hay un bajo consumo de genéricos, especialmente de calidad e intercambiables, al tiempo que la industria nacional es muy pequeña y tiene pocos incentivos para expandirse.

Panamá lidera altos precios en medicinas

Por otro lado, una característica del mercado panameño es la débil vigilancia de prácticas de competencia, a pesar de que no se observa colusión o monopolios, como, dijo Chapman, según la información recopilada al momento del estudio.

Algo que también influye en los precios es la insuficiencia de información para la toma de decisiones del consumidor. “Hay países que tienen aplicaciones móviles, con las cuales el consumidor puede ver el precio y disponibilidad de un medicamento en toda la República, en qué farmacia está más barato y cuáles son las opciones”. Esto genera una competencia sana porque las fuerzas del mercado y el consumo modifican el comportamiento de los precios, dijo Chapman.

Una debilidad local, que es identificada como el núcleo del problema, es la deficiencia del mercado institucional, lo cual provoca un desbalance en el mercado privado.

En los países en los que encontraron medicamentos más baratos en el sector privado, “el Estado es supremamente más eficiente que en Panamá. El equivalente a la Caja de Seguro Social en esos países siempre tiene medicamentos con todas las opciones y genéricos 100% intercambiables”, dijo Chapman.

Cuando evaluaron las condiciones en otros países para entender el comportamiento de los costos de importación, se pudo validar que Panamá está en desventaja al observar el mercado de Chile, Perú, México y Paraguay.

En este punto ocupa una importante cuota de incidencia el hecho de que el mercado panameño está fragmentado, entre el sector público y el privado, lo que da como resultado una poca capacidad de negociación en los precios.

El informe de 76 páginas, en el que se valida cada una de las conclusiones, incluyó cerca de 40 recomendaciones. El documento fue entregado hace dos días al presidente Laurentino Cortizo, en vista de los altos precios que experimenta el país, el hartazgo social por no haber disponibilidad de medicinas en el sector público y los riesgos que se observan al tomarse decisiones, como la fijación de precios, sin haber estudiado el mercado.

Chapman compartió algunas de las sugerencias del estudio, entre las que destacó la necesidad de modernizar la gestión del mercado institucional y hacer compras a gran escala, evaluando mecanismos integración público- privada para la adquisición de medicamentos conjunta que permita bajar los precios.

Se tiene que fomentar la importación y fabricación de genéricos que tengan la misma eficacia del innovador. Y robustecer el poder del consumidor. No se trata de una solución mágica, única o fácil si es que se quiere dar un giro de 180 grados a los altos precios que presionan a todos los panameños.


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