Los últimos estados financieros de la Caja de Seguro Social (CSS), entregados históricamente con atrasos, revelan que el programa de Enfermedad y Maternidad enfrenta gastos por encima de sus ingresos y terminó en déficit al cierre de 2022.
Este programa es la cara más visible de la institución, al recaer sobre su estructura la atención médica de los trabajadores asegurados, sus beneficiarios y la población de jubilados y pensionados.
Con este programa se financian los servicios de salud, el pago de las incapacidades de los trabajadores que declaran una enfermedad y con el que también se cubre a las trabajadoras o aseguradas voluntarias durante el periodo de licencia por maternidad.
Cuando se comparan los resultados del año 2022 contra los de 2021, se observa que por el lado de los ingresos hubo una disminución, y por la parte de los gastos se experimentó aumento. No había escapatoria para quedar en rojo.
En el 2022, los ingresos del programa de Enfermedad y Maternidad, computando los ingresos regulares por la cuota obrero patronal, los aportes del Estado, intereses de las inversiones y fondos de periodos anteriores totalizaron $1,399.4 millones.
En tanto, los gastos totales alcanzaron cerca de $1,582 millones, y por ello el déficit calculado por la CSS es de $184.6 millones.
Los gastos con mayor peso son los vinculados con el personal médico, cuyos salarios sumaron $917 millones, al tiempo que para los insumos médicos se destinaron $282.9 millones y $107 millones en material quirúrgico.
El renglón de salarios aumentó en $47.1 millones comparado con el año 2021; mientras que los insumos médicos experimentaron un alza de $52 millones y la partida destinada a los materiales reflejó un alza interanual de $11 millones.
La ley 51 de la CSS establece para este programa que si después de cubrir los gastos existen excedentes de los ingresos en el año, estos deben constituir una reserva para cubrir las fluctuaciones que ocurran en los gastos futuros.
Pero en la medida que se experimentan déficits se va sacando y no ingresando dinero a dicha reserva.
De allí que la reserva del programa de Enfermedad y Maternidad disminuyó en $155.7 millones al cierre de 2022.
La CSS suele entregar con dos y hasta tres años de atraso sus estados financieros, por lo que es difícil tener una fotografía actualizada de sus finanzas.
Sin embargo, los estados financieros validan que se están consumiendo las reservas de varios programas administrados por esta entidad y que los aportes en concepto de cuota obrero-patronal, como principal ingreso de la entidad, reflejaron una desmejora.
En el año 2022, por ejemplo, el porcentaje de la cuota obrero patronal enviada al programa de Enfermedad y Maternidad totalizó $1,165 millones, cuando un año antes se habían contabilizado $1,188 millones, es decir, que se produjo una baja de $22 millones o 2%.
Cuando la administración de Enrique Lau, al frente de la CSS, programó el presupuesto general de la entidad para el año 2024, determinó que los ingresos corrientes del programa de Enfermedad y Maternidad alcanzarían los $1,773 millones.
De este total, $1,702 millones se obtendrían a través de las cuotas que pagan los trabajadores y las empresas. Además de $25 millones que aporta el Estado, $39.4 millones que se esperan recuperar de morosidad y $6.9 millones presentados como otros ingresos corrientes.
Cuando se hace la sumatoria de todos estos renglones, el presupuesto de ingresos de este programa alcanzaría $1,773 millones, que es mucho más de lo que se obtuvo hace dos años, pero ese monto ( si es que se logra) no sería suficiente para financiar los $1,930 millones de gastos corrientes, más otros $384.7 millones que se pretenden utilizar para inversión, con lo cual se totaliza el presupuesto de $2,314 millones.