La policía financiera italiana incautó activos por valor de un millón de dólares a un empresario que se declaraba pobre en materia fiscal pero que era propietario de un Ferrari y de un yate de 12 metros, informó este viernes la agencia italiana de prensa AGI.
Al empresario, de 72 años, que reside cerca de Modena, en Emilia-Romagna (norte), le fueron confiscados cinco apartamentos, seis seguros de vida, dinero en efectivo depositado en varias cuentas bancarias y numerosos objetos de valor, entre ellos relojes de lujo y cuadros firmados por importantes pintores, como el italiano De Chirico.
La policía financiera descubrió una brecha evidente entre los ingresos declarados a las autoridades fiscales por el defraudador a lo largo de muchos años y la acumulación de bienes valiosos, algunos de los cuales aparecían a nombre de la esposa y el hijo.
Según los investigadores, la evasión fiscal se prolongó durante cuatro décadas y permitió a su autor llevar un estilo de vida desproporcionado con respecto a los ingresos declarados, a menudo al borde del umbral de la pobreza.
En total las autoridades constataron una diferencia de alrededor de siete millones de euros (8,2 millones de dólares) entre la renta declarada y la riqueza acumulada real.
La deuda con la autoridad fiscal asciende a más de 12 millones de euros (14.1 millones de dólares).
Italia, la tercera economía más grande de la zona euro, batalla desde hace años contra el fenómeno de la evasión fiscal.