Las últimas inspecciones en sitio a las plantas de productos de productos lácteos y cárnicos de Costa Rica se hizo en 2014 y tras el largo periodo, las autoridades panameñas deben iniciar una auditoría sanitaria que permita verificar que las condiciones de esas plantas inhabilitadas no han variado, informó este viernes 7 de agosto, el Ministerio de Comercio e Industrias (MICI), en un comunicado.
El pronunciamiento del MICI se conoce un día después de que Costa Rica anunciara que comunicó a la Organización Mundial del Comercio (OMC) que Panamá aplica un bloqueo a las importaciones de los productos costarricenses hacia el mercado panameño.
El periodo en que las plantas estaban habilitadas para exportar a Panamá venció el pasado 30 de junio, sin que se hubieran realizado los trámites necesarios por parte de las autoridades de Costa Rica para su renovación y luego de que Panamá hubiera concedido prórroga desde 2017 solo con pruebas documentales, añadió la entidad.
Se afirma que el Gobierno de la República de Panamá no ha adoptado medidas para bloquear importaciones costarricenses, ya que la inhabilitación de un grupo de plantas del vecino país está relacionada al cumplimiento de procedimientos de seguridad de los alimentos que se introducen al país, para garantizar la salud del consumidor panameño.
El MICI indicó que históricamente, más de 40 plantas de producción de Costa Rica se han mantenido realizando exportaciones al mercado panameño, con lo que queda demostrado el carácter de apertura comercial que Panamá ha practicado siempre con relación a este país socio y vecino.
Al mismo tiempo respondió que Panamá no ha recibido el mismo acceso por parte de Costa Rica y a pesar de muchos esfuerzos, no ha podido renovar sus exportaciones por el orden de varios millones de dólares en carne bovina a Costa Rica, de 5 plantas que fueron inhabilitadas en 2015. Tampoco ha logrado que se surtan los procesos de aprobación por parte de las autoridades ticas para un grupo reducido de plantas panameñas de procesamiento (productos terminados de pollo, cobia, productos del mar y lácteos) que intentan ingresar a dicho mercado.
Con relación a los productos de origen vegetal como tomates, plátanos y bananos, la prevalencia de algunas plagas cuarentenarias en el país vecino implica asegurar que estas plagas no se introduzcan a Panamá, afectando a rubros de suma importancia en la actividad agropecuaria, por lo cual es necesario que se cumpla con los controles efectivos, adoptados siempre bajo los criterios científicos.Finalmente, el MICI señala que Panamá ha sido por tradición un país cumplidor de sus compromisos comerciales internacionales, pero debe ante todo ser vigilante de que los procedimientos que garanticen la inocuidad de los alimentos, la salud humana y la protección del patrimonio agropecuario, “sean cumplidos por los socios comerciales a quienes ha abierto el mercado nacional para el beneficio mutuo de nuestros países”.
A pesar de que las autoridades de Costa Rica no presentaron las solicitudes en el término que establecen los reglamentos correspondientes, las autoridades panameñas dijeron que se mantienen abiertas al diálogo y trabajo conjunto, en aras de que puedan surtirse los procedimientos correspondientes y mantener los flujos de comercio entre ambos países, bajo las condiciones sanitarias y fitosanitarias requeridas.