Suiza establecerá una tasa mínima impositiva de 15% a las grandes multinacionales, según el resultado a favor obtenido en un referéndum planteado por el gobierno para permitir que el país se alinee con las reglas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La medida fue aprobada por cerca del 80% de votantes, lo que permitirá que Suiza aplique la reforma de la imposición de las multinacionales adoptada por la OCDE y el G20 tras la crisis financiera de 2008 y que prevé una tasa mínima de 15% sobre los beneficios de los grupos cuyas cifras de negocios superan los 750 millones de euros (822 millones de dólares).
En esa categoría recae un centenar de empresas suizas y miles de filiales de grupos extranjeros.
Esta reforma resultaba indispensable porque, de lo contrario, los impuestos no cobrados podían haber sido reclamados por los países donde se encuentra la sede principal de la compañía implicada, según explicó el gobierno, que pidió a los ciudadanos un voto a favor para evitar que el dinero saliera del país. Se estima que los ingresos por el impuesto suplementario oscilarán entre 1,000 y 2,500 millones de euros (entre 1,096 y $2,741 millones) el primer año.

