Los cierres de vías a lo largo y ancho del país y el paro de grupos de trabajadores -quienes reclaman disminución de precios y un freno a la corrupción- están impactando el funcionamiento de la cadena de suministro de productos y el traslado de personas, lo que se traduce en un frenazo para toda la economía.
El primer síntoma es la escasez de productos agrícolas, ralentización de la actividad comercial minorista, la cancelación de eventos de negocios y la pérdida de reservas en la industria hotelera.
“Ya tenemos miembros del gremio con problemas para recibir insumos y para distribuir lo que tienen en sus bodegas”, advirtió Luis Frauca, presidente del Sindicato de Industriales de Panamá (SIP), que califica la situación por la que atraviesa el país como “sumamente delicada”.
El empresario relató que hay camiones con insumos que debían llegar a las fábricas y productos que debían llegar a los puntos de consumo, que no lo están haciendo. “La cadena de valor se ha roto”, resume el empresario.
Hay industrias que han cerrado líneas de producción y enviado al personal de vacaciones, en un momento en el que el sector industrial acaba de reportar que había recuperado el nivel de empleo anterior de la pandemia.
El despacho de cualquier mercancía se ha complicado. Por ejemplo, una estación de combustible en Veraguas demoró dos días en recibir al carro cisterna que le suministra gasolina.
Frauca mencionó que la situación de falta de confianza en el Gobierno provocó un malestar ciudadano, pero a la vez reclama que se garantice el libre tránsito.
El sector industrial está muy vinculado con otras actividades, como la construcción y el turismo, que suelen demandar los productos suministrados por la industria.
“Pero, ¿cómo vamos a hablar de construcción si hay huelga y cómo vamos a hablar de turistas si no pueden tener certeza de que puedan viajar a Panamá en un ambiente tranquilo de movilidad?”, se pregunta el empresario.
Escasez
Hasta ayer, el principal punto de acopio y comercialización de productos agrícolas del país se estaba quedando sin mercancía a raíz del resquebrajamiento que ha tenido la cadena logística y la parálisis del transporte de carga, inmóvil ante un país sitiado por el bloqueo de calles y las huelgas.
“Hay desabastecimiento de todos los vegetales en Merca Panamá”, dijo Yoris Morales, presidente de la Asociación de Comerciantes de Merca Panamá, quien alertó que el inventario existente no es suficiente para suplir la demanda de restaurantes, hoteles y grandes industrias, ya que ha sido imposible recibir productos con normalidad desde el pasado viernes.
Eduardo Arévalo, gerente Comercial de Mercados Nacionales de la Cadena de Frío, confirmó que hay una afectación generalizada en el suministro de productos que vienen de distintas partes del país, aunque aclaró que todavía hay alimentos para la venta al menudeo. Sin embargo, dado el cierre diario de la vía Centenario, los compradores tampoco llegan.
Morales, por su lado, explicó cómo se ha ido agravando la situación con el paso de los días. Los primeros productos que empezaron a escasear en las galeras mayoristas fueron los que se cosechan en Tierras Altas, Chiriquí. El viernes 8 de julio los transportistas decidieron no viajar ante tanta incertidumbre. “Luego, durante el sábado 9 y el domingo 10 de julio, la situación fue de cero envío de cosecha a la ciudad de Panamá”.
A Chiriquí se le conoce como el granero de Panamá, pues el 80% de la producción agrícola del país procede de esa provincia.
A la situación que ya se experimentaba con los envíos de Tierras Altas, se le unieron los despachos del sector de Caisán y Río Sereno, también en Chiriquí. “Entonces no llega nada. No hay berenjenas, lechugas, repollos, zanahoria, brócoli o pimentones”.
Desde el martes 12 de julio, se empezó a tener desabastecimiento del plátano que se cultiva en Bocas del Toro, mientras que ya se presentan problemas de entrega con las verduras que se cosechan en provincias centrales. Hablamos de la yuca, el ñame o el zapallo”, dijo el comerciante.
“La situación es crítica. El área mayorista se ha quedado sin mercancía”, alertó.
