De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), en el año 2012, durante el climax de los trabajos de ampliación del Canal, se generaron 83,057 nuevos empleos, el desempleo era 4%, la informalidad 37%, 53% del empleo eran trabajadores asalariados del sector privado, y mensualmente se agregaron 2,107 nuevos informales a la economía.
En el 2022, luego de la peor catástrofe laboral de la historia, donde la empresa privada perdió a 407 mil empleados, 47% del total, el desempleo fue 9.9%, la informalidad 48.2%, los asalariados privados representaron 43% de los empleos del país y mensualmente se incorporaron 10,008 nuevos informales a la economía.
En 10 años la contribución de los asalariados privados al total del empleo cayó 10 puntos porcentuales y se quintuplicó el número de informales que se incorporan a la economía mensualmente.
La pandemia no ocasionó el problema, lo agravó
Entre agosto 2012 y abril 2022 se perdieron 59 mil empleos asalariados de la empresa privada, al tiempo que se agregaron 62 mil funcionarios y casi 250 mil informales. Cada trabajador formal de la empresa privada que perdió su empleo durante esa década fue reemplazado en la economía por un funcionario y cuatro informales.
Los 6 sectores que hoy aportan las dos terceras partes de la fuerza laboral privada, como bloque, sólo generaron empleo informal. Estos sectores son comercio, construcción, logística, industria, hoteles/restaurantes y otras actividades de servicio, los cuales representan además 4 de cada 5 nuevos empleos creados en el 2022 y 9 mil de los 10 mil nuevos informales que se incorporan a la economía mensualmente.
Desempleo disminuye porque aumentan los informales
Según el Censo 2023, a julio 2023, el desempleo disminuyó a 8.9%, equivalente a 193,200 personas, lo que pone a la población económicamente activa (PEA) y la población ocupada por encima de los niveles prepandemia.
Sin embargo, el número de informales en la economía no se conocerá hasta el 30 de octubre de este año. Pero se sabe que en el primer semestre 2023, Mitradel tramitó 148,950 nuevos contratos laborales (24,825 contratos mensuales), 26% por debajo de los 202,108 (33,685 contratos/mes) procesados por la entidad en el mismo período del 2019.
Nuestra crisis laboral no es de empleo, sino de confianza
Mitradel pasó de tramitar 445 mil nuevos contratos laborales en el 2017 a 240 mil en el 2022. Es decir, 205 mil contratos menos en 5 años, al tiempo que pasamos de generar unos 1,900 informales por mes (2017) a más de 10 mil en el 2022. La informalidad creció de 40.8% a 48.2%.
La población económicamente activa creció en 147 mil personas. Se redujo la oferta (-205 mil plazas laborales) y aumentó la demanda (+147 mil), creando un déficit de 352 mil personas que quieren trabajar y no encuentran empleo digno.
De cada 100 nuevos empleos que hoy genera la economía, 60 son informales, 10 son funcionarios, y de los otros 30, 23 son temporales (contrato definido o por obra terminada). De esos 100 trabajadores, sólo 7 pueden decir que tienen un “empleo estable” (si un contrato indefinido puede calificarse como tal).
La crisis laboral tiene rostro joven
En 2017-2022, el número de “Ninis” de 15 a 29 años aumentó 56%, y a pesar de que entre octubre 2021 y abril 2022, 40% de los nuevos empleos beneficiaron a jóvenes menores de 30 años, los panameños en esa franja de edad sólo obtuvieron 1 de cada 50 nuevos empleos generados por la economía.
Hoy ellos son 24% de los trabajadores y 54% de los desempleados del país. De cada 100, 44 trabajan, 29 estudian y 27 son Ninis.
Panamá perdió atractivo para la Inversión Extranjera
Hace 10 años, Panamá acaparaba la atención del mundo financiero. Una década y una pandemia después, las cosas cambiaron. Según el reciente informe KPMG 2023 M&A in Latam Survey, México, Brasil y Costa Rica lideran el atractivo para la Inversión Extranjera Directa (IED), y Panamá ocupa el noveno lugar, superado también por Colombia, Perú, Uruguay y Argentina.
Rumbo hacia una economía de informales y funcionarios
La planilla estatal y los subsidios son refugio de quienes no encuentran trabajo en una economía que no está generando empleos de calidad, porque se perdió la confianza de que invertir en Panamá es buen negocio.
La diferencia entre el empleador y el empleado es quién asume el riesgo. Sin un empresario que ve una oportunidad de negocio, el empleo asalariado no existe.
El autor es asesor empresarial.