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Programa de Enfermedad y Maternidad arrastrará déficit y se financiará con reservas

Programa de Enfermedad y Maternidad arrastrará déficit y se financiará con reservas
La CSS está intentando hacer una modernización de sus equipos, como es el caso de la unidad cardiovascular. Cortesía/CSS

¿Qué está pasando con el programa administrado por la Caja de Seguro Social que se encarga de la atención de salud de los trabajadores? ¿ Se puede valer de sus ingresos corrientes? ¿Cuál será su comportamiento para el próximo año?

Interrogantes de este tipo deberían ser parte de las conversaciones entre trabajadores y pensionados, cuyos tratamientos y servicios médicos dependen de la salud financiera del programa Enfermedad y Maternidad.

De acuerdo con las proyecciones de la entidad, los ingresos corrientes de este programa se pintan en mejoría con respecto a los ejercicios de años anteriores, pero estos no serán suficiente para hacerle frente a los gastos programados en el 2024, un año marcado por la incertidumbre electoral, que en el caso de la Caja de Seguro Social (CSS) estará caracterizado por inversiones y desembolsos millonarios.

La CSS ha calculado en su anteproyecto de presupuesto de 2024 una partida de $2,314 millones para poner en funcionamiento todo lo que está bajo el paraguas del plan de Enfermedad y Maternidad, con el que se financian los servicios de salud, el pago de las incapacidades de los trabajadores que declaran una enfermedad y con el que también se cubre a las trabajadoras o aseguradas voluntarias durante el periodo de licencia por maternidad.

Este programa es de vital importancia, tal vez el más visible junto al programa Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), con el que se financian las pensiones.

Según el esquema presupuestario elaborado por la administración de Enrique Lau, los ingresos corrientes del programa de Enfermedad y Maternidad alcanzarían los $1,773 millones.

De este total, $1,702 millones se obtendrían a través de las cuotas que pagan los trabajadores y las empresas, quienes llevan el mayor peso. Además de $25 millones que aporta el Estado, $39.4 millones que se esperan recuperar de morosidad y $6.9 millones presentados como otros ingresos corrientes.

Cuando se hace la sumatoria de todos estos renglones, el presupuesto de ingresos de operación alcanza $1,773 millones. Evidentemente este monto no sería suficiente para financiar los $1,930 millones de gastos corrientes -hasta ahora contabilizados- más otros $384.7 millones que se pretenden utilizar para inversión, con lo cual se totaliza el presupuesto de $2,314 millones.

Para cuadrar las cuentas, la CSS ha determinado utilizar el próximo año $156.4 millones de reservas para gastos corrientes y $384.7 millones de sus reservas para afrontar las inversiones.

Es así como taparía el déficit en un programa, que a diferencia del quebrado subsistema exclusivamente de beneficio definido, se considera lo suficientemente sólido, aunque no escapa de las turbulencias financieras que genera el empleo informal, el desempleo y los vaivenes en los aportes en cuota obrero-patronal.

60% del fondo de Enfermedad y Maternidad es destinado para enfermedades crónicas; para atender principalmente hipertensión arterial, diabetes mellitus e insuficiencia renal crónica.

Enrique Lau, director de la CSS

Al evaluar la composición presupuestaria se puede ver el cálculo de cuotas regulares y especiales por $1,702 millones; lo que reflejaría una baja de $24.5 millones con respecto al presupuesto de este año.

Aún así se presupuestan más ingresos corrientes, pero es porque se pretenden complementar con una mayor recuperación de la morosidad.

A diferencia de los $16.7 millones que se han propuesto recaudar en el 2023 en cuotas morosas, para el próximo año la CSS se ha puesto la vara alta, con $39.4 millones, es decir, $23.7 millones adicionales.

Este y todos los programas que administra la CSS están fundamentados en los aportes que hacen trabajadores y empresas. El país reconoce que la economía y el empleo se siguen recuperando, pero a velocidades diferentes.

“Ya el producto interno bruto supera los niveles prepandemia, pero el panorama laboral sigue marcado por la incertidumbre”, dijo el consultor empresarial René Quevedo.

Programa de Enfermedad y Maternidad arrastrará déficit y se financiará con reservas
El consultor René Quevedo reiteró la necesidad de generar empleos formales, con los cuales los trabajadores tengan seguridad social y cobertura médica. Archivo - LP

El año pasado, el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) tramitó 20 mil nuevos contratos laborales por mes, en comparación con los 32 mil mensuales en el 2019, al tiempo que la economía pasó de generar 3,078 informales mensualmente a más de 10 mil en tres años.

“Se generaron 36% menos empleos formales y más del triple de los informales que en el año prepandemia”, puntualizó Quevedo, quien anticipa que la tendencia se mantiene en el 2023, ya que en el primer trimestre del año Mitradel procesó 65 mil contratos, en contraste con 101 mil en el mismo período del 2019.

El Mitradel espera procesar unos 300 mil nuevos contratos laborales, lo cual dependerá de la mejora en el clima para inversión privada en sectores como comercio, construcción, turismo, industria y logística.

René Quevedo, consultor empresarial

Explicó que el pronóstico es que la tasa de desempleo siga disminuyendo, pero básicamente porque la informalidad continuará aumentando, lo que no necesariamente implica mayores cotizaciones para la CSS, a pesar de que los trabajadores podrían hacer sus aportes de forma voluntaria.

¿Cuáles son los principales gastos del programa Enfermedad y Maternidad?

Los mayores gastos de este programa están vinculados con el pago de planilla, los insumos médicos y las inversiones que pretende hacer la CSS.

En lo que respecta al pago de los funcionarios de salud se ha presupuestado para el 2024 la suma de $1,030 millones, una cifra que no aumentaría con respecto a este año debido al impacto positivo que tendría el retiro voluntario de personal en 2023.

Sí se estaría aumentando la partida de materiales y suministros, entre los que se encuentran los insumos médicos y quirúrgicos, la cual alcanza $587 millones, es decir, un alza de $129 millones respecto al año en curso.

También se han presupuestado partidas más altas en construcciones y mantenimiento de hospitales, un proyecto vinculado con el hasta ahora fallido sistema informático y partidas para las criticadas plantas de oxígeno médico, por ahora en proceso de licitación.

Programa de Enfermedad y Maternidad arrastrará déficit y se financiará con reservas

Cuando el presupuesto de 2024 fue presentado a la junta directiva de la entidad, no faltaron las voces que cuestionaron las altas aspiraciones en materia de ingresos para financiar las obras y proyectos que ha puesto la administración de Lau en su radar de prioridades, pero aún así se aprobó el documento sin ningún cambio.




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