El 8 de febrero a las 10:00 a.m., el Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes) convocó a la subasta de varios palcos del ahora remodelado estadio Rommel Fernández Gutiérrez.
El llamado coincidió con el inicio del Carnaval, que comenzaba el viernes 9 de febrero, y con los días de la campaña electoral, cuando se intensificaban los recorridos políticos de candidatos a la Asamblea Nacional, juntas comunales, alcaldías y a la Presidencia de la República.
La convocatoria se hizo para subastar siete palcos, de los cuales se concretó el arrendamiento de cinco, por más de $1 millón. Los cinco palcos tendrán inquilinos por 20 años.
Se supone que la convocatoria, a través de una subasta, era para provocar una puja y repuja que elevara el precio a favor del Estado, en esta ocasión bajo la rectoría de Pandeportes.
Pero de las cinco propuestas que se adjudicaron, solo en dos hubo un intento de competencia, de acuerdo con los documentos que hacen parte del proceso de contratación.
La subasta fue convocada por Luis Arce, el director de Pandeportes, quien reemplazó en el cargo a Héctor Brands, quien volvió a su curul en la Asamblea Nacional en 2023, a la que pretendía reelegirse, sin éxito alguno.
Los tres palcos adjudicados sin rivales a la vista quedaron en manos de las empresas: Negocio Triple RRR, GM Pest Control Inc. y Compañía de Seguridad y Protección Istmeña.
En tanto, Luminox Construction S.A. y Healthcare Products Centroamérica también estuvieron entre las galardonadas, aunque con una puja que las obligó a elevar su oferta.
Las actas de adjudicación se emitieron el 16 de febrero, es decir, 8 días calendario después del llamado a la subasta.
Llama la atención que la subasta se hiciera antes de entregarse el estadio remodelado, lo cual podría haber incidido, a favor del Estado, en el precio de alquiler de los espacios exclusivos.
Aún así, Pandeportes puede alegar que fue un buen “negocio”, cuando colocaron en el pliego de condiciones que el precio de referencia era de $67,859
El presidente Laurentino Cortizo Cohen inauguró el pasado 30 de mayo la remodelación efectuadas en el Estadio Rommel Fernández Gutiérrez, con lo que se reabrió el coliseo deportivo que cuenta ahora con las condiciones para la celebración de los torneos de fútbol locales e internacionales y con las especificaciones exigidas por la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).
Respecto a los palcos, a la empresa Negocio Triple RRR se le rentó el espacio de 34.78 metros cuadrados por $200,332. Pandeportes calculó el canon anual en $10,016.
GM Pest Control Inc. consiguió 22.91 metros cuadrados por $121,420 por dos décadas. Anualmente debe pagar $6,071.
Por su parte, Compañía de Seguridad y Protección Istmeña tiene el mismo espacio y se comprometió a pagar $131,961 por todo el periodo de arrendamiento.
Considerados como espacios de lujo, los palcos son áreas exclusivas, creadas en el principal estadio de fútbol del país, como un concepto de comodidad y exclusividad al momento de ver los partidos.
En lo que respecta a Healthcare Products Centroamérica, el palco por el que pujó es de 62.26 metros cuadrados y terminó ofertando $435,756, cuando el valor inicial era de $313,790.
Luminox Construction, por su lado, ofertó $219,872 por 34.70 metros cuadrados. El valor inicial de este espacio era de $199,872.
Los otros dos palcos se quedaron sin inquilinos, porque nadie se interesó en ocuparlos.
Se supone que el dinero que se obtiene por el canon de los palcos se utiliza para el mantenimiento del estadio.
En el Rommel Fernández hay 31 palcos en el área oeste y otros 36 en el ala este. Se desconoce cuál es el estatus de todos los espacios. Algunos son reservados para organizaciones deportivas ligadas al fútbol y también a la Presidencia de la República.