Hoy se cumplen tres años del histórico día para el béisbol de las Grandes Ligas de Estados Unidos y para el deporte panameño cuando Mariano Rivera llegó a los 602 juegos salvados, estableciendo una nueva marca.
Una tarde del 19 de septiembre de 2011, el Yankee Stadium fue escenario de una de las grandes proezas de la era moderna de la pelota. El cerrador de los Yankees, Mariano Rivera, entró al partido como un día más de trabajo para sellar una victoria de la novena de Nueva York.
Sin embargo, tras el tercer out en la victoria de los Yankees sobre los Mellizos por 6-4, los aficionados estallaron en una ovación para celebrar el nuevo récord.
Rivera superaba en la lista de todos los tiempos al estadounidense Trevor Hoffman, quien se había retirado con 601 salvamentos.
Retiró a los tres bateadores que enfrentó y el último lo hizo por la ruta del ponche. Fue su rescate 43 de la campaña.
El momento subió de emoción una vez que los jugadores de los Yankees terminaron el tradicional saludo en el terreno después de un triunfo. El boricua Jorge Posada detuvo a Mariano Rivera y le dijo que se quedara solo en el diamante.
Acto seguido, se dieron varios minutos de aplausos por parte de los jugadores de ambos equipos y de la fanaticada. Al diestro solo le quedó sonreír, quitarse la gorra y responder con un saludo de agradecimiento.
“Por primera vez en mi carrera estoy solo en el montículo. No hay nadie detrás de mí. No puedo describir este sentimiento”, fue lo que expresó Rivera en su momento.
Mariano Rivera se retiró de Las Mayores la pasada temporada cerrando una carrera de 652 salvamentos y múltiples logros.
Los analistas de la pelota estadounidense dan por hecho que dentro de cinco años entrará a formar parte del Salón de la Fama, en Cooperstwon, Nueva York.

