El primer contacto de Dan Ramírez con la música tiene que ver con su infancia en Panamá. Recuerda los fines de semana con su abuela Dalia escuchando los combos nacionales, y la música típica que venía del toldo ubicado detrás de su casa, en El Marañón.
El músico, que aprendió a tocar el clarinete con la banda del Instituto Nacional, es hoy el guitarrista del grupo Consumata Sonidera, nacido en 2010 en el barrio de Bushwick en Brooklyn, Nueva York.
“En 2012 el acordeonista me invitó a tocar en la banda porque necesitaban a un guitarrista. Ese año comenzó la transformación del grupo a la encarnación presente”, comparte Ramírez, via correo electrónico, desde Estados Unidos.
Ramírez era parte de otra agrupación cuando conoció a los músicos fundadores de Consumata Sonidera, y empezaron a trabajar juntos cuando la banda a la que pertenecía se separó.
Ahora, junto con el grupo, prepara una gira por Perú y Ecuador, entre el 9 y el 24 de abril. En esas fechas, la banda fundada por el saxofonista de raíces peruanas Bruno Navarro hará sonar una mezcla de cumbia, reggae, ska y punk, un sonido que “está pensado para el directo, para que bailes sin control y te diviertas”, según un comunicado de la banda.
-¿Qué significa Consumata Sonidera?
Tiene muchas interpretaciones. En parte es una crítica al concepto del consumismo que en cierta forma mata a la humanidad. La palabra “mata” también se refiere a una conexión con las plantas y la naturaleza, la cual está en conflicto con el mismo consumismo del que hablamos.
-¿Está entre sus planes venir alguna vez a Panamá?
Espero algún día poder hacerlo. Sería un orgullo grande para mí.
-¿Hasta dónde les gustaría llegar como agrupación?
Nos gustaría presentarnos en todos los países de Latinoamérica para exponer nuestra música y al mismo tiempo conocer la diversidad cultural. Es importante aprender lo que nos conecta como pueblo y como seres humanos. Hay que proteger y conservar nuestra herencia cultural latinoamericana.