Diariamente, se realizan 450 operaciones en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, entre despegues y aterrizajes. El constante movimiento de aeronaves ha dejado su huella en las dos pistas de aterrizaje, que, al día de hoy, operan con las especificaciones mínimas internacionales de aviación.
Tocumen cuenta con dos pistas de aterrizaje, y el último trabajo de rehabilitación profunda se realizó en 2016. La pasada administración inició en junio de 2023 la licitación del contrato para el “estudio, diseño, rehabilitación y mantenimiento de pavimentos y pistas”, acto público que tenía como precio de referencia 42 millones de dólares.
El acto se extendió hasta abril de 2024, luego de resolverse una serie de impugnaciones, dejando como ganador al Consorcio Tocumen, integrado por la empresa Inversiones FJ e Ingeniería PC, que había ofertado el precio más bajo: 38.9 millones de dólares.
El Consorcio Tocumen había superado a empresas que, en los últimos gobiernos, han obtenido importantes contratos con el Estado, como Meco, Constructora Urbana, Transeq, China Harbour Engineering Company y Mota Engil, entre ellas la ampliación de la carretera hacia Vacamonte, la ampliación de la línea 1 del Metro hasta Villa Zaita, el cuarto puente sobre el Canal de Panamá y el corredor de El Caribe en la provincia de Colón.
El último recurso contra la adjudicación del contrato a favor del Consorcio Tocumen se resolvió en abril pasado, cuando el Tribunal Administrativo de Contrataciones Públicas validó el informe de la comisión evaluadora. Cuando se pensaba que el proceso había culminado, y que las empresas Inversiones FJ e Ingeniería PC se encargarían de mejorar las condiciones de las pistas, el 27 de junio la junta directiva de Tocumen S.A., presidida en ese momento por Federico Alfaro Boyd, exministro de Comercio e Industrias, decidió anular la adjudicación del contrato, argumentando que era necesario realizar nuevos estudios técnicos.
Ramón Zambrano, vicepresidente de Ingeniería y Proyectos del aeropuerto de Tocumen, explicó que la actual administración, encabezada por José Ruiz Blanco, decidió cancelar la licitación y convocar un nuevo acto debido a las inconsistencias entre el pliego de cargos diseñado por el equipo de la terminal aérea y el publicado oficialmente en el portal Panamá Compra. Esta inconsistencia, comenta Zambrano, generó incertidumbre y dudas en torno a la transparencia del proceso.
“Este aspecto, sumado a la carencia de perfiles técnicos especializados en la propuesta, evidenció un vacío significativo en los requisitos para ejecutar una obra de tal envergadura en el principal hub de conexiones de América Latina y el Caribe”, comentó.
De acuerdo con Zambrano, la licitación hacía énfasis en la presentación de personal técnico idóneo en roles estratégicos como ingeniero residente, gerente de proyecto, especialista ambiental, especialista en operaciones y topógrafos, lo que, en su opinión, fue uno de los aspectos más críticos.
“Asimismo, señala que la evaluación de los costos proyectados no reflejaba adecuadamente las condiciones del mercado, lo que provocó que varias empresas, a excepción de la seleccionada, expresaran su inconformidad con los montos estimados. Esta situación subrayó la carencia en la implementación de un análisis técnico y financiero riguroso del proyecto”, acotó el vicepresidente de Ingeniería y Proyectos del aeropuerto de Tocumen.
De las dos pistas de aterrizaje, la 03R-21L, construida en 1978, es la que presenta el deterioro más avanzado. Esta es la pista que está frente a las dos terminales de pasajeros y tiene una extensión de 3,050 metros, de los cuales cerca de 750 metros fueron rehabilitados durante la paralización de operaciones de vuelos comerciales en 2020, debido a la pandemia respiratoria del coronavirus. La pista, construida en pavimento rígido (losas de concreto), presenta fisuras y desprendimientos, mayormente en la zona central de rodadura y áreas de contacto.
“Estas condiciones, aunque dentro de los parámetros mínimos de operación, pueden agravarse si no se abordan a tiempo. Además, es imperativo realizar una actualización en la infraestructura de señalización, incluyendo las luces empotradas y de borde, para alinearlas con los estándares actuales de seguridad aeroportuaria”, comentó Zambrano.
Por su parte, la pista 03L-21R, ubicada en la parte lateral del aeropuerto, en dirección hacia Tocumen, está en condiciones aceptables, pero con indicios de desgaste, producto del paso de aeronaves de mayor tamaño, en especial los vuelos hacia Europa. La pista fue rehabilitada en su totalidad en 2016, pero se hace necesario realizar nuevos trabajos, especialmente en la zona central.
Nueva licitación
Zambrano comentó que ya se trabaja en los nuevos pliegos para lanzar la licitación para contratar la rehabilitación de las dos pistas, y adelantó que la metodología de ponderación que se implementará incluirá un análisis exhaustivo de los aspectos técnicos, económicos, administrativos y financieros de cada uno de los proponentes.
“El proceso de evaluación se enfocará no solo en el costo del proyecto, sino también en la capacidad técnica de las empresas, su historial en obras similares y su solidez financiera, asegurando que el contrato recaiga en el proponente que obtenga el mayor puntaje bajo esta metodología de ponderación.
