Panamá está al borde de perder el liderazgo en el registro de buques que ha mantenido desde 1993, por no ejecutar cambios estructurales en el modelo de negocio, actualizar el servicio digital y no reformar la legislación, afirman representantes del sector marítimo.
En los últimos 29 años, la bandera panameña ha ondeado en la flota mundial, manteniendo el liderazgo en el número de embarcaciones y el mayor tonelaje, pero Liberia e Islas Marshall, sus dos competidores mas cercanos, han desarrollado estrategias que les ha permitido un crecimiento más rápido. El registro panameño tiene una administración estatal, que es un factor positivo por la seguridad jurídica que brinda, sin embargo, no escapa a la burocracia y demora en los procesos en medio de un mundo cada vez más digitalizado. En tanto, Liberia e Islas Marshall son administrados por empresas privadas concesionadas por el Estado, factor que podría ofrecerles más ventaja.
La alerta sobre la posibilidad de que Panamá pierda el primer lugar en el registro de buques en 2023 la planteó el propio director de Marina Mercante de la Autoridad Marítima de Panamá, Rafael Cigarruista, durante una reunión con la Cámara Marítima de Panamá, donde habló sobre el “Panorama actual del Registro de Buques de Panamá” y en la cual estuvieron representantes del sector marítimo.
1917
A través de la Ley 63 del 15 de diciembre de 1917 se creó el Registro Internacional de Buques en Panamá para atender las necesidades de la comunidad marítima internacional.
Se señalan varios factores que le han quitado competitividad al registro panameño: la falta de una plataforma digital actualizada y que permita atender con mayor rapidez a los clientes, así como la necesidad de hacer modificaciones a la Ley 57 (Ley General de Marina Mercante), del 6 de agosto de 2008.
Igualmente, se menciona como otro factor desfavorable el cambio de funcionarios de jerarquía en la Dirección de Marina Mercante, cada cinco años, cuando ocurre el relevo de mandato presidencial en el país.
Cigarruista afirma que en julio del 2019, cuando asumió el cargo, encontró el crecimiento del registro en negativo (-2.7%) y, para diciembre del mismo año, la tendencia ya se había empezado a revertir, cerrando el año con -0.6%. A partir de mayo de 2020, el registro se ha mantenido en números positivos, alcanzando en su mejor momento 3.9% de crecimiento en diciembre de 2020, según reportes estadísticos de Clarksons Research.
Actualmente, la flota panameña está compuesta por 8,587 naves registradas de distintos países, las cuales representan 239.4 millones de toneladas de registro bruto, según la plataforma internacional IHS Markit.
Sin embargo, el porcentaje de crecimiento de Liberia e Islas Marshall ha sido mayor. Liberia sobrepasó los 200 millones de toneladas de registro bruto y se acerca al tonelaje panameño.
Este diario consultó a Cigarruista sobre los desafíos del registro para los próximos años. Respondió que los efectos en la economía mundial contraída por la pandemia de la covid-19, aunado al aumento del precio del combustible, los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania, entre otros, también afectaron a este sector.
Panamá es líder en el segmento de graneleros con el 22% de la flota internacional de este tipo de naves, mayormente de dueños japoneses. No obstante, en otros mercados como los de China y Grecia, Liberia ha tomado ventaja con un mayor abanderamiento.
¿Panamá podría perder el liderazgo en abanderamiento de naves en 2023?
“El negocio del registro de naves es muy dinámico y como en todos los mercados se necesita hacer una revisión al modelo de negocios y las estrategias con las cuales se compite internacionalmente, estas revisiones deben hacerse con una frecuencia no más allá de 2 a 3 años, acá no se revisa el marco regulatorio desde 2008. Tampoco podemos perder de vista la afectación que representa la inclusión en listas grises en sectores donde existe el financiamiento de naves. Debemos tener presente que en Panamá no se construyen naves, no se financian y tampoco tenemos los armadores operando o residiendo en nuestro país”.
Al iniciar la administración de Laurentino Cortizo y luego de realizar un análisis de las fortalezas, debilidades, oportunidades, y amenazas, “nos planteamos que la ruta a seguir respondería a 4 pilares estratégicos que son la atención al cliente (mejor servicio), el cumplimiento internacional, la tecnología e innovación, y la reingeniería de los procesos. Atendiendo a esto, hemos podido disminuir la fuga de clientes y la pérdida de mercado”.
Por su parte, el subdirector de Marina Mercante, Demóstenes Sánchez, subrayó que “nuestra responsabilidad debe ser mantenernos como líderes en abanderamiento y darle un plus en servicios a la comunidad marítima internacional”.
Sánchez, quien labora en ese cargo desde el inicio del actual gobierno y con más de 13 años vinculado al registro panameño, destaca que “se requiere voluntad, trabajo en equipo y, por su supuesto, integrar a todos los actores para ese plan de acción. Aquí no es una bandera política sino la bandera de Panamá”.
Gremios reaccionan
El presidente de la Cámara Marítima de Panamá, Enrique Clément, reconoció que Panamá ha venido perdiendo ese liderazgo en el registro desde hace más de 15 años. “No hemos querido salir del área de confort en el que hemos estado”, dijo.
“Es un hecho que vamos a perder la primera posición, sin embargo debemos trabajar en conjunto (gobierno/sector privado) para crear nuevos pilares y estrategias, no para ser número uno, pero sí para seguir estando en los primeros puestos. Hoy es Liberia, pero aún hay otros que si no reaccionamos, nos van a pasar”, advirtió.
La Asociación Panameña de Oficiales de Marina (Apom) también ha expresado su malestar al señalar que las autoridades no han tomado las medidas para evitar que el registro panameño pierda competitividad frente a otros pabellones internacionales


