La quiebra del subsistema exclusivamente de beneficio definido de pensiones amenaza con arrastrar la economía panameña. A medida que pasa el tiempo es mayor el riesgo que implica la insuficiencia de fondos para hacerle frente al pago de las jubilaciones.
Pero el pasado 2 de enero, cuando el presidente Laurentino Cortizo tuvo la oportunidad de decirle al país cómo abordaría de forma inmediata la crisis para evitar el efecto dominó que se avecina, el mandatario decidió dedicarle menos de dos minutos a este tema, apelando a un diálogo, que tras un año de parálisis no tiene indicios de reactivarse.
Los miembros de ese diálogo por la Caja de Seguro Social (CSS) no han recibido ninguna respuesta o información en cuanto al reinicio o reactivación de las conversaciones desde que se suspendieron en diciembre de 2021, de acuerdo con información recibida ayer por este diario.
Primero, la excusa de detener las discusiones fue esperar el diagnóstico del IVM por parte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Sin embargo, el informe estuvo en manos del Gobierno desde septiembre de 2022, sin que se reiniciara el diálogo, porque la segunda razón para seguir dilatando el proceso fue solicitar a los representantes de la OIT que sustentaran el informe del estudio actuarial, y que además incluyeran escenarios con posibles soluciones, para que, “nos ayuden a tener alternativas para poder tomar una decisión bien informada”, dijo en su momento el director de la CSS, Enrique Lau.
Organizaciones empresariales, asociaciones independientes y financistas advierten de lo riesgoso que resulta seguir en el estatus actual.
El gasto anual del subsistema del IVM es de aproximadamente un 2% del producto interno bruto y alcanzará un pico máximo de 3.9% en la década de 2030.
La reducción progresiva de los cotizantes activos, y por tanto de los ingresos por contribuciones, el agotamiento de la reserva total en 2024 y el incremento acelerado en la cantidad de nuevas pensiones creará una fuerte presión en el financiamiento del creciente gasto del subsistema, ratificó la OIT.
Esto dará como resultado que el déficit operativo anual proyectado en términos nominales crezca cada año y alcance un tope máximo anual en 2050 cercano a los $7,500 millones.
Y mientras que el país no cuenta con fondos para financiar tal hueco financiero, se evidencia una falta de urgencia en atender la crisis del subsistema de pensiones en la CSS, lo que valió para que la agencia de calificación Moody´s ratificara la calificación del país en Baa2, pero cambiará la perspectiva a negativa por las crecientes presiones fiscales derivadas del contexto actual, así como de las perspectivas de la CSS.
El financista Carlos Araúz advierte que la falta de fondos del subsistema exclusivamente de beneficio definido es el problema más complejo en ciernes para el país, pero sorprende el silencio de cara a la crisis.
Las repercusiones son muchas, precisó Araúz, haciendo hincapié en el impacto en el sistema bancario y financiero, la sostenibilidad de la paz social y el endeudamiento inminente a más alto costo, lo que complica la ejecución presupuestaria y la atención al tejido socioeconómico, sin obviar el riesgo de perder el grado de inversión.
Ayer, el Movimiento Panamá Joven hizo un llamado urgente a que se retome inmediatamente la mesa del diálogo por la CSS.
“Las declaraciones del presidente Laurentino Cortizo, en su más reciente informe a la Nación, han reforzado la extrema importancia de que se reactive el diálogo, puesto que ha señalado que, solo de la mesa, podrán salir las opciones para solucionar la crisis del programa IVM”.
“... El tiempo para actuar es ahora, ya que el subsistema exclusivamente de beneficio definido está a punto de quedarse sin reservas, y no podrá hacerle frente al pago de las pensiones de los actuales jubilados. La crisis socioeconómica a la que llevaría esto sería una nunca antes vista, por lo que exigimos al Gobierno convocar, a los que estuvimos participando de las sesiones originales, a la reanudación del diálogo”, indicó el grupo a través de un comunicado.
Movimiento Panamá Joven fue creado en el 2021 por un grupo de ciudadanos en edades entre 18 y 30 años, cuya vocería actual es liderada por Juan Tejada y Jeannette Bravo.
El financista especializado en gestión de riesgos y seguros, Pablo Gutiérrez, -quien también integra el movimiento- dijo que es inverosímil la pausa tan larga que ha tenido la mesa del diálogo, cuando ya se cuenta con un informe de la OIT, reiterativo a lo que habían dicho los actuarios de la CSS.
La junta directiva de la Caja de Seguro Social (CSS) recomendó al Ejecutivo el nombramiento de Elsebir de Castillero como la nueva integrante de la junta técnica actuarial. Castillero reemplazaría en el cargo a Andrés de La Guardia, a quien se le venció el periodo en el cargo desde el pasado 16 de agosto de 2022. No obstante, hasta la fecha, el colegiado no ha recibido respuesta por parte del presidente Laurentino Cortizo, a quien se le envió una correspondencia con dicha solicitud desde el pasado 18 de agosto de 2022. Es vital que la junta técnica actuarial funcione con todos sus miembros. Son tres actuarios que anualmente deben entregar un informe en el que alertan a la junta directiva de la CSS y al Ejecutivo, a través del Ministerio de Economía y Finanzas, de la situación actuarial del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM). La falta de un actuario retrasa la presentación del informe actuarial correspondiente a los estados financieros del año 2021. El último informe actuarial tiene como base información financiera de 2020. En el pasado fue imposible contar con informes actuariales oportunamente ante la falta de actuarios nombrados por el Ejecutivo.
Atraso en el nombramiento de actuario
en la CSS
“La realidad del subsistema ya es conocida, así como también las posibles soluciones. Confiamos en que, en los próximos meses, se pueda presentar ante las autoridades correspondientes el documento con los pasos a seguir para no solo solventar, de una vez por todas, las penurias por las que pasa el subsistema antes mencionado, sino también para tener un sistema de pensiones que sea sostenible, adecuado e íntegro, donde exista la solidaridad real y se incentive la responsabilidad individual”, preciso el Movimiento Panamá Joven.
La agrupación indicó que cualquier solución que se implemente deberá respetar la seguridad jurídica y evitar, a toda costa, crear un agujero financiero aun más grande del que se tiene hoy en día.
Esta referencia nace de la inquietud que ha generado la posible unificación del subsistema de beneficio definido con el programa mixto, que contempla un componente de ahorro individual.
Los trabajadores sindicalizados han sugerido que con los fondos del sistema mixto se le pague a los actuales jubilados para evitar reformas paramétricas.
Pero los trabajadores jóvenes advierten que una medida de este tipo sería una especie de expropiación de sus fondos, al tiempo que los actuarios han advertido que tal medida cuadruplicaría el déficit en el tiempo.
La Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, presidida por Marcela Galindo, indicó que el país debe asumir “con valentía y confianza” la misión ineludible de salvar el sistema de IVM.
“No hay tiempo para mayor dilatación del tema, por eso es una exigencia fundamental que cuanto antes se instale la mesa del diálogo por la CSS con la participación de los trabajadores”.
El gobierno de Ricardo Martinelli y el de Juan Carlos Varela no reconocieron la crisis que se avecinaba, mientras que el de Laurentino Cortizo, aunque intentó hacer lo mismo, no tuvo otra salida que admitir lo que pasaba, cuando los informes actuariales pronosticaban la quiebra del subsistema exclusivamente de beneficio definido, debido a los enormes pagos por hacer, el aumento en el número de jubilados y las limitadas reservas financieras.