La cosecha de otoño en China se encuentra bajo “grave amenaza” por las altas temperaturas y la sequía, advirtieron las autoridades, urgiendo a tomar acciones para proteger los cultivos ante la peor ola de calor registrada en el país.
La segunda mayor economía mundial se ha visto golpeada este verano boreal por temperaturas récord, sequías e inundaciones repentinas, una serie de fenómenos extremos que se vuelven más frecuentes e intensos debido al cambio climático, advierten los científicos.
El gobierno ha prometido 10,000 millones de yuanes (1,450 millones de dólares) para ayudar a buenas cosechas de arroz este otoño.
Una reunión del Consejo de Estado de Pekín, presidida por el primer ministro, Li Keqiang, acordó que el gobierno debería “hacer un trabajo aún mejor para combatir y reducir la sequía”, dijo la emisora CCTV.
Durante estos meses, el sur de China ha vivido su período más largo y sostenido de altas temperaturas y escasez de lluvias desde que empezaron los registros meteorológicos hace más de 60 años, dijo el Ministerio de Agricultura en un comunicado.
El río Yangtsé, principal reserva de agua potable del país, está seco en varios tramos y desde hace dos meses, los habitantes de muchas ciudades chinas viven al ritmo de las alertas diarias por fuerte calor, lo que ha llevado a las autoridades a racionar la electricidad.
En la agricultura, la sequía es especialmente problemática para los cultivos de arroz y de soja, que requieren mucha agua.
Cuatro departamentos gubernamentales lanzaron un aviso urgiendo a tomar medidas para proteger los cultivos y pidiendo que “cada unidad de agua se utilice con cuidado”. El Gobierno aboga por “una combinación de medidas para aumentar las fuentes de agua para combatir la sequía, primero asegurar agua potable para la gente, garantizar agua para el riego agrícola y guiar a los agricultores para proteger el grano de otoño”, agregó.