La suerte está echada. A finales de esta semana se sabrá si finalmente Panamá sale o no de la lista gris del Grupo de Acción Financiera (GAFI), una vez culmine la reunión plenaria del organismo el próximo 27 de octubre, misma que se está llevando a cabo en estos momentos en París, Francia.
Allá se encuentra una nutrida delegación del gobierno panameño, que viajó desde la semana pasada para sostener reuniones anticipadas y tomar la temperatura del encuentro.
El ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander, se reunió con el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Mathias Cormann, con quien habló sobre el desarrollo y crecimiento económico de Panamá, la transparencia financiera y fiscal internacional, el medio ambiente, la transición “verde y justa” y la cooperación de la OCDE con los países de América Latina y el Caribe, de acuerdo a la entidad.
En el gobierno están optimistas. El MEF reiteró que ha desarrollado “una estrategia transversal para la salida de las listas discriminatorias a nivel internacional, unas relacionadas con la prevención contra el blanqueo de capitales y financiamiento del terrorismo, y otras respecto a la cooperación fiscal internacional”.
Además, la entidad regente dijo el mes pasado que con el fin de asegurar el cumplimiento de las normas de transparencia fiscal internacional y ser excluido de las listas discriminatorias -la de blanqueo de capitales de la Unión Europea y la de paraísos fiscales de este organismo- Panamá está implementando “una serie de medidas que garanticen establecer una base sólida para fomentar la buena gobernanza en el ámbito fiscal”.
Carlos Barsallo, abogado y expresidente del capítulo panameño de Transparencia Internacional, considera que “probablemente” Panamá saldrá de la lista gris porque formalmente ha cumplido -según el propio GAFI- con los 15 puntos del plan de acción. Pero, según analizó el jurista, de darse, no habrá sido un camino fácil.
A Panamá “se le dificultó mucho salir de la lista de países con deficiencias significativas en el combate al blanqueo. Cuando Panamá ingresó por tercera vez en la lista del GAFI, en junio de 2019, otras 11 jurisdicciones la acompañaban: Cambodia, Paquistán, Botsuana, Etiopía, Ghana, Trinidad y Tobago, Bahamas, Sri Lanka, Tunicia, Siria y Yemen”.
Sin embargo, a junio de 2023, de las 11 jurisdicciones que estaban con Panamá hace 4 años en la lista, solo quedan 3: Yemen, Siria y Panamá. En otras palabras, las otras 9 jurisdicciones lograron salir de la lista antes que Panamá, de acuerdo a Barsallo, quien recuerda además que a pesar de que la ayuda al lavado internacional ha disminuido y la cooperación con otros países ha aumentado, el problema de la corrupción sigue siendo local y “la solución debe ser local”.
Por otro lado, el economista Francisco Bustamante dijo previamente a La Prensa que como Panamá acaba de pasar la inspección de Gafilat y la visita institucional del organismo, espera que las adecuaciones realizadas al marco legal y las estructuras administrativas, el país podría salir de la lista gris.
La reunión plenaria del organismo comenzó ayer 25 de octubre por dos días. Allí participan 200 países miembros del organismo e instituciones observadoras como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, las Naciones Unidas, Interpol, entre otros.
En la plenaria se discutirá también las nuevas modalidades para el financiamiento del terrorismo, flujos financieros ilícitos provenientes del fraude cibernético, las directrices para fortalecer los estándares contra el uso indebido de organizaciones sin fines de lucro y cómo mejorar la recuperación de activos.
Una vez culmine la reunión, se darían a conocer el veredicto final sobre la continuidad o no de Panamá en la lista gris.