La Caja de Seguro Social (CSS) experimentó en el 2021 un aumento en las cuotas que pagan los trabajadores conjuntamente con los patronos, lo que es visto como parte de la recuperación de la economía - aunque lenta -que tuvo el país tras el frenazo de 2020, cuando Panamá estuvo prácticamente detenida por seis meses.
De acuerdo con los últimos estados financieros interinos de la CSS, que aún no se publican en su página web, los ingresos en concepto de cuotas ascendieron a $3,324 millones al cierre de 2021. Esto significó un aumento de $474 millones, frente al débil 2020.
Estas cuotas, que representan el mayor aporte al presupuesto de la entidad, se direccionan a varios programas administrados por la CSS.
Pero a pesar del ascenso de dichos ingresos, más los aportes que hace el Estado, en algunos casos no hubo forma de cubrir la totalidad de los gastos.
De la suma recaudada en cuotas, al programa de Enfermedad y Maternidad entraron $1,337 millones, mientras que a Riesgos Profesionales $252.4 millones; y otros $18.6 millones al renglón Administrativo.
Al subsistema exclusivamente de beneficio definido Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) $1,314 millones; y al subsistema de pensiones mixto, que es donde cotizan los trabajadores más jóvenes, $402.3 millones.
Marcados por el déficit
De todos los programas, hubo dos que mostraron resultados negativos. Entre estos se encuentra el de Riesgos Profesionales, con un déficit de $12.2 millones.
En 2020, cuando su déficit fue de $48.5 millones, la lectura a lo interno de la CSS era que este programa no tenía problemas financieros, porque su comportamiento se asociaba a la baja de ingresos del año 2020, ya que la mayoría de las actividades comerciales estuvieron cerradas como medida de contención de la covid-19.
Pero el tiempo ha demostrado que tener una economía prácticamente parada en 2020 ha tenido un impacto extendido en el tiempo, lo que redunda de forma directa en los ingresos de la CSS, que se obtienen en gran medida de un mercado laboral dominado por la informalidad.
Se consideran riesgos profesionales los accidentes y las enfermedades a los que están expuestos los trabajadores a causa de las labores que ejecutan por cuenta de un patrono.
Con el programa se cubren incapacidades temporales o permanentes de los trabajadores, pensiones a los sobrevivientes de un cotizante que haya fallecido y auxilio financiero para los funerales.
Lo más evidente, y previamente reportado por este diario, es el déficit operativo del subsistema exclusivamente de beneficio definido IVM, impactado por una estructura a la que ya no entran nuevos cotizantes, mientras se incrementa el número de jubilados.
En este programa, el déficit antes de los aportes del Estado, fue de $468 millones al finalizar el 2021.
Sin embargo, se hicieron transferencias con fondos del fideicomiso a su favor, con el objetivo de cubrir tardíamente el déficit operativo de los periodos 2018 y 2019, además de los ingresos de periodos anteriores, por lo que contablemente se registró un déficit de $166 millones.
A medida que pasan los años estas maniobras serán cada vez más complejas, por no decir, imposibles de ejecutar. El fin de las reservas a favor de este programa está proyectado para 2024, lo que significa que no habrá ahorro que pueda cubrir el faltante para hacerle frente al pago de los jubilados.
Al cierre de 2021 las reservas institucionales de este subsistema de pensiones terminaron en $1,001 millones, lo que significó una reducción de 14%.
El programa de Maternidad, que en 2020 había experimentado un déficit de $25.4 millones, cerró con un superávit de $10.6 millones.
Las reservas de este programa se ubicaron en $2,328 millones, lo que significa que aumentaron apenas 0.17%, debido a la diferencia entre los ingresos y gastos de las operaciones del período.
En el caso de Riesgos Profesionales, la reserva para este periodo totalizó $883.7 millones, mostrando una disminución de $12.9 millones, producto del traslado que se tuvo que hacer para tapar el déficit.
Al final del año 2021, las reservas consolidadas aumentaron en $445.4, lo que representa 5% con respecto al año 2020, debido al resultado positivo de los programas de Gestión Administrativa, Enfermedad y Maternidad y el componente de beneficio definido del subsistema mixto.


