Aeropuerto Internacional de Tocumen, S.A. (Aitsa) y la empresa brasileña Odebrecht entregaron al Tribunal Administrativo de Contrataciones Públicas (TACP) sus informes sobre el estado de los trabajos que no se atendieron debido a la resolución administrativa del contrato para la construcción de la nueva terminal de pasajeros.
La decisión de suspender el contrato se ejecutó el 28 de septiembre de 2021, dos días antes de que venciera el plazo acordado en la octava adenda para que el contratista terminara con todas las obras pendientes en el edificio de 116 mil metros cuadrados.
Los informes forman parte de las pruebas que necesita el TACP para decidir si Tocumen contaba con suficientes elementos para anular el contrato firmado en 2012 o si Odebrecht no es responsable de la demora en la ejecución de los trabajos pendientes en el nuevo edificio, que cuenta con 20 puertas de abordaje.
En su informe de actualización de los trabajos pendientes al 30 de mayo de 2023, Tocumen indica que todavía Odebrecht tiene pendiente de atender 285 trabajos Cuando Tocumen firmó el acta de aceptación sustancial del proyecto en febrero de 2020, ambas partes acordaron que había 10 mil 547 pendientes que serían atendidos en un periodo de cuatro meses; sin embargo, la pandemia respiratoria del coronavirus (covid-19) modificó esos planes, haciendo necesario que se firmaran nuevas adendas al contrato.
De los 285 trabajos que todavía están pendientes, 175 tienen que ver con el sistema de climatización; 15 con el sistema contra incendios; 13 con sistemas especiales; 22 con elevadores, y 9 con acabados, entre otros.
Aitsa asegura que de los trabajos pendientes, 216 son producto de una mala ejecución por parte del contratista, a quien solicita la entrega de un cronograma de trabajo, así como la bitácora con los datos de los trabajadores responsables de ejecutar todo aquello.
“A 19 meses de haber concluido el periodo contractual [30 de septiembre 2021] del contrato del programa de expansión del Aeropuerto Internacional de Tocumen, Odebrecht continua con la corrección de pendientes con un deficiente rendimiento, tal como se comprueba en el cierre al 30 de abril de 2023. Además, cualquier trabajo que continúe realizando la empresa en la obra será bajo su propia cuenta y riesgo”, indicó el aeropuerto en el informe de 59 páginas entregado al Tribunal Administrativo.
Además de anular el contrato, que después de ocho adendas alcanzó un costo de $917 millones (originalmente eran $674 millones), Tocumen también ordenó la prohibición de tres años para que la empresa brasileña pueda firmar nuevos contratos con el Estado.
Sumado a los trabajos sin concluir, Aitsa también exige al contratista que cumpla con las garantías de la obra y equipos instalados en el edificio. Según Tocumen, hay 951 expedientes abiertos relacionados con las garantías, de un total de 3 mil 560. Entre las garantías solicitadas está el cambio de losas del piso que, al poco tiempo de habilitarse una primera sección de la nueva terminal, comenzaron a deteriorarse.
Tocumen también indica que el contratista no ha logrado solucionar las filtraciones en el techo. La compañía asegura que solo hay filtraciones en un 0.2% del techo y que ya se ha reunido con la empresa responsable de su instalación para encontrar una solución definitiva.
Para sustentar su posición, Odebrecht entregó al TACP más de 100 páginas en las que detalló los trabajos que no ha atendido y asegura que el retraso en el proyecto es responsabilidad exclusiva del aeropuerto, ya sea por incumplimiento del cronograma de pagos, así como la negativa de los inspectores de la terminal de validar el trabajo realizado y aceptarlo.
Adicional, el contratista sostiene que los obstáculos provocados por la pandemia respiratoria impidieron que recibiera equipos y suministros para cumplir con sus obligaciones. Sobre este punto, voceros de AITSA agregan que en la adenda 7 se contemplaron los retrasos provocados por las restricciones de movilidad implementadas durante los dos primeros años de la pandemia.
La empresa indica que, a pesar de la decisión del aeropuerto de anular el contrato, ha mantenido personal en el proyecto para terminar los trabajos pendientes.
Odebrecht reconoce que tiene trabajos por terminar en la nueva terminal, pero asegura que no son 318, como declaró Tocumen, y sostiene que solo son 69.
La empresa indica que, a pesar de la decisión de anular el contrato, ha mantenido personal en la terminal para completar los trabajos pendientes.
Inspecciones
Dentro del cronograma establecido por el TACP para recibir las pruebas que necesita para tomar una decisión en el proceso de apelación presentado por Odebrecht contra el aeropuerto, el 18 de mayo los peritos designados por Tocumen y Odebrecht realizarán la inspección ocular en el edificio de 116 mil metros cuadrados, para comprobar la operación de la terminal y el estado de los trabajos señalados por Tocumen como pendientes. También quieren ver cómo están los trabajos que ya se corrigieron, según la empresa brasileña.
Aunque no se ha definido la fecha de entrega de los informes periciales, el Tribunal ya fijó fecha para entrevistar a cada uno de los peritos que efectuarán la inspección. El lunes 12 de junio, el TACP entrevistará a Rogelio Forero y Rolando Chavarría, quienes fueron designados por Odebrecht, y un día después, es decir, el martes 13, hará lo propio con los peritos seleccionados por el aeropuerto, José Ramón Icaza y José Hidrogo.