Una investigación de InSight Crime y el Centro de Estudios Latinoamericanos y Latinos (CLALS), de American University señala al registro panameño de buques, el más grande del mundo, como un supuesto refugio para abanderar barcos chinos que se dedican a la pesca ilegal.
Menciona que en 2020, cuando la flota pesquera china fue sorprendida en labores de pesca cerca de las islas Galápagos, en Ecuador, ecosistema de algunas de las especies más amenazadas del mundo, algunos buques tenían bandera panameña.
“Los barcos que ondeaban banderas panameñas descargaban pesca en los puertos e izaban a cambio de combustible y suministros”, indica la publicación. Se refiere a los buques frigoríficos, que permanecen en un punto para recibir toneladas de pescado y muchas veces lo procesan y empacan a bordo, según Global Fishing Watch.
Sin embargo, no se especifica el número de registro o nombre de esas embarcaciones con bandera panameña que supuestamente se dedican a esta práctica ilegal.
El informe añade que investigadores del Instituto de Desarrollo en Altamar (Overseas Development Institute), con sede en Londres, estimó que el tamaño de la flota china de pesca en aguas remotas se acercaba a los 17,000 barcos. Según el reporte, publicado en junio de 2020, unos 1,000 barcos que operaban en la flota china tenían bandera de otros países. De ese total, 52 tenían bandera panameña y sobre ocho de ellos recaían sospechas de participación en pesca ilegal no declarada ni reglamentada. El informe no menciona los otros países de la región que operan barcos en la flota de China.
Versión de autoridades
Tras esta publicación, el director de Marina Mercante de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), Rafael Cigarruista respondió a este diario que “Panamá no es lo que dice ese artículo. Nosotros no apoyamos la pesca ilegal no declarada y no reglamentada”. Añadió que hay una batalla del Gobierno en contra de esta mala práctica.
Panamá tiene actualmente una tarjeta amarilla impuesta por la Unión Europea como una advertencia para implementar una serie de recomendaciones y combatir la pesca ilegal. En junio pasado los funcionarios europeos auditaron al país para verificar el cumplimiento de los procedimientos y está pendiente el informe sobre los resultados.
“Nosotros estamos tratando de quitarnos esa ‘espada de Damocles’ . De hecho, hay 99 países con tarjeta amarilla y tres con tarjeta roja, o sea que este no es un tema solamente de Panamá”, afirmó Cigarruista.
Al referirse al registro panameño, indicó que siempre se hace la debida diligencia para abanderar un barco y cuando se detecta que una embarcación está cometiendo una falta, “nosotros tenemos que accionar”.
Para esta fiscalización, la AMP cuenta con un centro de control y monitoreo con polígonos y alarmas establecidas, además de mecanismos de seguimiento a la flota. Agregó que actualmente se está depurando el registro con la cancelación de naves refrigeradas que no cumplen.
Por su parte, Flor Torrijos, administradora de la Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) coincidió en que para el registro de barcos de pesca siempre se ha hecho una debida diligencia en conjunto con la AMP sobre la navegabilidad de la embarcación. Se buscan sus antecedentes, en qué puertos ha parado en los últimos tres años, dónde ha descargado y en qué áreas.
Torrijos precisó que Panamá ha eliminado 11 embarcaciones del registro por pesca ilegal entre 2021 y en lo que va de 2022; y “seguirá controlando y monitoreando la flota en base a la política de cero tolerancia a la pesca ilegal”. De los 255 barcos de la flota pesquera, 55 naves, es decir el 21.5%, pertenecen a armadores de origen asiático: China, Hong Kong y Taiwán.