La escasez de talento continúa aumentando globalmente y en Panamá, ronda el 68%, lo que significa que, aproximadamente, 6 de cada 10 empleadores tienen dificultades para encontrar el talento que necesita.
A medida que el mercado laboral se vuelve más competitivo y las empresas buscan profesionales altamente capacitados y especializados, es común encontrarse con dificultades para cubrir ciertos puestos. Algunas de las razones por las que resulta difícil cubrir algunas vacantes tiene también que ver con el salario.
Panamá es un país en constante crecimiento y desarrollo, y aquí la escasez de talento se puede atribuir a varios factores: Educación y formación, emigración de talento, y la competencia de las empresas por atraer el talento.
En este sentido, el tema de la compensación salarial ha sido objeto de constante debate. Los empleados buscan una remuneración justa y acorde a sus responsabilidades y desempeño, pero ¿es suficiente con ofrecer un salario competitivo?
Las empresas dedican esfuerzos a retener y atraer talento ante la escasez de profesionales y el salario, como forma de retener y atraer ese talento se ha convertido en una clave, pero ya como un esquema completo de compensación.
Realmente el mercado está experimentando una fuerte transformación de esos esquemas de compensación, ya que estos se están robusteciendo con beneficios que van más allá de solo la remuneración. Esto ha hecho que la compensación integral sea un arma para la atracción de talento. Las compañías están siendo competitivas y los salarios en la región son atractivos versus otras regiones.
Y aquí es donde nace el concepto de salario emocional. En la actualidad, cada vez cobra más relevancia el “salario emocional”, que se refiere a aquellos beneficios y reconocimientos no monetarios que impactan en la satisfacción y bienestar de los trabajadores.
Es innegable que una remuneración competitiva es fundamental para atraer y retener talento en un mercado marcado por la escasez. Los colaboradores valoran sentirse reconocidos y recompensados económicamente por su trabajo, ya que esto les proporciona seguridad financiera y les permite satisfacer sus necesidades básicas y aspiraciones económicas. Un salario competitivo también es un factor clave para mantener la motivación y el compromiso laboral, porque un empleado que percibe un salario justo se sentirá valorado y reconocido por su aporte.
El salario emocional va más allá de la compensación económica. Se refiere a aquellos aspectos intangibles que generan satisfacción y bienestar en el entorno laboral. Incluye elementos como el reconocimiento, el desarrollo profesional, la conciliación laboral, el ambiente de trabajo, la flexibilidad horaria, entre otros. Estos factores contribuyen a generar un sentido de pertenencia, motivación y compromiso en los empleados, lo cual impacta directamente en su productividad y en la retención del talento.
El salario emocional brinda una experiencia laboral enriquecedora, donde los empleados se sienten valorados, motivados y tienen la oportunidad de crecer y desarrollarse tanto personal como profesionalmente.
Estas estrategias se están implementando en gran medida en aquellas áreas donde se está presentando más escasez de talento o la rotación es muy alta. Estas áreas son logística, tecnología, ingeniería y ventas. El déficit de talento en tecnología ronda el 41%, logística e ingeniería en un 26% y finalmente en ventas se ubica en un 38% aproximadamente.