El Tribunal de Contrataciones Públicas (TAP) habría fallado a favor de Odebrecht, en la disputa legal que la constructora brasileña (confesa del pago de sobornos en una docena de países, incluyendo Panamá) tiene años librando con el Aeropuerto Internacional de Tocumen.
De acuerdo con la información a la que tuvo acceso este diario, el TAP habría revocado la resolución emitida por Tocumen en 2021, mediante la cual se dejó sin efecto el contrato de expansión del aeropuerto y se inhabilitó al contratista para participar en licitaciones con el Estado panameño.
Se entiende que el tribunal habría tomado esta decisión debido a que consideró que Odebrecht sí había entregado la Terminal 2 sustancialmente terminada.
Cuando se hizo efectiva la resolución administrativa o cancelación del contrato firmado en 2012, Tocumen indicó que la empresa tenía más de 600 pendientes, los cuales no podría resolver debido a la dilatación comprobada de los trabajos.
El miércoles 10 de enero de 2024, cuando se conoció la resolución, este diario intentó corroborar dicha información con la administración de Tocumen. No se aseguró ni negó el alcance de la decisión del TAP y se dijo que estarían analizando los pasos legales que se pueden adoptar.
En la resolución que habría emitido el TAP, se indica que con su decisión se agota la vía administrativa, por lo que no se admitirá ningún recurso, salvo la acción que corresponda ante la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia.
La administración de Tocumen, liderada por Raffoul Arab, estaría reunida en la noche del pasado miércoles con sus abogados.
Además, el TAP estaría ordenando los procedimientos correspondientes para la reparación de vicios o defectos de construcción.
A más de un año de haberse abierto en su totalidad la Terminal 2, todavía la obra presenta fallas críticas en la plataforma y en el sistema de enfriamiento, así como rajaduras de paredes y filtraciones de agua.
Para poder atender a los pasajeros en esa terminal, la administración de Tocumen ha manifestado que ha tenido que invertir más de $20 millones en adecuaciones y reparaciones.
La última adenda del contrato entre Odebrecht y el Estado establecía que la obra debería estar completamente finalizada al día 30 de septiembre de 2021, pero luego de una inspección se conoció que “al día 27 de septiembre de ese año aún se registraban 640 elementos pendientes”.
Originalmente, en febrero de 2020, se habían detectado 10,547 pendientes, los cuales la empresa tenía la obligación de corregir.
Para esa época, Odebrecht había pedido que se le extendiera hasta el 31 de diciembre de 2021 el plazo para completar estos trabajos, pero los incumplimientos previos jugaron en su contra, llevando a la rescisión del contrato y a no aceptar una nueva prórroga.
La rescisión del contrato se dio el 28 de septiembre de 2021, cuando el aeropuerto determinó que el contratista no cumpliría con los términos de una octava adenda del acuerdo y la totalidad de los trabajos por entregar en el tiempo asignado.
Odebrecht indicó en ese entonces que debido a una serie de incumplimientos de Tocumen, así como por factores ajenos (entre los que destacó la pandemia) se había visto económicamente afectada en el equilibrio del contrato.
La obra, que ha terminado costando $917.9 millones, debió ser entregada en 2019, pero arrancó operaciones en junio de 2022.