La administración del aeropuerto internacional de Tocumen, S.A. rescindió el contrato a CNO, S.A.-como se nombra ahora la brasileña Odebrecht- por incumplimiento de las obligaciones convenidas en el contrato de construcción de la nueva terminal de pasajeros.
La cancelación del contrato conlleva la inhabilitación de la empresa (que ha confesado el pago de sobornos en una docena de países, incluyendo Panamá) para participar en licitaciones de obras públicas y contratar con el Estado panameño.
La decisión fue anunciada este martes 28 de septiembre, por el gerente general de Tocumen, Raffoul Arab, quien explicó en un comunicado que ya se procedió con la notificación oficial a ASSA Compañía de Seguros, S.A. sobre el incumplimiento de las cláusulas pactadas con el contratista “para garantizar la culminación de la obra mediante la ejecución de la fianza de cumplimiento y proteger los mejores intereses del Estado”.
La aseguradora ASSA tiene la fianza de cumplimiento de la obra, por $229 millones.
La última adenda del convenio entre la empresa y el Estado establecía que la obra debería estar completamente finalizada al día 30 de septiembre de 2021, pero tras una nueva inspección se conoció que “al día 27 de septiembre se registraron aún 640 elementos pendientes”. Originalmente, en febrero de 2020, se detectaron 10 mil 547 “pendientes”, los que la empresa tenía la obligación de corregir.
Odebrecht había pedido se le extendiera hasta el 31 de diciembre de 2021 el plazo para completar estos trabajos pendientes.
Tocumen manifestó que, pese a esta cancelación, garantizará la operatividad y puesta en marcha de la nueva terminal, de 116 mil metros cuadrados, cuya construcción inició en el año 2012 y fue parcialmente estrenada en enero de 2019, cuando Panamá acogió la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
La construcción de la nueva terminal no solo se ha prolongado en el tiempo; su precio también aumentó en los últimos años, elevando su costo de $679 millones a $917 millones. En el camino, se pactaron ocho adendas.