Tres rutas y un solo objetivo: mejorar la movilidad en San Miguelito

Tres rutas y un solo objetivo: mejorar la movilidad en San Miguelito
El Metrocable mejoraría la movilidad dentro del distrito de San Miguelito al estar conectado con las líneas 1 y 2 del Metro. Panamá sigue el modelo de Medellín, Colombia. Archivo


El 20 de agosto de 2024, el Consejo de Gabinete declaró de interés público el proyecto de teleférico en los distritos de Panamá y San Miguelito, que se ejecutará bajo la modalidad de Sistema de Concesión Administrativa.

Con la aprobación de la resolución N.° 78-24, el Metro recibió luz verde para iniciar el proceso de estudios y selección del concesionario para el proyecto de teleférico en Panamá y San Miguelito.

Entre los avances logrados por el Metro está la apertura del proceso de contratación de la empresa responsable de realizar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) categoría II. Inicialmente, la entrega de propuestas se había fijado para el viernes 11 de octubre, pero tras las solicitudes de extensión de tiempo por parte de las empresas interesadas, el Metro reprogramó el acto para el viernes 18 de octubre.

En el pliego de condiciones que se utilizará en la licitación, se establecieron las zonas de influencia directa e indirecta del proyecto. Según el Metro, estas áreas serán utilizadas por las empresas que participarán en la licitación como referencia para elaborar el plan de trabajo, planificar las actividades correspondientes al EIA y establecer los parámetros requeridos en la línea base ambiental.

En total, son 11 puntos que serían impactados directa o indirectamente por el proyecto, pero todo dependerá de la ruta final que seguirán las góndolas del teleférico. Estas zonas son: Villa Guadalupe (Escuela República de Israel); Samaria (cerca de la Escuela República de Corea); Mano de Piedra (Escuela Martin Luther King); Centro de Salud Cerro Batea; Valle de Urraca (parada de MiBus).

También se incluyen Valle de Urraca (Templo Monte de Sanidad); Escuela General San Martín (cerca de la salida del Corredor Norte); Torrijos Carter/Santa Librada (alrededores de las zonas pagas de MetroBus); Nueva Libia, Tierra Prometida y Nuevo Progreso, El Balboa y la Avenida Angélica de Salvat en Parque Lefevre.

En el documento elaborado por el Metro de Panamá se indican tres posibles rutas para construir el teleférico, derivadas de la Red Maestra del Metro, que establece todas las líneas identificadas hasta la fecha, incluyendo el teleférico. La segunda ruta fue resultado de un estudio realizado por el Ministerio de Obras Públicas (MOP), y la tercera es una propuesta más actualizada del Metro.

La alternativa 1, contemplada en la Red Maestra, operaría con 11 estaciones distribuidas en los puntos más alejados de las líneas 1 y 2 del Metro. La alternativa 2, evaluada por el MOP, contempla 7 estaciones más espaciadas dentro del populoso distrito, y sería la de mayor extensión, pues incluye estaciones fuera de San Miguelito para conectar con otras zonas como Parque Lefevre. La tercera propuesta está diseñada preliminarmente con 6 estaciones, las cuales estarían a mayor distancia entre ellas. (ver mapas).

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La alternativa 1 contempla 11 estaciones.

De acuerdo con el Gobierno, la construcción del teleférico tiene como propósito llegar a un segmento de la población de Panamá y San Miguelito que no es atendido adecuadamente por las líneas 1 y 2 del Metro ni por la flota de MetroBus, debido a las condiciones topográficas de las áreas en las que reside.

Estudios preliminares estiman que la demanda potencial del Metro Cable es de aproximadamente 4 mil viajes en hora pico, aumentando a más de 6 mil viajes en el año 2040. Uno de los principales obstáculos identificados son los cables de alta tensión instalados en el Corredor Norte, que complicarían el recorrido hacia puntos como Santa Librada y Torrijos Carter, entre otros.

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La alternativa 2 contaría con 7 estaciones y de las tres propuestas, es la más extensa.

En el pasado quinquenio, el Metro intentó en múltiples ocasiones contratar estudios de factibilidad del proyecto, pero los actos se declararon desiertos tras el incumplimiento de las empresas con los requisitos mínimos para participar.

