El sector productivo sigue pidiendo auxilio a medida que se acerca el desgravamiento total de aranceles de importación producto del Tratado de Promoción Comercial (TPC) que tiene Panamá con Estados Unidos.
Esto significa que está próximo a llegar el momento en que varios productos importados entren sin pagar aranceles.
De acuerdo a la tabla de desgravamiento de aranceles, está en marcha la tercera etapa, misma que se inició en 2022 hasta completar el 0% de arancel escalonadamente en distintos años, entre 2026 y 2031, de los distintos productos.
Por ejemplo, en 2026 la carne bovina deshuesada, la carne de cerdo, el tomate procesado, el maíz, la leche fluida, el yogurt, la mantequilla y otros lácteos entrarán libre de aranceles.
Para 2027 llegarán al 0% de aranceles las importaciones de queso cheddar, helado y la leche entera en polvo, mientras que el queso fresco lo haría un año después en 2028.
El desgravamiento culminaría en 2031, cuando alcance esa condición el arroz, la leche descremada en polvo y otros quesos. Esto según información condensada a partir de la Ley número 53 de 2007, que aprobó el Tratado de Promoción Comercial entre Panamá y Estados Unidos.
El ministro de Comercio e Industrias, Federico Alfaro, confirmó que los productos de mayor impacto en este proceso de desgravamiento son el cerdo, el pollo, la leche y el arroz.
Aquiles Acevedo, expresidente de Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan) y actual vicepresidente del capítulo de esa organización en Panamá Oeste, recordó que la renegociación del TPC fue un compromiso que adquirió el presidente Cortizo desde la campaña presidencial, momento en que ya empezaron a sentir los efectos en la producción de carne de cerdo.
“Hoy en día estas actividades han cerrado porque no les es (a los productores) rentable producir porque la importación es tan grande que el mercado se ha truncado. Eso va a repercutir en el arroz, el maíz y la leche”, dijo Acevedo, al tiempo que advirtió que el desgravamiento se intensifica por el aumento paulatino de cuotas de introducción que también van creciendo año con año. Es decir, que entra mayor cantidad de productos con costos cada vez más bajos.
El productor dijo que el importador ve beneficios. La idea del TPC era proteger la oferta alimentaria, pero se vio afectada la producción y no han bajado los precios, o sea que “la teoría de que la importación baja los precios no funcionó”. Ahora temen que se inunde el mercado con importaciones y se afecte aún más a los productores, que ya no tendrán prácticamente ningún incentivo para seguir produciendo.
Si se deja de producir localmente se pone en riesgo la seguridad alimentaria del país, que implica la permanente disposición de alimentos y en cantidad suficiente para satisfacer los requerimientos de la población. La pandemia, los conflictos militares y condiciones climáticas adversas ya amenazan la disponibilidad de alimentos.
Una de cada tres libras de cerdo que se vende en el país es importada, según Acevedo, quien subrayó que esto se da a pesar de que la Ley 113 del 18 de noviembre de 2019 buscaba separar las carnes en los anaqueles para que el consumidor distinguiera los rubros importados de los nacionales, algo que “no se está cumplimento.
En esa misma línea, pero en cuanto a la leche, Acevedo aseguró que una caracterización fidedigna del producto nacional explicaría porqué la leche importada –que puede incluir proteínas animales o vegetales- puede ser más económica que la nacional, ya que “nosotros no producimos leche vegetal”.
En resumen, en palabras de Acevedo, nadie sabe a ciencia cierta de dónde proviene el 100% del tiempo lo que está consumiendo.
Alfaro a Estados Unidos: “sentémonos en la mesa”
El ministro del MICI aseguró ayer que el impacto que tiene la desgravación “sobre todo en los cuatro productos más sensitivos” en el sector agropecuario panameño “es inmenso”, en contraste con el impacto “mínimo” que tendría una extensión del plazo de desgravamiento, por ejemplo, en el sector productivo estadounidense.
El argumento que utilizarán, según el MICI es que “este es un tema de seguridad alimentaria y seguridad nacional”.
“Sentémonos en la mesa y escuchen” fue el mensaje que lanzó a su contraparte estadounidense, con la intención de “revisarlo”, tras admitir que “los efectos a 10 años no han sido los que nosotros esperábamos, el apoyo que esperábamos recibir en capacitación técnica al sector agro para estar preparados para la desgravación no ha sido la correcta”.
Funcionarios tanto locales como de Estados Unidos han sostenido reiteradamente que no tienen en el radar la intención de renegociar el TPC con Panamá, en cambio, proponen incrementar la asistencia técnica a los productores
Ante esta diferencia, Alfaro recordó que Estados Unidos sí está revisando los tratados comerciales con otros países de la región… ¿por qué no con Panamá?
Alfaro aseguró que quieren agotar la vía diplomática antes de tomar medidas unilaterales “como ya le han pedido varios gremios del sector”.
Acevedo, expresidente de Anagan, reiteró también que el desinterés de Estados Unidos de conversar sobre el tema puede deberse a la relación de importación, que cifró en 1 a 40, es decir, de cada libra que se exporta a Estados Unidos, se importan 40.
La otra medida que exploran los productores es la salvaguarda, que aplica a las cuotas, pero esta es una medida temporal que no resolvería el problema a largo plazo, aseguró.