La disminución en los caudales de los ríos Parita, Mensabé, La Villa y Guararé ha mermado la siembra de melón y sandía en Azuero. Los productores se mudaron a Veraguas y Chiriquí para continuar con la actividad.
ESTACIÓN SECA
La extrema sequía en la región de Azuero obligó a los productores de cultivos tradicionales de exportación a migrar a otras zonas agrícolas del país, como el sur de Veraguas y Chiriquí.
Cuando llegaba la estación seca en la región de Azuero (Herrera y Los Santos), la producción de melón, sandía y zapallo se convertía en la principal fuente de trabajo. Pero, en esta temporada, las altas temperaturas y la escasez de agua han obligado a los productores de cucurbitáceas a migrar a otras tierras, manifestó Francisco Antúnez, miembro de la Gremial de Agroexportadores de Productos No Tradicionales de Panamá (Gantrap).
La disminución en los caudales de los ríos Parita, Mensabé, La Villa y Guararé ha mermado la siembra de las frutas y zapallo de exportación durante la temporada agrícola 2015-2016.
“Con la extrema sequía y falta de agua, ningún productor sensato se arriesgará a sembrar a orillas de estos ríos que antes solían ser utilizados para abastecer los cultivos de cucurbitáceas”, informó Antúnez.
Además, las fuentes de agua de los pozos también se han reducido, lo que representa un riesgo para los cultivos, advirtió el agroexportador.
En los últimos cinco años, la sequía en la región de Azuero azota a los cultivos de granos, tubérculos y frutas, pero la falta de agua en esta temporada agudizó la situación.
Muchos agroexportadores migraron hacia Soná, Mariato y Calobre en Veraguas. Otros se trasladaron a la zona de Alanje y San Juan, en Chiriquí, y a la región de Tabasará, al este de la comarca Ngäbe Buglé.
Cuando el clima favorecía, la cosecha de melón y sandía en Azuero se extendía desde enero hasta abril. Este año las cosechas apenas se extenderán hasta finales de febrero, manifestó Antúnez. La baja en las hectáreas de siembra también afectó a las plantas empacadoras.
En Azuero han cerrado al menos ocho plantas que empacaban cultivos de exportación, restándole dinamismo a la economía de la región. “En la estación seca, muchos jóvenes en su tiempo libre trabajaban en las plantas empacadoras”, comentó el representante de la Gantrap.
La siembra ha caído a tal punto que en la región azuerense se cultivan apenas 400 hectáreas entre melón, zapallo y sandía, cuando anteriormente en esta zona agrícola se sembraban más de 2 mil hectáreas de cucurbitáceas.
La falta de agua no solo afecta al cultivo de frutas como el melón y la sandía, sino también a la siembra de maíz, arroz y tomate; además del sector ganadero.
Los efectos del cambio climático cada vez son más fuertes, y los productores nos tenemos que reinventar y buscar nuevos métodos para producir alimentos, de lo contrario, estamos destinados a desaparecer, pronosticó el representante de la Gantrap.
En el país se cultivan 2 mil hectáreas de cucurbitáceas, y la siembra de sandía lidera la producción con mil 200 hectáreas.