A pesar de los cambios repentinos en el sector arrocero del país, tras el anuncio de la reducción y posterior eliminación de los subsidios a los productores, así como el levantamiento del control de precios en el grano de primera, el sector agrícola pronostica que no habrá desabastecimiento.
¿Cómo se logrará esto? Los productores de arroz aseguran que negociarán con los molinos para establecer precios basados en la libre oferta y demanda, lo que les permitirá cubrir sus costos de producción y siembra, y al mismo tiempo, mantener la operatividad y rentabilidad de la industria.
El arroz de primera, que anteriormente debía venderse a $0.40, sufrirá un ajuste al eliminarse la regulación. Esto será inevitable, al tiempo que existe el temor de una escalada de precios en otras variedades.
Por su parte, el Gobierno ha anunciado que evalúa la creación de centros de molido de arroz con silos en varias regiones para intervenir en el mercado.
"Ese arroz de primera nunca existió, pero sí se pagó el subsidio", asegura el presidente José Raúl Mulino tras la eliminación del control de precios para el arroz de primera. https://t.co/s6ZwaFbDDs pic.twitter.com/CarPbAxmtw
— La Prensa Panamá (@prensacom) August 15, 2024
Con la liberación de los precios y la ausencia de subsidios, el desafío será si el mercado logrará alcanzar un equilibrio entre el abastecimiento y precios justos, evitando un incremento abrupto que afecte a los consumidores.
El Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA) y la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco) han advertido que vigilarán para evitar la especulación con los precios.
“Estamos entrando en una situación de libre oferta y demanda, y los precios deben ajustarse de acuerdo a los costos de cada eslabón de la cadena de producción. Es comprensible que los precios se ajusten para mantener la ecuación de producción y oferta del grano”, dijo Arnulfo Morales, presidente de la Federación de Asociaciones de Productores de Arroz y Granos de Panamá (Fepagrap).
Desde hace varios meses, los consumidores no encontraban la presentación de arroz regulado, que debía venderse a $0.40 la libra.
En su lugar, abundan presentaciones especiales con precios superiores a $1.50 por 900 gramos, mientras que variedades premium se venden entre $3.00 y $5.00 por 2 kilogramos.
Morales indicó que una vez que expire la compensación económica el 30 de abril de 2025, los agricultores deberán concertar con los industriales un precio de compra de la cosecha que cubra los costos de producción y la utilidad necesaria para garantizar el abastecimiento del grano.
La Asociación Nacional de Molineros de Arroz (Analmo) declaró a La Prensa que, antes de la implementación del control de precios, el valor del arroz de primera superaba los $0.40. Por ello, consideran que se alcanzará un equilibrio en el precio y descartan la escasez del producto.
“Confiamos en que el mercado encontrará un equilibrio que refleje tanto los costos de producción como las realidades de la oferta y la demanda actual”, indicó el gremio procesador.
Los industriales señalaron que el arroz de primera nunca salió completamente del mercado, ya que podía encontrarse tanto en estanterías como en las ferias del IMA.
Con la eliminación del control, ahora los molinos, distribuidores y comerciantes podrán manejar precios más ajustados a la realidad, lo que probablemente incremente notablemente el volumen del producto a lo largo del país.
Analmo sostuvo que la eliminación del control permitirá que todos los involucrados en la cadena del sector arrocero operen bajo condiciones de oferta y demanda. “Esto beneficiará a los consumidores con productos de mejor calidad y variedad de precios”, aseguraron los procesadores.
Aumenta el consumo
Panamá registra uno de los consumos per cápita de arroz más altos de Latinoamérica, con 156 libras al año por persona, lo que demuestra que este cereal es uno de los principales alimentos en la mesa de los panameños.
El Ministerio de Desarrollo Agropecuario estimó que el ciclo de siembra 2024-2025 registraría un total de 97,790 hectáreas sembradas.
Sin embargo, los productores sostienen que podría estar entre las 90,000 y 92,000 hectáreas debido a la incertidumbre generada por la reducción de la compensación económica.
“Esperemos que se den los ajustes necesarios y no se reduzca la siembra para el ciclo 2025-2026, que es el que no contará con compensación económica. Es importante aclarar que los productores siempre hemos respondido y garantizado el abastecimiento del 90% del arroz que se consume en el país”, recalcó Arnulfo Morales, presidente de Fepagrap.
Recalcó que los más de $800 millones en compensación que otorgó el Gobierno durante casi 10 años se destinaron a evitar que el precio subiera, entendiendo que los costos de producción han aumentado.
“Ese precio de $0.40 la libra no era real, y al eliminarse esas reglas de juego, el precio debe balancearse de acuerdo con la oferta y la demanda. El arroz especial, al no tener regulación, se vende al precio del mercado, y esto sucederá ahora que el arroz de primera ha quedado excluido del control”.
Añadió que “el producto más caro es el que no existe”, por lo que considera que esta es una oportunidad para trabajar en mejorar la productividad.
Omar Spiegel, presidente de los productores de la provincia de Veraguas y tesorero de Fepagrap, añadió que el ciudadano ha estado pagando entre $0.60 y $0.65 por la libra de arroz especial.
Spiegel comentó que producir un quintal de arroz cuesta $30 y con el subsidio de $16, sumado a los $17 que pagaba la industria, tenían un margen de ganancia de $3 por quintal. Sin embargo, al reducirse el subsidio a $7.50 y aumentar los costos de producción, los molineros ya no podían sostener esos precios. Con la eliminación del control de precios, esperan poder negociar con la industria.
Spiegel señaló que, actualmente, hay incertidumbre porque los productores están entregando la cosecha sin conocer el precio que recibirán de la industria
Los productores de arroz también esperan que el gobierno cumpla con el pago de la compensación pendiente, que asciende a $40 millones.