El anuncio del incremento de las tasas de interés de créditos hipotecarios de viviendas no preferenciales, de préstamos personales y de las tarjetas de crédito ha generado incertidumbre en muchos usuarios.
La asesora financiera y tributaria, Martha Luna Véliz, señala que era de esperarse que el impacto del alza de las tasas de interés en Estados Unidos generara un incremento en el mercado bancario panameño, pero sostiene que siempre hay opciones para hacer más llevadero el golpe en el bolsillo de las personas.
¿Cómo hacer frente al alza de los intereses en las hipotecas?
Luna señala que lo primero que debe hacer la persona es llamar al banco para saber en cuánto le quedarán ahora las cuotas o letras de la hipoteca.
“Si no puede asumir ese diferencial, puede negociar la extensión del plazo del crédito para así seguir pagando la misma letra”.
Puede que muchas personas hayan tenido hipotecas bajo la figura de crédito modificado, que recientemente venció, por lo que es fundamental que revisen sus casos para que puedan negociar los plazos y puedan cumplir con el compromiso.
Otra de las opciones que tienen los clientes afectados por el alza de las tasas es cotizar en un banco de la localidad que no tenga incremento de sus tasas o tenga el interés más estable como los bancos estatales, y migrar su crédito.
Luna explica que migrar un crédito puede tardar entre 3 y 6 meses para en el caso de los bancos estatales. Igualmente sostiene que en algunas ocasiones si la persona migra la hipoteca estando aún amparada bajo el interés preferencial, pierde el beneficio, porque tendrá una nueva tasa. Entonces, esto se convierte en otro elemento de la fórmula que se debe evaluar.
“Se puede migrar a la Caja de Ahorros, al Banco Nacional de Panamá o incluso al Seguro Social si se es empleado de esta institución”.
Aclara que muchas personas que adquirieron un crédito hipotecario por 20 a 30 años, bajo la figura de interés preferencial, olvidan que ese beneficio tiene una fecha de término que varía entre 10 a 15 años según el contrato que se haya establecido con el banco. Por lo que advierte que una vez que termina ese plazo, la tasa que se aplica al préstamo es la del mercado y está sujeta a las variaciones propias de la economía.
“Hay bancos que una vez que termina el plazo de interés preferencial, aplican el ajuste, otros que tienen mayor margen de maniobra porque cuentan con suficiente liquidez y puede que demoren en hacer el ajuste hasta un año después de que vence el beneficio, pero siempre es recomendable que los clientes tengan presente que tendrán que asumir la variación de la tasa”.
¿Es momento de consolidar las deudas?
La consolidación de las deudas permite agrupar en una sola cuenta los compromisos que se tienen por separado de tarjetas de crédito, hipoteca, préstamos personales y otros.
Luna considera que esta es una opción si se tiene muchas deudas porque permite una mejor administración. Pero si el crédito hipotecario vigente tiene aún un interés preferencial, es recomendable esperar a que venza ese plazo tanto para migrar como para consolidar.
“El que consolida igualmente está refinanciando, y el interés preferencial de la hipoteca solo aplica al primer crédito que se pidió. Lo que sí es bueno es consolidar los montos de esos pequeños créditos que se tengan en uno solo, y eso tendrá una tasa de mercado”, dijo la experta.
La clave está en que los clientes hagan sus cálculos y analicen cuánto pagan en todos los créditos que tienen, incluyendo el monto de tasas de interés que se les aplica; y decidan entonces consolidar aquellas deudas donde tienen un mayor costo de interés y dejen en igual condición el préstamo hipotecario que esté amparado con el interés preferencial.
“Muchas veces se nos va más pagando tres o cuatro créditos por separado porque tienen tasas de interés distintas, por lo que consolidar termina siendo una opción que permite rendir el presupuesto de gastos destinados a los compromisos financieros”, precisó Luna.
¿Cómo hacer frente a las tasas de interés de las tarjetas de crédito?
En el mercado las tasas de interés de crédito varían entre 13% y 28%. Lo primero que deben hacer los usuarios es revisar a qué tasa están calculando los consumos de las tarjetas de crédito que posee. Este es uno de esos momentos en los que las personas no deben usar las tarjetas de crédito más allá de la capacidad de pago.
“Si una persona tiene un ingreso mensual de mil dólares y gasta mil dólares en consumos de tarjetas de crédito no tendrá capacidad para pagar. Lo mejor es consumir y pagar antes de que se refinancie esa deuda y se incremente”.
Luna indica que si se tiene una tarjeta de crédito con un saldo muy alto y no se tiene capacidad para pagar más allá del abono mínimo, es momento de liquidar, consolidar u optar por la compra de saldo.
Hay bancos en el mercado que compran los saldos de las tarjetas de crédito con tasas de 0% por un término de 6 meses, otros por 2% y 4% hasta cancelar la deuda.
Lo fundamental es que una vez que se compre ese saldo, el cliente no utilice la tarjeta, y cumpla con el pago al día para que se mantenga la tasa negociada; de lo contrario corre el riesgo de que vuelva a caer en un interés de mercado más alto.
“Si se tienen dos tarjetas y una tiene un saldo muy elevado, es mejor liquidarla y optar por la compra de saldo, y quedarse solo con una para emergencia. Es fundamental que se aprenda a utilizar la tarjeta de crédito para financiar algunos gastos y no para consumos del día a día. Se tiene que fijar cuánto del presupuesto mensual se ha separado para el pago de deuda, y si el consumo con tarjeta excede esto, es un peligro, porque la persona terminará pagando hasta 7 veces más de lo que se endeudó inicialmente”, explicó.
¿Es buen momento para abrir un depósito a plazo fijo?
Martha Luna Véliz considera que este es un buen momento para ahorrar porque hay bancos que el año pasado ofrecían 1% a 2% en el pago de las remuneraciones de los depósitos a plazo fijo, y ahora están subiendo las tasas a 3% y 4%.
El plazo fijo es a partir de 10 mil dólares, pero hay bancos que tienen cuentas en las que las personas se fijan como objetivo ahorrar hasta llegar a ese monto y ofrecen una tasa más alta que la de una cuenta tradicional de ahorro. “Ese tipo de cuenta no obliga a tener un capital fijo inicial, pero la persona sí se compromete a que en uno o dos años pueda lograr el objetivo de ahorro y posteriormente poder migrar a un plazo fijo donde tendrá una mejor tasa”.