El escenario económico luce algo retador para la industria bancaria y para las personas que tienen créditos sean personales, hipotecarios, de autos y tarjetas de crédito. La razón, las tasas de interés seguirán altas, los bancos endurecerán los requisitos para dar nuevos préstamos ante el temor de que aumente el riesgo de impago o morosidad por parte de los clientes, mientras esperan que la economía crezca a un menor ritmo.
Así lo indica la Asociación Bancaria de Panamá (ABP) al realizar un balance del comportamiento del Sistema Bancario Nacional.
“Cuando nos referimos al endurecimiento de las condiciones de financiamiento queremos decir que una entidad puede comenzar a exigir abono inicial, garantías y a fijar determinados términos en cuanto a plazos para pagar y tasas de interés”, dijo Carlos Berguido, presidente ejecutivo de la ABP.
Berguido explicó que debido a que Panamá en los mercados financieros internacionales es considerado un país de mayor riesgo de lo que era calificado el año pasado, se impactará el costo de financiamiento no solo para el Gobierno, también para las empresas y para las personas.
“Esto va a llevar a que todos los que prestan dinero ahora deben ser más cautos. Probablemente van a analizar mejor el crédito y a quién le prestan y en qué condiciones”, agregó el presidente ejecutivo de la ABP.
Aclaró que los bancos seguirán prestando, pero lo harán con mayores requerimientos. “Revisarán quizás que las personas tengan un mayor historial de crédito, que puedan hacer un abono inicial y darán un plazo menor. Eso no quiere decir que habrá menor acceso al crédito, sino que las entidades financieras tendrán un poco más de precaución para ajustar los créditos a la situación de riesgo del país”, agregó.
Berguido indica que actualmente el índice de morosidad es manejable y el incremento que se dio fue producto de la pérdida del empleo por la crisis minera. “En época electoral normalmente la gente es más cautelosa porque sientes incertidumbre en el ambiente”, agregó al señalar que cuando hay cambio de gobierno también suele haber una reducción del empleo en el sector público lo que también genera incertidumbre de parte de los consumidores y de los acreedores.
Raúl Guizado, presidente de la junta directiva de la ABP, indicó que para el resto del año no se espera una reducción en las tasas de interés.
“No prevemos que las tasas de interés van a bajar porque al usar el dólar norteamericano la tasa de referencia es la de la Reserva Federal que se encuentra entre 5.25% y 5.50%. Esa tasa de interés se esperaba que comenzaría a bajar a inicios de este año, pensando que la inflación en Estados Unidos iba a estar controlada para llevarla al 2% pero sigue cercana al 3% y en consecuencia la tasa de la FED no ha comenzado a bajar”, explicó Guizado.
Sostuvo que hay estimaciones que indican que podría bajar la tasa de la FED hacia el tercer trimestre de este año en el mejor de los escenarios, pero en el caso de Panamá siempre ha habido un período de rezago.
“En Panamá todavía las tasas se están ajustando hacia arriba. La tasa de referencia en el mercado hipotecario residencial en Panamá es de 6% y la tasa de referencia del mismo tipo de préstamo en Estados Unidos está en 7.10%. Panamá sigue teniendo tasas muy competitivas”, agregó el presidente de la junta directiva de la ABP.
Precisó que los depositantes también están recibiendo un buen retorno pues los intereses que reciben están aumentando también.
El banquero además precisó que al 31 de marzo se refleja un mejor comportamiento de los créditos y de los depósitos en el sector bancario.
“Las carteras de crédito han crecido 5% interanual en comparación con marzo de 2023 y los depósitos crecieron por el orden del 6% tanto en el Centro Bancario Internacional como en el Sistema Bancario Nacional. En general los resultados operativos han sido positivos y tenemos un centro muy sólido con una solvencia de los bancos en 15.34% cuando la regulación exige que la relación de patrimonio sobre activos sea de 8% y los bancos tienen el doble de lo requerido”, precisó Guizado.
Agregó que la liquidez promedio del sistema se encuentra en 55% cuando la regulación exige el 30%.
“La banca en Panamá siempre se ha manejado de manera conservadora y prudente”, dijo.