La desconfianza del consumidor panameño cayó a niveles históricos en la medición realizada por la consultora The Marketing Group a solicitud de la Cámara de Comercio Industrias y Agricultura de Panamá (Cciap) durante el mes de septiembre.
El índice disminuyó 15 puntos en comparación con la encuesta del mes de julio, quedando en 61, siendo esta la cifra más baja desde que se comenzó a medir la confianza de los consumidores hace 15 años, comentó Domingo Barrios, gerente general de la empresa consultora.
Por segunda ocasión, todos los indicadores utilizados para formar el índice de confianza quedaron por debajo de la línea de los 100 puntos, que es el punto intermedio entre la confianza y desconfianza.
Barrios señala que los altos niveles de desempleo, sumado con el incremento en el costo de los alimentos, medicamentos y estrechez económica de las personas para cumplir con sus compromisos financieros están impactando a los consumidores panameños.
El indicador utilizado para medir la capacidad de ahorro cerró en 25 puntos, luego de perder 17 en comparación con julio pasado. “Ya no solo estamos hablando de la capacidad de ahorro individual, sino que el entorno familiar se está afectando por el desempleo, la inflación y el incremento en los precios a pesar que el combustible está siendo subsidiado”, explicó Barrios.
La encuesta fue aplicada a 700 personas a nivel nacional y la medición cuenta con un 95% de efectividad.
En relación al indicador de empleo, éste arrojó una puntuación de 65 puntos, 5 menos que la encuesta anterior. Barrios comenta que dentro de este indicador se mide la percepción de los consumidores de mantener su puesto de trabajo durante los próximos seis meses o la posibilidad de encontrar una plaza con mejor remuneración, y el 97% de los encuestados indicaron que es poco probable.
Con relación a las preguntas sobre la situación de hogar y futuro del país, el resultado fue de 78 puntos y 76 puntos, luego de perder 18 y 20 puntos, respectivamente.
El gerente de The Marketing Group dijo que hay factores como la corrupción, protestas, falta de una política para generar nuevas plazas de empleo que están mermando la confianza de los consumidores en relación con sus hogares y el país.
“Hay que generar puestos de trabajos formales, porque la informalidad no genera seguridad en los trabajadores, porque no se cuentan con los beneficios que establece la ley”, explicó.