Al menos siete empresas presentaron propuestas en el acto público que llevó a cabo el Ministerio de Obras Públicas (MOP) para el proyecto de rehabilitación de la carretera La Villa–Macaracas, en la provincia de Los Santos.
Se trata del primer acto realizado por el MOP en esta gestión (2024-2029), con un precio de referencia de $32.6 millones.
Las empresas que participaron en el acto público fueron: Ingeniería La Estrella, S.A., que ofertó $34.7 millones; Consorcio C&T La Villa, compuesto por Constructora Urbana S.A. y Toronto Global Holdings Corp., que propuso $32.5 millones.
También estuvieron presentes Asfaltos Panameños S.A., que ofreció $28.7 millones; el Consorcio Transeq Copsa, que presentó una propuesta de $33.5 millones; y el Consorcio Macaracas, integrado por Constructora Hermanos Fernández y Servicios Isis Herrera S.A., que propuso $29.5 millones.
Por su parte, el Consorcio La Villa, formado por Constructora Rodsa S.A. e Ingeniería y Remodelaciones Civiles S.A., ofertó $29.5 millones; y el séptimo proponente, el Consorcio Macasa – Retraneq (Mantenimiento de Caminos S.A. y Relleno, Transporte y Equipo S.A.), presentó una oferta de $30.9 millones.
Luego de este proceso, las propuestas presentadas serán revisadas por una comisión evaluadora. Este proyecto comprende la rehabilitación de la carretera La Villa de Los Santos – Macaracas, con una extensión total de 54.8 kilómetros.
Además, incluye la rehabilitación de tres puentes vehiculares existentes y la construcción de ocho nuevos puentes. Entre los puentes a rehabilitar se encuentran el puente sobre la quebrada La Rabelo, el puente sobre la quebrada Matías Hernández y el puente sobre el río Estibaná.
El diseño y construcción de los nuevos puentes se llevará a cabo sobre diversos cuerpos de agua, entre ellos las quebradas La Mona, El Bongo, La Higuerona, El Común, El Caballo, Nacesito, y los ríos Toleta y Toleta N°1.
Enclavadas en el corazón de la región de Azuero, las provincias de Los Santos y Herrera cuentan con una red vial en condiciones alarmantes, considerada una de las más deterioradas del país, lo que pone en jaque las principales actividades económicas de la zona, como la agricultura y la ganadería.