El Biomuseo de Panamá ha llevado hasta Madrid, España su "aventura" para acercar esta enorme máquina científica que se expresa con el lenguaje del arte y que en sus primeros cuatro meses ha recibido alrededor de 45 mil visitantes.
En la capital española y aprovechando la Feria de Turismo (Fitur), responsables del Biomuseo se reunieron con representantes del Guggenheim de Bilbao, también obra de Frank Gehry, para aprender de su experiencia, dijeron sus coordinadores de exhibiciones, Darién Montañez, y de comunicaciones, Margot López.
Los directivos explicaron que el objetivo es convertir el Biomuseo, con un presupuesto de casi 100 millones de euros (114.4 millones de dólares), en una de las señas de identidad de Panamá, "punto caliente" de la biodiversidad del planeta, con especies como el capibara (el roedor más grande del mundo) y el oso de anteojos, así como en un motor económico y turístico.
Después de ocho años pensando cómo debía ser esta "máquina", ha llegado el momento de manejarla: "es un momento muy divertido, evaluamos si las cosas funcionan y cómo realizar eventos que atraigan", dijo Montañez.
Acaba de arrancar el programa de actividades del Biomuseo y la idea es que en el museo siempre estén pasando cosas interesantes y explicar al público qué hace un arqueólogo, un diseñador gráfico, un indígena artesano a través de sus propias palabras.
"No queremos enseñar sino inspirar y que las personas salgan del recinto con preguntas nuevas", recalcó el coordinador de exhibiciones del museo, que cuenta además con un parque botánico de tres hectáreas, en el que el 80 % de las especies son endémicas.

