De mantenerse la tendencia actual de operaciones aéreas y número de pasajeros, el Aeropuerto Internacional de Tocumen cerrará el 2024 con números históricos, con ingresos superiores a los 400 millones de dólares.
Durante la presentación de los resultados de su gestión desde 2019 a la fecha, Raffoul Arab, gerente de Tocumen S.A., comentó que la proyección conservadora es que este año la sociedad anónima, que es 100 % propiedad del Estado, reportará ingresos por 387 millones de dólares. Sin embargo, dijo que, basado en los números al mes de mayo, confía en que los ingresos superarán la barrera de los 400 millones de dólares.
De cumplirse los pronósticos de Arab, a final de 2024 los ingresos de Tocumen habrán superado en un 55 % los reportados en 2019, cuando sumaron 258.9 millones de dólares. El ejecutivo dijo que el aeropuerto se ha recuperado en su totalidad del impacto de la pandemia respiratoria del coronavirus, que en su primer año, 2020, dejó una pérdida de 85 millones de dólares y otros 143 millones de dólares en 2021.
En cuanto al número de pasajeros, los cálculos de Tocumen habían proyectado a inicios de año cerrar el 2024 con un movimiento de 18 millones de viajeros, superando los 17.8 millones de 2023. Pero ahora, la estimación apunta a los 19 millones de viajeros.
En los primeros cuatro meses del año, la principal terminal aérea del país manejó un tráfico de 6 millones 153 mil 781 pasajeros, un incremento del 8 % en comparación con el primer cuatrimestre del año pasado.
Durante la presentación de resultados, Arab dijo que, a pesar de la apertura de la nueva terminal de pasajeros, los gastos operativos del aeropuerto se han mantenido controlados. En 2023, los gastos operativos de Tocumen alcanzaron los 109.5 millones de dólares, mientras que en 2018 cerraron en 108.5 millones de dólares.
Sobre los proyectos que deberá ejecutar la próxima administración, el gerente de Tocumen habló sobre la puesta en marcha de la zona logística y la nueva terminal de carga, así como la realización de estudios para la construcción de un oleoducto entre la provincia de Colón y el aeropuerto para mejorar el suministro de combustible.
Actualmente, 60 camiones cisterna ingresan diariamente a Tocumen para suministrar combustible a los aviones y mantener las reservas, que tienen una capacidad de 6 días. Otro proyecto que deberá iniciarse durante el próximo quinquenio será la construcción de una tercera pista de aterrizaje que permitirá que Tocumen realice operaciones de forma simultánea.
Carlos Conde, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Panamá (ALAP), dijo que entre los retos que tiene el país para mantenerse como el principal centro de conexiones de la región está la continuación del plan de expansión de Tocumen, además de la ampliación del espacio aéreo.
Actualmente, con las dos terminales de pasajeros, Tocumen tiene capacidad para atender a 25 millones de pasajeros al año y, de mantenerse la tendencia actual, el aeropuerto estaría alcanzando su máxima capacidad antes del 2029.
Igualmente, será necesario atraer nuevas líneas aéreas al país e incrementar la conectividad aérea interna, dijo Conde, quien comentó que la aviación en Panamá atraviesa un momento de alta demanda que, a diferencia de los años previos a la pandemia, no está registrando temporada baja, debido a la demanda constante de pasajeros aéreos.
Reportes de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) apuntan a que en 2025 la industria aérea en la región registrará un crecimiento del 19 % frente a los números reportados en 2019. No obstante, Conde indicó que hay factores que pueden limitar el crecimiento de la industria en Panamá y en la región, como la disponibilidad de nuevas aeronaves y personal de cabina.
Actualización de la ley de Tocumen
Además de las inversiones para ampliar y mantener la infraestructura del aeropuerto, el gerente de Tocumen considera que el nuevo gobierno debe actualizar la Ley 23 del 29 de enero de 2003, que implementó el modelo de sociedad anónima en el aeropuerto. Considera que hay aspectos que deben ser modernizados para darle más agilidad a las decisiones que debe tomar la administración de la terminal aérea.
“No es posible que Tocumen tarde meses en poder comprar una batería o que sea necesario que pasen semanas para que nos autoricen los fondos para hacer una reparación menor”, dijo Arab, quien agregó que es un “milagro” que Tocumen se haya recuperado después de la pandemia del COVID-19 a los niveles actuales con las limitantes que plantea la Ley 29.