Las exigencias mínimas obligatorias incluidas en el pliego de cargos buscan asegurar que los participantes estén a la altura de los requerimientos de la principal puerta de entrada a Panamá”, detalló el ejecutivo del aeropuerto.
El contrato tendrá una duración de 4 años, ya que, además de los trabajos de rehabilitación, el contratista seleccionado será responsable del mantenimiento de las dos pistas, incluyendo la gestión de los materiales que se utilizarán durante la fase posterior a la entrega de los trabajos, así como la iluminación.
La fase de mantenimiento, que abarca reparaciones por desgaste, obliga a la compañía seleccionada a realizar inspecciones periódicas de los pavimentos, el barrido de las pistas cada 30 días, la retirada de caucho una vez cada dos años, el repintado de la señalización horizontal y la reparación de juntas y parches.
“El adjudicatario deberá proponer y gestionar el suministro de equipos y materiales, incluyendo asfalto y sistemas de iluminación aeronáutica, los cuales requieren tiempos prolongados de entrega. La empresa deberá anticipar estos pedidos para evitar retrasos en la obra, ya que no se aceptarán demoras por falta de materiales”, acotó.
Contrato por fases
De acuerdo con el cronograma de trabajo preparado por el aeropuerto, los trabajos de la pista 03L-21R tomarán 3 meses, mientras que la rehabilitación más profunda que se realizará en la pista 03R-21L se extendería por más de un año.
La ejecución del contrato se ha dividido por fases, y al término de cada una, Tocumen estaría emitiendo un acta de recepción provisional, lo que permitirá hacer las observaciones del trabajo realizado por el contratista. La fase 0, que tomaría tres meses, abarca los estudios preliminares e implantación del sistema de gestión de pavimentos (APMS).
Superado este paso, iniciaría la fase 1, que contempla el recarpeteo de la pista 03L-21R, trabajo que se extendería por tres meses. Culminada la colocación de la nueva capa de asfalto, empezaría la rehabilitación de la pista con mayor desgaste, trabajos que deben estar culminados dos años después de la entrega de la orden de trabajo por parte del aeropuerto.
En cuanto a las fases 3A y 3B, Zambrano explicó que “involucran el mantenimiento de ambas pistas, cada una con una duración de dos años, contados a partir de la emisión de las respectivas actas de recepción provisional. Durante este período, la empresa adjudicataria será responsable de realizar inspecciones mensuales y otras labores de conservación, asegurando la operatividad de las pistas”.
Daños en la plataforma de la T2
Adicional a los trabajos de rehabilitación de las dos pistas de aterrizaje, Tocumen también debe hacerle frente a los daños que presenta la plataforma de rodaje en la nueva terminal de pasajeros, que a la fecha impide el uso de al menos 11 de las puertas del edificio de 116 mil metros cuadrados, afectando la operación de la terminal aérea y comercios. La plataforma de rodaje forma parte del contrato por 917 millones de dólares que ejecutó la empresa brasileña Odebrecht, hoy CNO, y que no culminó en buenos términos, luego de que el aeropuerto decidió rescindir el contrato por incumplimiento.
Aunque el Tribunal Administrativo de Contrataciones Públicas rechazó la anulación ejecutada por el aeropuerto, un tribunal de arbitraje falló a favor de la terminal aérea, ordenando al contratista brasileño un pago cercano a los 30 millones de dólares.
Aunque el daño que presenta la plataforma de rodaje de la T2 entra en la garantía del contrato de 917 millones de dólares, Tocumen ya inició la reparación temporal debido a que la última parte del año es la de mayor tráfico de personas. La empresa Pavimentos Especializados se encarga de las reparaciones iniciales en una primera fase, que abarcará 3,055 metros cuadrados de pavimento flexible, con un costo estimado de 288 mil dólares.
Sobre este fallo, el director de la Autoridad Aeronáutica Civil, Rafael Bárcenas, comentó que la entidad fue la responsable de dar el aviso al aeropuerto sobre el riesgo que presentaba para las aeronaves el desprendimiento de partículas.
“La plataforma no se podía seguir usando porque había mucho material suelto que podía dañar los motores o el tren de aterrizaje”, comentó. Bárcenas dijo que Tocumen no podía esperar una decisión judicial sobre la responsabilidad de los daños en la plataforma de la T2, ya que las operaciones se estaban viendo afectadas. Por el momento, Tocumen ha redirigido parte del movimiento de aeronaves y pasajeros a la terminal uno.
Por su parte, Pedro Heilbron, director ejecutivo de Copa Airlines, el principal usuario de Tocumen a través de su centro de conexiones, señaló que no se justifica que a dos años de operaciones de la nueva terminal la plataforma esté con problemas, lo que ha provocado un congestionamiento en la terminal 1. “Confiamos en que el constructor (CNO) hará frente a esta responsabilidad”, señaló.
La Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) se encuentra en la fase final para la presentación del estudio técnico sobre el estado de la estructura de los pavimentos asfálticos de las calles de rodaje en la plataforma de la T2, Sierra 8 (S-8), para identificar las causas de los hallazgos.
