La falta de pasto, heno, caña y otros subproductos de la prolongada estación seca, principalmente, en la zona central del país, mantiene en una situación crítica al sector ganadero panameño y lo deja en una posición vulnerable ante la posibilidad de que se conforme el fenómeno de El Niño durante la segunda mitad del año.
Ovidio Saavedra, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan), señaló que el pasado martes 23 de mayo solicitaron al Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) que se declare el “estado de emergencia” en el sector agropecuario con el fin de que se liberen fondos para la compra de insumos al sector productivo.
Explica que la estación de lluvias, que se extendió más de lo normal a finales de 2022, impidió que el pasto mejorado que utilizan los ganaderos completara su ciclo de crecimiento, dejándolo debilitado frente a la falta de agua producto de la estación seca.
Producto de la falta de agua, sumado a la escasez de insumos para la alimentación, la producción de derivados como la leche ha disminuido durante 2023.
La Contraloría General de la República reporta que en los primeros dos meses del año la producción de leche natural usada para la elaboración de productos conexos disminuyó 8%, mientras que la producción de leche pasteurizada y de leche evaporada, condensada y en polvo, cayó 13% y 4.1%, respectivamente.
“La producción de leche tipo C ha disminuido en 4 millones de litros, lo que representa una merma de 8%, frente al primer cuatrimestre de 2022″, comenta Saavedra, quien advierte, que debido a las condiciones adversas, las reservas de pasto se terminaron, por lo cual, piden que se agilicen las importaciones de subproductos alimenticios empleados para alimentar el ganado, ya que en las últimas semanas se ha incrementado la muerte de reses en distintos puntos del país.
El presidente de Anagan comentó que no cuentan con una cifra oficial sobre las muertes de reses en el país, y señaló que están a la espera de los datos oficiales que está recabando el MIDA. Durante el mes de mayo, ganaderos en Veraguas y Macaracas en la provincia de Los Santos, reportaron la muerte masiva de animales.
Sobre la solicitud del estado de emergencia, Saavedra confía en que el tema sea sometido a la discusión del Consejo de Gabinete en los próximos días, ya que reconoce que el sector ganadero no está en posición de enfrentar una sequía más aguda debido al fenómeno de El Niño.
Aunque en los últimos días se han registrado lluvias en zonas ganaderas en las provincias de Darién, Panamá Oeste, Bocas del Toro y Chiriquí, y en algunos puntos del Arco Seco que conforman las provincias de Herrera, Los Santos y Coclé, todavía la intensidad de las mismas es baja.
Por el momento, el panorama no es halagador. Un informe del Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá indica que el mes mayo será de transición, donde se empezarán a generar aguaceros desde moderados hasta muy fuertes con mayor cobertura en la vertiente del océano Pacífico.
No obstante, indica el documento que, julio se caracterizará por una marcada disminución de las lluvias después de que se produzca el primer máximo de lluvias durante el mes de junio. Por el momento, hay un 80% de probabilidades de que este año ocurra El Niño, que se caracteriza por un aumento de las temperaturas a nivel global y ausencia de lluvias en el Pacífico.
La última vez que se registró el fenómeno de El Niño fue entre los años 2015 y 2016. La Organización Meteorológica Mundial (OMM), clasificó al año 2016 como el más caluroso de la historia. Por su intensidad, el fenómeno de El Niño provocó la muerte de más de 600 reses en Azuero y dejó pérdidas al sector agropecuario por más de 102 millones de dólares en 2016.
Importaciones
Oswaldo Díaz, miembro de la junta directiva de la Asociación de Productores de Cerdos de Panamá y de la Asociación Nacional de Porcicultores, señaló que la realidad del sector porcicultor es diferente a la del sector ganadero en cuanto a la escasez de agua y alimentos, pero explica que también enfrentan importantes retos.
El incremento en las exportaciones de carne de cerdo y sus derivados ha provocado una caída en el precio de la producción nacional.
A esta situación, señala Díaz, hay que sumarle el incremento que vienen registrando desde hace meses los insumos utilizados para la alimentación como maíz y soya, producto del conflicto militar entre Rusia y Ucrania, dos de los principales productores alimenticios del mundo.
A pesar de la coyuntura actual, el sector porcicultor panameño espera que la situación mejore en la segunda mitad del año, cuando se registra un aumento en las ventas debido a las festividades de fin de año. La Contraloría reportó que en los cuatro primeros meses del año se sacrificaron 215 mil 240 cerdos, un incremento de 8.9%, aunque en el mes de abril disminuyó 1.2%.
Alta producción
Augusto Jiménez, productor de la provincia de Chiriquí, indicó que a diferencia de otras zonas del país, donde la falta de precipitaciones tiene en jaque al sector agropecuario, en Tierras Altas, se registra, actualmente, una sobreproducción de alimentos como la zanahoria, apio y lechuga, al punto que el precio en campo, no cubre los costos mínimos que deben enfrentar los productores, entre ellos, la mano de obra.
Jiménez explicó que es necesario que se reglamente la ley de política alimentaria sancionada en enero pasado y que propone reformas para el uso de agrotecnología y las cadenas productivas de valor.
“Es importante que las instituciones vinculadas al sector productivo sean más ágiles, pero lo más importante es que hay que evitar que temas políticos tengan más peso al momento de nombrar a los funcionarios que deben velar por el desarrollo del sector agropecuario, y no, las capacidades técnicas”, explicó.