Instalada en una mansión valorada en unos 14 millones de dólares, en la ciudad canadiense de Vancouver, Meghan Markle comentó que lo mejor que le pudo pasar a su esposo, el príncipe Enrique, fue renunciar a la familia real.
Así lo publicó este martes 21 de enero en el diario británico Mailonline, que citó a un amigo cercano de la exactriz estadounidense.
"Dijo que, como ella, su espíritu estaba siendo aplastado y que simplemente no podía soportar verlo sufrir más", cita el diario digital sobre la información del amigo de Meghan.
Además que Meghan también reveló que “fue su amor por él lo que hizo esto posible”.
Como parte del acuerdo con la reina Isabel II, Meghan y Enrique dejarán de trabajar como miembros de la familia real desde la primavera de 2020 y no asistirán a ningún compromiso oficial en representación de la reina.
Mientras que el príncipe Carlos, continuará otorgando “financiamiento privado” a la pareja, y este acuerdo se revisará en un año.