Pese al incremento interanual del 9.8% que registró el producto interno bruto (PIB) de Panamá en el segundo trimestre del año, la economía todavía no alcanza los niveles previos a la pandemia de la coronavirus (covid-19).
De acuerdo con la Contraloría General de la República, entre abril y junio de este año la economía generó 9 mil 925 millones de dólares, lo que representa un incremento de 886.6 millones de dólares frente a igual periodo de 2021, pero la cifra es un 5.4% inferior al segundo trimestre de 2019.
Sumando los seis primeros meses del año, el PIB alcanzó los 21 mil 22 millones de dólares, cuando hace tres años fue de 21 mil 96 millones de dólares.
La Contraloría destaca el comportamiento durante el segundo trimestre de las actividades internas de transporte y comunicaciones, comercio, construcción, industria manufacturera, sector inmobiliario, servicios financieros, salud, mientras que destaca la reducción en los ingresos que generó la actividad minera, las operaciones portuarias producto del menor movimiento de carga a granel y el sector agropecuario debido a menor exportación de banano y pescado, entre abril y junio.
En cuanto a las actividades vinculadas al sector externo, el Canal de Panamá, el transporte aéreo y la Zona Libre de Colón continúan con resultados positivos.
Entre las actividades que han aumentado su aporte al PIB están la construcción que pasó de aportar el 10.1% en el segundo trimestre de 2021 a 10.6% para el mismo periodo de 2022. También el transporte, almacenamiento y comunicación pasó de 15.9% al 16.8% este año, mientras que el comercio al por mayor y menor alcanzó el 15.5%, cuando hace un año fue de 14.7%.
En el lado contrario, la intermediación financiera pasó de 8% a 7.6%; el suministro de agua, luz y gas bajó a 4.5% desde el 4.9%; y la explotación de minas y canteras cerró el segundo trimestre con un aporte del 5.8% desde el 6.1% de 2021.
“La actividad relacionada con el volumen de la producción de concentrado de cobre y sus derivados disminuyó, al alcanzar, en el trimestre, 78 mil 337 toneladas, cantidad menor al mismo período del año anterior”, indica la Contraloría en su informe.
Así mismo, entre abril y junio cayó la producción de leche, bebidas alcohólicas como el seco y otros licores; y productos de panadería. Los servicios de educación privada reportaron la mayor contracción interanual con un 4.5%, como resultado de la migración de estudiantes del sector particular al oficial, principalmente, de los niveles de enseñanza preprimaria y primaria; enseñanza secundaria de formación general; así como también la de educación de nivel superior.
Para el economista Felipe Argote, el crecimiento de sectores como el comercio, la construcción y el transporte son buena noticia para el país, ya que son actividades que soportan un gran peso de la economía.
Comenta que la caída en los ingresos mineros impidió que al final del primer semestre, el PIB regresara a valores de 2019.
El ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander, señaló esta semana que la proyección de crecimiento de la economía para 2022 se mantiene en 5%.
“Ningún sector representa más del 20% del PIB, tenemos una economía bien diversificada. Si comparamos esto con el PIB del primer trimestre desde 2018, podemos ver que en 2022 el producto interno bruto es superior incluso a los niveles vistos antes de la pandemia. Esperamos que en 2022 podamos estar por encima del nivel de producción y empleo de 2019, reflejando la fuerte recuperación económica”, señaló el funcionario.
A pesar de las protestas de julio pasado, para la presidenta de la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá, Marcela Galindo De Obarrio, el gremio mantiene su proyección de crecimiento para 2022 en torno al 6%.
El economista y financista, Ernesto Bazán, dijo que los números del segundo trimestre son alentadores, pero advierte que hay que mirarlos con pinzas, ya que las protestas de julio tendrán un impacto sobre los números del tercer trimestre, y a que se afectó la capacidad productiva de muchos sectores.
Señala que los eventos de julio afectaron el clima de inversión en el país, lo que cortará el buen desempeño que venía reportando la economía y advierte que esto al final retrasará futuras inversiones y la creación de nuevos puestos de trabajo en el país.
