Incendios: El terror de la época de la Colonia

Incendios: El terror de la época de la Colonia


El Casco Antiguo de la ciudad de Panamá, desde su fundación en 1673, tras los ataques del pirata Henry Morgan cuando saqueó Panamá la Vieja, ha tenido diversos cambios. Esto no se puede percibir 342 años después, ya que hubo edificaciones y casas que fueron destruidas en su totalidad por incendios.

El fuego era el gran terror durante la época de la Colonia, incluso desde antes de los ataques de los piratas, lo que cambió la arquitectura de la zona para siempre.

Según los apuntes históricos, la vida arquitectónica de una gran cantidad de ciudades hispanoamericanas ha sido definida por catástrofes periódicas: terremotos en Centroamérica, en la zona andina y huracanes en el Caribe.

Sin embargo, en Panamá solo hubo un sismo importante durante todo el período colonial (en 1621) que trajo algunas destrucciones.

Pero los incendios no dejaban dormir a la gente, tanto en Panamá Viejo como en la ciudad nueva, ya que la mayoría de sus estructuras estaban construidas primordialmente de madera.

LOS INCENDIOS

Uno de los más terribles incendios fue el que provocó el propio pirata Morgan cuando saqueó Panamá Viejo en 1671. Pero los libros cuentan la historia de tres grandes incendios que afectaron la nueva ciudad en el siglo XVIII.

Estos no eran eventos que se olvidaban de la noche a la mañana, sino que dejaron una huella en todos los que sobrevivieron. Incluso afectaron la economía, la composición de la sociedad y las características urbanas de la ciudad.

En 1737 fue el “Fuego Grande”, en febrero, cerca del oratorio de San Felipe Neri. Se supone que acabó con gran parte de las iglesias, conventos, edificios públicos y un 95% de las casas dentro de la muralla que protegía a la ciudad.

La tragedia coincidió con la crisis de las ferias de Portobelo. Aun así, en pocos años se reconstruyó un 30% de lo que se había quemado.En 1756 se registró el “Fuego Chico”, en marzo, cerca de donde está la actual Presidencia. Se incendió la mitad este de intramuros, que era la que más edificaciones de valor tenía.

 

Fuentes

‘La ciudad imaginada’ de Alfredo Castillero Calvo ‘El Casco Antiguo de Panamá’ de Eduardo Tejeira Davis www.eumed.net



Se quemaron unas 50 casas, además de las iglesias de Santo Domingo, San Francisco, La Concepción y San Felipe Neri.

El incendio de 1781 ocurrió en abril en una casa situada en la actual avenida Central, en la manzana situada frente a la iglesia de La Merced y la Casa de la Municipalidad, antigua Mansión Arias-Feraud, en donde estaba la Puerta de Tierra.

Además de la Puerta de Tierra, afectó el convento de San José, el clausurado convento jesuita y la propia catedral. La ciudad se encontraba en plena decadencia. Había muchos lotes baldíos o solares.

La Compañía de Jesús y Santo Domingo quedaron en ruinas hasta el sol de hoy. En Santa Ana llegaron a vivir quizás las dos terceras partes de la población de la ciudad, que hacia 1790 alcanzaba escasamente los 7 mil habitantes. Uno de los efectos de esta situación fue la aparición de las actuales plazas Bolívar y Herrera, que eran simplemente manzanas que habían quedado baldías y nunca se reconstruyeron.

En todos estos lugares las casas eran de madera. Por eso -cuentan los historiadores- que no sorprende que el Casco Antiguo conserve muy poco del patrimonio arquitectónico colonial. Hay pocos sitios -como la Casa Góngora- que muestran parte de la arquitectura del siglo XVIII.

LA RECUPERACIÓN

El Casco Antiguo tiene 44 hectáreas y 940 edificios; edificaciones que corresponden entre los años 1850 y 1930. El único vestigio de la época colonial que le queda son el trazado y forma de sus calles y el tradicional espacio abierto de Plaza. La nueva ciudad colonial de Panamá estuvo confinada a un espacio reducido de 16 hectáreas; sus edificaciones desde un principio fueron en su mayoría de madera y sufrieron las intensidades de varios incendios, como los del siglo XVIII, ocurridos en los años 1737, 1756 y 1781. (ver foto).

 

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