El lavado de activos a través del comercio es una modalidad de este ilícito a la que Panamá está expuesta por ser un país con vocación de comercio internacional y por tener un hub multimodal de transporte.
El director regional de Crime Stoppers, Alejo Campos, explicó en el foro “Listas internacionales y consecuencias económicas para Panamá”, organizado por el capítulo panameño de World Compliance Association, que se ha hecho más compleja la relación entre crimen organizado, corrupción y lavado de dinero, ya que el crimen organizado busca cada vez más poder e influencia en decisiones políticas.
A través de redes transnacionales y para mantener un flujo de caja, emplea actividades de comercio ilícito, conociendo cuáles son las brechas o vulnerabilidades existentes en cada sistema.
Para fortalecer los esquemas de prevención en Panamá, Campos señaló que una primera recomendación es la modificación del artículo 288-A del Código Penal para reducir el umbral de $500,000 por los cuales una incautación de comercio ilícito termina siendo un delito.
“Mientras eso no se pueda regular de una manera diferente, el crimen organizado sabe que acá puede movilizar grandes cantidades de contrabando o producto ilegal y que no va a pasar más allá de una sanción administrativa de aduanas”, comentó.
El experto explicó que el denominado lavado de dinero basado en el comercio se hace a través de documentación fraudulenta, mintiendo en el tipo de producto que se comercia, su valor o su volumen. Para detectar estas operaciones debe haber una mayor coordinación entre distintas entidades, ya que, apuntó, el banco puede no tener la capacidad de verificar que un contenedor lleva determinado producto o si este tiene el valor declarado, algo que sí puede hacer la Aduana, y por eso “es fundamental el trabajo conjunto”.
Campos compartió panel con Carlos Berguido, presidente ejecutivo de la Asociación Bancaria de Panamá, que señaló la importancia que ha tenido para el desarrollo del país su interconexión con el resto del mundo y el efecto pernicioso de permanecer en listas internacionales, situación que lastra la imagen del país, ahuyentando inversión que sí conviene y teniendo efecto de imán para inversiones que no necesariamente convienen.
Por su parte, Luis Navarro, socio director de Indesa, se refirió a los impactos de estar en las listas y las eventuales oportunidades si se resuelven las deficiencias.
En concreto, mencionó la imposición de medidas impositivas y arancelarias, así como mayor auditoría y seguimiento a las transacciones efectuadas con compañías ubicadas en países no cooperantes; el hecho de que estar en unas listas acarrea la inclusión en otras; y un eventual perjuicio para el riesgo país y en las corresponsalías bancarias.