Morales calcula que más de 140 camiones de mulas y camiones que abastecen diariamente al mercado están parados, mientras que los productores dejan de percibir $1.5 millones en transacciones diarias, al tiempo que los restaurantes y hoteles ya empiezan a mostrar signos de preocupación frente a la posibilidad de quedarse sin los alimentos que ofrecen a sus clientes.
Construcción
Los trabajadores de la construcción efectuaron ayer un paro de labores que afectó a la industria, tras varios días de protestas y manifestaciones.
El presidente de la Cámara Panameña de la Construcción (Capac), Carlos Allen, dijo que es difícil hacer una estimación precisa sobre el impacto económico, pero sí aseguró que se trata de una afectación de “decenas de millones”.
Se calcula que un día de paro en la industria de la construcción puede representar $14 millones de pérdida.
Allen dijo que proyectos de envergadura como la Línea 3 del Metro de Panamá o la Ciudad de la Salud, que generan una gran cantidad de mano de obra, se vieron afectados.
La Capac había hecho un llamado al Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs) para que reconsiderara el llamado a huelga, pero finalmente el sindicato efectuó el paro.
Allen dijo que en el día de ayer trataron de comunicarse con la dirigencia del Suntracs pero no fue posible. Comentó que desde hace días los trabajadores venían protestando y haciendo manifestaciones pero no paralizaron la industria. Ahora “es una afectación muy grande”, que incide tanto en las empresas como en los trabajadores.
Cancelaciones masivas de reservas
Los cierres y bloqueos a lo largo de la carretera Panamericana también han provocado pérdidas al turismo panameño, sector que no se ha recuperado del impacto provocado por la pandemia respiratoria del coronavirus (covid-19).
Ovidio Díaz, presidente de la Cámara de Turismo de Panamá (Camtur), señaló que más del 75% de las reservas se han cancelado desde el inicio de las protestas, por lo que hace un llamado al Gobierno para que se garantice el libre tránsito a lo largo del país.
Por su parte, Jorge Tovar, presidente de la Asociación Panameña de Pequeños Hoteles, comentó que en la provincia de Chiriquí se han registrado pérdidas por el orden de los $3.5 millones diarios.
Se había trabajado junto a empresarios costarricenses el “multidestino” para atender al mercado estadounidense, aprovechando el periodo de vacaciones en ese país, pero menos del 25% de las reservaciones se mantiene para los próximos días. Advierte que el número puede seguir bajando.
“No creo que registremos reservas después del 15 de julio”, acotó.
Tovar no descarta el cierre definitivo de locales debido a los bloqueos que impiden la llegada y salida de visitantes de las provincias de Chiriquí y Bocas del Toro. “La ocupación en los pequeños hoteles no supera el 10% y con esta crisis, la situación es más apremiante”, dijo el empresario.
Hay locales que siguen abiertos debido a que muchos visitantes no han logrado salir de la provincia de Chiriquí.
Desde la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) informan que los cierres han afectado el desplazamiento de turistas y visitantes del país, pero la institución no maneja cifras concretas respecto a los afectados.
Raúl Jiménez, presidente de la Asociación Panameña de Hoteles, indicó que las provincias de Chiriquí, Bocas del Toro y la zona central del país han sido las más afectadas por los cierres.
Voceros del Aeropuerto Internacional de Tocumen precisaron que ayer miércoles 60 pasajeros fueron auxiliados para llegar a la terminal aérea.
La empresa aeroportuaria ha puesto a disposición de los turistas buses desde la estación del Metro en la sede de la Universidad Tecnológica, en la a avenida José Domingo Díaz, para trasladar a los pasajeros a Tocumen.
Ayer, el comité organizador de la VII Cumbre Financiera Internacional de Panamá pospuso su evento, valorando la seguridad e integridad física de todos los participantes.
Apelando al tema de seguridad, Banco General adelanto por el día ayer el cierre de sucursales y autobancos a las 3:00 p.m.
Varios colegios particulares han enviado a sus alumnos a casa e imparten clases online, mientras que para mañana otros han reducido su jornada para evitar que estudiantes y docentes se encuentren con las marchas en la tarde. Todo el país está en sobresalto.
(Con información de Roberto González, Yolanda Sandoval y Alex Hernández)