Un estudio realizado entre 2017 y 2018 por el Consorcio Nippon Koei Lac-Systra, como parte de una cooperación técnica no reembolsable del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), concluyó que la construcción del Metro Cable es factible a través de una red de 15 estaciones, lo que mejoraría la movilidad dentro del distrito de San Miguelito, de norte a sur, ya que las líneas 1 y 2 del Metro solo ofrecen opciones en las periferias de la zona.

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La alternativa 3 es la más corta con seis estaciones.

Requisitos

El contrato que recibirá la empresa encargada del EIA tendrá una duración de 8 meses, pero solo contará con seis para realizar el estudio y entregarlo al Ministerio de Ambiente para su evaluación. El precio de referencia fijado por el Metro es de 174 mil dólares, y hasta la fecha se han recibido 13 solicitudes de aclaración sobre los requisitos del pliego de condiciones.

El Metro también ha emitido dos adendas al pliego: la primera modificó la fecha de entrega de propuestas, y la segunda cambio algunos de los requisitos para los proponentes. Inicialmente, el Metro había solicitado que los interesados debían contar con un director de evaluación ambiental con experiencia en proyectos valorados en 200 millones de dólares.

Algunos interesados argumentaron que en Panamá son pocos los proyectos que alcanzan dicho monto, por lo cual la cifra se redujo a 100 millones de dólares. Por otro lado, inicialmente se solicitaba que el especialista en hidrología contara con experiencia en contratos por 50 millones de dólares, pero en la adenda se eliminó este monto y solo se requerirá haber participado en dos EIA en los últimos 5 años.

En la segunda adenda también se estableció que, para sus propuestas, las empresas deberán considerar una franja de 15 metros a lo largo del trayecto que recorrerán las góndolas. La empresa seleccionada deberá entregar 10 muestreos de calidad del aire ambiental, 10 monitoreos de ruido ambiental, 10 monitoreos de vibraciones ambientales, 4 monitoreos de agua superficial y 8 muestreos de análisis de suelo.

En el informe, el contratista deberá considerar todas las fases del proyecto: construcción, operación, mantenimiento y abandono. Además, deberá describir y evaluar las alternativas, tanto tecnológicas como geográficas, y justificar las razones para seleccionar las distintas alternativas donde se desarrollará el proyecto, incluyendo aspectos técnicos, comerciales, sociales y ambientales.

También deberá describir las formaciones y unidades geológicas regionales, fallas geológicas y sismicidad, así como los posibles riesgos naturales en el área del proyecto, incluidos fuertes vientos (huracanes), lluvias torrenciales, sequías, inundaciones, sismos y deslizamientos de tierra.

“Se debe prestar especial atención a los antecedentes y la probabilidad futura de inundaciones o deslizamientos en el área del proyecto, para lo cual se debe realizar una investigación bibliográfica y documental, además de visitas de campo”, indicó el Metro en el pliego de condiciones.

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En los últimos años se han construido nuevos sistemas de teleférico en Latinoamérica como una opción para mejorar la movilidad en zonas con alta densidad. Archivo

Sistemas de teleféricos en América Latina

En América Latina, varios países han implementado sistemas de teleféricos como una solución de transporte público en zonas de difícil acceso, con el objetivo de mejorar la movilidad urbana en áreas con alta densidad de población.

Colombia: El sistema Metrocable en Medellín, que conecta barrios ubicados en zonas montañosas con el sistema de transporte masivo, ha sido pionero en el uso de teleféricos para transporte social.

Bolivia: La ciudad de La Paz cuenta con Mi Teleférico, el sistema de transporte por cable más extenso del mundo, que mejora significativamente la movilidad entre La Paz y El Alto.

México: El Mexicable, en el Estado de México, conecta zonas de difícil acceso con el transporte masivo, ofreciendo una alternativa rápida y segura para sus habitantes.

Venezuela: El sistema de teleférico de Caracas conecta zonas periféricas y de difícil acceso con el centro de la ciudad, mejorando la integración de las comunidades marginales.


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