Productores denuncian anomalías en la importación de cebolla

Productores denuncian anomalías en la importación de cebolla
En los supermercados y comercios se vende cebolla importada y nacional, pero no se le coloca un etiquetado de origen, tiempo de cosecha y otros para informar a los consumidores. W. Jordán


Cebolla no apta para el consumo humano, ingresó al país tras la aprobación de un lote de la cadena agroalimentaria de cebolla y papa, pero que no pasó los controles reglamentarios, denunció el productor de Tierras Altas, Augusto Jiménez.

La cebolla con algún tipo de anomalía procedía de España y corresponde a una parte de los 30 mil quintales que se aprobó importar para abastecer el consumo del mes de agosto. Mensualmente se consumen en Panamá unos 50 mil quintales de cebolla, es decir, que en agosto hubo unos 20 mil quintales de producción nacional. Panamá puede importar cebolla de Estados Unidos, Chile y España.

“El tema aquí es un asunto de requisito y no de importación como tal”, aclara Jiménez, tras ser consultado por este diario. Existe el reglamento técnico 52 de 2017 que está avalado por la Organización Mundial del Comercio y que debe aplicarse para estas importaciones.

Este reglamento técnico establece los requisitos mínimos de calidad que debe cumplir la cebolla para consumo humano en estado fresco y su comercialización. Se detallan todas las características que debe tener la cebolla sin perjuicio de las disposiciones particulares entre ellas estar entera, sana, limpia, seca, libre de contaminación, colores y sabores extraños.

El cultivo de cebolla y los factores que inciden en su producción

El cultivo de la cebolla toma aproximadamente tres meses, pero depende de la zona de producción. Los meses de la temporada seca son los de mayor producción y cosecha, mientras que en temporada lluviosa también se cultiva pero es mayor el riesgo de afectación por el exceso de lluvias. En los últimos seis meses del año es cuando se registran las mayores importaciones. Por ejemplo en diciembre de 2021 se importaron 45 mil quintales de un promedio de consumo mensual de 50 mil quintales. El cambio climático y otros factores como la invasión de Rusia a Ucrania afectan la producción agropecuaria y como consecuencia se genera una escasez y alza de precios.

El problema con una parte de la cebolla importada radica, según Jiménez, en que tras la eliminación de la Autoridad Panameña de Seguridad Alimentaria (Aupsa), hay instituciones referentes que les corresponde verificar el cumplimiento de la reglamentación y no lo están ejerciendo.

“El primer error recae en la Dirección de Cuarentena Agropecuaria a la cual le da funciones la Ley 106 de marzo de 2021 sobre la unidad de coordinación y se establecen las facultades como se esperaba”, señaló Jiménez.

Esta autoridad es la que tiene que ver con la protección de los alimentos y que al parecer los funcionarios desconocen estas facultades que le atribuye el reglamento, tras la eliminación de la Aupsa.

Igualmente Jiménez señaló responsabilidades a la Autoridad de Libre Competencias y Asuntos del Consumidor (Acodeco), una entidad que a su juicio es inoperante porque debe velar por el etiquetado de los productos.

Este diario consultó al Ministerio de Desarrollo Agropecuario sobre cantidad y procedencia de esta cebolla pero al cierre de la edición no hubo respuesta.

De acuerdo con Jiménez se supo que llegó a Merca Panamá y otra parte podría estar almacenada.

Sin embargo, Alan Castillo de la Unión Nacional de Consumidores y Usuarios de la República de Panamá (Uncurepa) y quien participa en la cadena agroalimentaria de cebolla y papa en representación de los consumidores, dijo que desconoce de esa cantidad de cebolla en mal estado y dónde está. Indicó que preguntará formalmente a las instituciones gubernamentales que deben velar por la calidad de los alimentos para consumo humano.

“Se habla de 3 millones de libras de cebolla, que serían más de 60 contenedores de cebolla dañada, y si es esa cantidad ya habría una serie de fotos y memes en las redes sociales”, cuestionó Castillo.

Indicó que con base a averiguaciones preliminares que ha hecho de esa cebolla importada, supo que hubo unos 200 sacos que fueron reclasificados y se seleccionaron dos sacos de cebolla golpeada. Explicó que cuando se estaba en ese proceso, un productor de una cooperativa pasó por el lugar y le sacó fotografías a esos dos sacos, imágenes que luego circuló en un chat grupal de los integrantes de la cadena de cebolla y papa, para afirmar que la cebolla importada estaba dañada.

“Esto lo que genera es especulación porque posiblemente el precio de la cebolla aumente y es eso lo que beneficiaría a los productores, porque ellos lo que quieren es que se mantenga el precio elevado”, dijo Castillo.

Desde la Asociación de Comerciantes y Distribuidores de Víveres de Panamá, (Acovipa), su presidente Rodolfo Adames dijo que nadie quiere comprar una mercancía que venga dañada de afuera, pero reconoció que hay una disminución de la producción a nivel mundial afectada por el cambio climático y otros factores.

“Afortunadamente los miembros de Acovipa no son los que trajeron esa cebolla, hasta ahora me han manifestado que eso vino a través de Merca Panamá y otros importadores”, agregó Adames.

Debido a que la producción local no es suficiente para abastecer al mercado, para los meses de septiembre y octubre se autorizó la importación de otros 75 mil quintales de cebolla. Adames lamentó que también hay una mala distribución de las cuotas de importación, porque para este último lote que se ha autorizado, a Acovipa solo se le asignaron 18 mil quintales.

Los consumidores reclaman la oferta de productos de buena calidad y a precios accesibles. Para cumplir con este fin, las autoridades deben aplicar las reglamentaciones y leyes vigentes que eviten la especulación de los precios.


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