Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, se sentaron junto a los eméritos, Juan Carlos y Sofía, en el funeral de Isabel II en la abadía de Westminster, en Londres, la primera imagen conjunta de los cuatro desde 2020.
Al funeral han acudido también presidentes, reyes, príncipes, primeros ministros, embajadores e invitados especiales, para rendir tributo a Isabel II, que reinó durante setenta años.
Felipe VI participó este lunes 19 de septiembre en la ceremonia religiosa previa al entierro de la reina Isabel II en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor.
Los Reyes, el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía, en el funeral de Estado de la Reina Isabel II, celebrado en la Abadía de Westminster de Londres.
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) September 19, 2022
➡️https://t.co/PvJHpCwueE pic.twitter.com/SlZ8EDH5D4
Juan Carlos I vive en Abu Dabi y está alejado de tareas institucionales.
Los reyes eméritos, emparentados por las dos partes con la familia real del Reino Unido, asistieron también la víspera a la recepción ofrecida por el rey Carlos III en el londinense palacio de Buckingham. Juan Carlos I, de 84 años de edad, fue visto entrando entonces con un bastón, ayudado por su asistente personal, con Sofía a su derecha también de luto.
El rey emérito es pariente lejano de Isabel II, mientras que doña Sofía está vinculada familiarmente al difunto esposo de la soberana británica, el príncipe Felipe, fallecido el 9 de abril de 2021.
El último encuentro entre Juan Carlos I y su hijo fue el pasado mes de mayo en España, tras una visita a Vigo del anterior jefe del Estado para participar en unas regatas, pero no hubo fotografías públicas.
La imagen de padre e hijo juntos, en un momento en que el primero afronta una demanda judicial en Inglaterra por parte de su examante Corinna Zu Sayn-Wittgengstein, lleva a preguntarse si el emérito podría hacerse más presente en adelante en la vida pública española.
A nivel diplomático, el Gobierno español ha subrayado no obstante que solo Felipe VI representa al país. En declaraciones a la prensa a las puertas de la embajada de España en el Reino Unido, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, afirmó hoy que “el jefe del Estado está claro que es Felipe VI”.
”El rey emérito se encuentra en Londres respondiendo a una invitación a título personal y, por lo tanto, yo creo que los papeles están claramente definidos y el motivo de por qué se encuentran aquí, también”, manifestó Albares.
A la salida del funeral, por la puerta principal de la abadía, pudo verse a Felipe VI -vestido con uniforme de capitán general de la Armada- departiendo con Letizia mientras esperaban para subir a uno de los autobuses para invitados, aunque ya sin la presencia de sus padres.
El rey de España participará junto a la reina Sofía en la ceremonia religiosa previa al entierro de la reina británica en el castillo de Windsor. La reina Letizia no asistirá al acto -más íntimo que el funeral- ya que debe tomar un vuelo regular hacia Nueva York, mientras que el emérito declinó la invitación formulada por el rey Carlos III.
La visita de Juan Carlos de Borbón coincide con la demanda civil por presunto acoso interpuesta a finales del año pasado ante la Justicia británica por Corinna Zu Sayn-Wittgengstein, que reside en Londres. El emérito afronta en las próximas semanas una nueva audiencia en el proceso, después de que en julio el Tribunal de Apelación londinense lo autorizara a recurrir parcialmente un fallo de marzo del Tribunal Superior, que le denegaba poder ampararse en la inmunidad real.
La corte de Apelación le permitió recurrir específicamente en relación a los actos previos a su abdicación en 2014, pero no al periodo posterior, dado que se considera que entonces ya no ejercía funciones de jefe de Estado, pese a su pertenencia a la familia real.
Corinna, de 58 años de edad, lo acusa de haberla sometido a “acoso” personalmente o a través de “agentes” a su servicio, supuestamente coordinados en ocasiones por el antiguo director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, entre 2012 y 2020, lo que Juan Carlos I niega. Según la demandante, aquellas acciones, por las que reclama una indemnización por “daños y perjuicios” y una orden judicial de protección, “amenazaron” su seguridad y la de sus hijos.