Las esculturas de ‘Big Foot’ y su familia se hospedan en Panamá



Un pensamiento tormentoso acorraló a Idan Zareski hacia el camino de la escultura. Él nació en Israel, se mudó a Francia y se crió en África. Los constantes cambios y su condición de andariego le llevaron a cuestionarse a dónde realmente pertenecía.

Sus esfuerzos por convertirse en pintor en medio de una familia de músicos se vieron recompensados cuando logró expresar su propia realidad en la figura de Big Foot, la escultura que sus manos moldearon sin necesidad de un boceto y que lo elevó como vigorosa espuma al título de artista.

“Convencido por mi padre de que desistiera del dibujo, empecé a esculpir y me salió tan fácilmente que sigo sorprendido de poder transmitir emociones a través de una tierra que es normalmente inerte y a la cual logras darle vida”, dice al contemplar la monumental obra de cinco metros, que desde el miércoles se apoya sobre una estructura de madera curada, en el lobby del Trump Ocean Club & Hotels en Punta Pacífica.

La familia de Big Foot, cuatro miembros (mamá, tío silbador, hermana mayor y menor), más tres réplicas del gigante en menor dimensión, adornan el vestíbulo de los salones empleados para conferencias del hotel.



¿Por qué la obra magnifica los pies?

Los pies recorren el mundo. Los pies nos cargan, nos soportan al mismo tiempo, nos anclan en la tierra, nos dan raíces y definen quiénes somos en realidad. Venimos de esta tierra que es redonda. Somos como una raza más global de lo que piensa la gente. Entonces, él recorre el mundo para darse cuenta de esto... Es un testimonio de la unidad del mundo y cuando pase todas las fronteras va a ir a la Antártida, porque ese sitio no pertenece a ningún gobierno, es el único lugar en la tierra que prácticamente pertenece a toda la humanidad.

¿Por qué la expresión facial de ‘Big Foot’?

Es la expresión de serenidad. Es decir, durante 35 años de mi vida estaba preguntándome: ¿dónde es mi casa?, ¿por qué me he movido tanto, he vivido en tantos lugares, en tantos barrios?, y entonces cuando al fin caí en cuenta, me dije: “¡Mira! Cálmate, la Tierra es redonda, no vas a ningún lado. Donde estén tus pies, va a ser tu casa, tu hogar. Tus raíces plántalas allí”. Luego me senté así (señala la posición de Big Foot), me relajé y esta emoción la quería expresar a través del Big Foot.

¿Por qué decidió agrandar la obra de ‘Big Foot’ con una familia?

En países más desarrollados como Estados Unidos, aunque en Europa se pierde mucho, la noción de la familia es la base de la humanidad. Es importante la familia, así el bebé (Baby Foot) que está enojado por tener los pies grandes, los va a amar con el tiempo; hice a la mamá sexy y al mismo tiempo maternal, cariñosa; hice a la hermana mayor que está con los pies arriba, pues no le importa que la menor le ponga la cara fea; el tío silbador anda feliz con sus pies, y los abuelos, estos últimos no los traje...

¿Cuánto pesa ‘Big Foot’?

En bronce pesa casi dos toneladas. La que está aquí es de fibra de vidrio y pesa 400 kilos. (Se necesitó la fuerza de ocho personas para colocarla en el interior del hotel).

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